11 de agosto de 2008

Los encuentros de Ricardo

Los encuentros de Ricardo
Virgilio Sánchez-Ocejo



El protagonista mendocino Ricardo,
 junto a Virgilio Sánchez Ocejo

Un texto extraído del sitio "El Dragón Invisible", ya desaparecido, donde se narra una de las historias más fascinantes, acerca de un encuentro ufológico ocurrido en la provincia de Mendoza, y que conecta con nuestra búsqueda subterránea.

Atienda el lector.


Uno de los casos más excitante, estilo a las películas de Hollywood, en el que fuimos envueltos, fue el encuentro que tuvo Ricardo con seres extraterrestres. No sólo su relato es interesante, como también las circunstancias que lo envolvieron.

Todo comenzó en abril de 1982, cuando las fuerzas argentinas invadieron y ocuparon las Islas Malvinas, en inglés Falkland Islands, un grupo de 2.000 islas con una población de 2.121 habitantes. Dos de las islas más grandes son dependencias británicas. Están localizadas al sur del Océano Atlántico, en la América austral. Geológicamente, Las Malvinas, son parte de la Patagonia en la Argentina, estando conectadas con el continente por su plataforma submarina.
Bajo la constitución, las islas estaban administradas por un gobernador británico. Argentina y la Gran Bretaña se disputaban su soberanía desde mediados del año 1960 en las Naciones Unidas. Las negociaciones estaban en progreso en abril de 1982, cuando las Fuerzas Argentinas invadieron y ocuparon las islas por 10 semanas, en un intento de llegar a un acuerdo por la fuerza, pero fueron derrotados por las fuerzas británicas rindiéndose el 4 de junio de 1982. Argentina continúa reclamando las Islas Malvinas, pero el gobierno inglés se ha negado a continuar las negociaciones. A pesar de todo, ambas naciones reanudaron sus relaciones diplomáticas en el año 1990.

En junio de 1982, dos meses después de la invasión de las islas por las Fuerzas Argentinas, fuimos visitado por nuestro amigo Atilio Spinello, que reside en la ciudad de Mendoza, Argentina. Anteriormente, Atilio me había llamado por teléfono para informarme que tenía un caso OVNI muy interesante, pero que quería discutirlo personalmente conmigo. Esta fue mi primera impresión de que algo extraño estaba ocurriendo ya que siempre habíamos hablado libremente.

A su llegada a Miami, me explicó que este hombre llamado Ricardo, había tenido un encuentro con entidades extraterrestres que le dijeron, durante su abducción ocurrida antes de la crisis de Las Malvinas, que los militares argentinos iban a invadirlas y que después perderían la guerra en contra de los ingleses.

Atilio me dijo: "El problema es que después de la guerra, algunas agencias de inteligencia del gobierno, los están buscando para interrogarlo porque si conocía de antemano lo que iba a pasar, lo hacía sospechoso de ser un espía británico. Una de estas agencias había tenido a Ricardo bajo custodia y después de interrogarlo y torturarlo, lo dejaron ir con hematomas y un brazo roto. Ahora tengo a Ricardo como empleado en mi casa de Potrerillo – lugar de esquiar en las afueras de Mendoza – El desea hablar contigo, con el Dr. Hynek y con el Dr. Willy Smith".


Ese mismo año fuimos invitados a participar en el congreso de la Federación Argentina de Estudios de la Ciencia Extraterrestre (F.A.E.C.E.) en el mes de Diciembre. Teníamos dudas en asistir, ya que las relaciones entre el gobierno argentino y los Estados Unidos se habían enfriado. Había un sentimiento anti-americano por la ayuda brindada a los británicos, durante la guerra, suministrándoles datos de inteligencia recogidos por nuestros satélites. Teníamos recelos de aparecer en un público que resentía a los norteamericanos. Atilio nos aseguró que ese no era nuestro caso, porque habíamos asistido a varios congresos, intercambiando información sobre los OVNIs, y la política no era nuestro tópico.

Por otro lado, Atilio había obtenido la seguridad de la agencia de inteligencia de la Casa Rosada, el equivalente a la Casa Blanca de Washington, de que ningún otro cuerpo de inteligencia interferiría en nuestra investigación. En aquellos días había 6 cuerpos independientes de inteligencia en el gobierno argentino. De todas maneras, llamé por teléfono al Sr. Eduardo Ficarotti, presidente de la F.A.E.C.E., y éste nos aseguró, también, que los organizadores del congreso estaban al tanto de lo que acontecía y que tomarían medidas al respecto. "No los dejarán solos en ningún momento", me aseguró.

Me puse en contacto con el Dr. Hynek y el Dr. Smith, y los puse al corriente de la experiencia de Ricardo, de los problemas o represalias que podríamos enfrentar, de las seguridades que nos habían ofrecido y si, de todas maneras, querían hacer el viaje, contestando ambos afirmativamente, partimos para la Argentina, el 5 de diciembre.

Después de un día de vuelo, llegamos a Potrerillo, en la Provincia de Mendoza, a las 11:00 P.M.. Después de los saludos formales y cuando todavía nos encontrábamos abriendo las valijas, alguien tocó en la puerta. Todos nos miramos extrañados. ¿Quien podría ser a esa hora de la noche? Atilio contestó y una dama muy bien vestida entró. Fuimos, uno por uno, presentados y sin intercambiar más palabras, la dama se despidió. Todos le preguntamos a Atilio.

¿Quién era la misteriosa dama? a lo que respondió; "Es la esposa del Director de la Agencia de Inteligencia de la Casa Rosada, él se había quedado en el coche". "Quería verificar que todos habíamos llegado bien, porque tenía informes de otro Dr. Smith, que había llegado a otra ciudad". Además, nos dejó a Marcelo (nunca le preguntamos su apellido, ¿para qué?,) un agente armado con una pistola calibre 45, que nos acompañó todo el tiempo que estuvimos en la Argentina y nos llevó hasta el avión que nos trajo a los Estados Unidos.

Sabiendo que estábamos vigilados, decidimos entrevistar a Ricardo al siguiente día, en un columpio del jardín, para no aparecer que hacíamos las cosas ocultas. Después del desayuno, salimos al patio para comenzar a escuchar la historia de Ricardo. De pronto, vimos a un helicóptero armado de la Marina sobrevolarnos a muy baja altura. El Dr. Smith, cámara en mano, trató de fotografiarlo, pero le aconsejé que, en la circunstancia en que estábamos, era mejor que no lo hiciera. Esa mañana, y en los siguientes dos días que entrevistamos a Ricardo en el jardín, pudimos ver algunos militares vestidos de azul por los cerros que rodean la casa. Atilio nos informó que eran de la Marina y que probablemente nos estaban observando ya que no había ninguna base ni aeropuerto militar en esa área. Marcelo nos dijo que no nos preocupáramos, ya que la Marina sabía él estaba allí para protegernos y que no harían nada mientras él estuviera con nosotros. Demás esta decir que Marcelo formó parte de la investigación, tomando notas y haciéndole preguntas a Ricardo. Por otro lado, ¡Marcelo resultó ser un experto cocinero, haciendo asados!

El primer encuentro

Nacido en Mendoza, Argentina, su nombre completo Ricardo Jesús Velazquez, jugador profesional de soccer, ocasionalmente también trabajaba en la construcción como albañil.

El 23 de febrero de 1981, a las 8:00 P.M., Ricardo se ejercitaba corriendo por unos cerros en las afueras de Mendoza, como siempre lo hacía antes de un partido de soccer. Bajaba corriendo un pequeño cerro, de unos 30 ó 40 metros de altura, cuando se tropezó con dos personas. El las describe como entre 1,85 a 1,90 metros de altura, delgados pero musculares, de pelo castaño y vistiendo un traje color oscuro parecido a los que practican el karate. "Ellos estaban parados, pero flotando unos 30 centímetros del suelo, en la base del cerro en unos arbustos", nos relata.

"Yo venía corriendo cuesta abajo cuando una de las entidades me paró en seco con una luz, que me proyectó en mi pecho, impidiendo que chocara con é". Esto (la luz) me causó unas quemaduras en el cuerpo. Entonces, viraron como para irse. Del susto que me llevé, comencé a gritarles y a insultarlos. Se volvieron hacia mí y me dijeron que no tenía que insultarlos ni estar enfadado. Me dijeron que si quería saber ¿porqué estaban ahí y si me gustaría ir con ellos? La conversación fue telepática. Ellos no hablan, pero pude oír sus palabras en mi cerebro", nos cuenta Ricardo.

"Ellos se colocaron a cada lado mío y comenzaron a deslizarse, no caminaban, no movían sus manos o pies. Yo me deslizaba con ellos sin mover mis pies. Fuimos bordeando otro cerro y pude observar una fuerte luz flotando cerca del suelo. Llegamos y nos introducimos en la luz. Adentro había otra luz y cuando atravesamos la segunda, nos encontramos dentro de una habitación oval, iluminada como por una neblina amarilla. Delante de mí había una pantalla grande, del tamaño del parabrisas de un coche. Enfrente de la pantalla había un asiento flotando en el aire, no tenía base, con un cojín del mismo color de la habitación. Había otras 4 entidades masculinas con nosotros, no vi ninguna figura femenina. Uno a mi derecha, otro a mi izquierda y dos frente a mí. El de mi derecha no hacía nada, los otros tres parecían estar ocupados operando los controles de tipo de máquinas. En total éramos 6 personas en esa habitación. Las máquinas se parecían a las mesas que usan los dibujantes, pero llenas de controles con luces que se encendían y apagaban", nos contaba Ricardo.

"Entonces, comencé a oír un agudo zumbido. Empezamos a movernos. En la pantalla, frente a mí, apareció el terreno de afuera. Viajamos entre unos cerros. Pude reconocer los lugares; las afueras de la ciudad ´Tupungato´, un lugar que los alpinistas llaman ‘La Laguna Azul´, los diques ´Fría´ y ´Maure´, la zona ´Chagra´ etc. Después nos dirigimos hacia la Cordillera de los Andes. No pude estimar la velocidad porque nada vibraba adentro. Sentía una fuerza que me sujetaba, no podía moverme, ellos nunca me tocaron".

"Dimos una media vuelta y vi una típica montaña rocosa andina. Entonces, nos pusimos, en un ángulo, de cara a la montaña. Una de las entidades se movió a otra máquina y el zumbido creció en intensidad. Yo podía ver en la pantalla, frente a mí, que íbamos a chocar contra la montaña, sentí pánico, pero en el momento del impacto, la montaña se abrió como un hueco sin forma. Al entrar por la abertura, sentí como si una puerta se cerrara detrás de mí. Yo calculo que viajamos unos 250 a 300 kilómetros en dos minutos. La luz se apagó por dos o tres segundos, y nos encontramos en un hangar iluminado por la misma luz amarilla. Tomando en cuenta los dos o tres segundos que viajamos sin iluminación, este hangar estaría localizado a cuatro o cinco kilómetros dentro de la montaña. Salimos de la habitación de la misma manera que habíamos entrado, a través de las dos luces y con dos entidades a cada lado. El que estaba a mi derecha, que parece ser el jefe, atravesó una pared, no había puertas en el hangar. Nosotros los seguimos a tres metros de él atravesando paredes, al igual que nosotros hacemos con las puertas. No caminábamos, sino que nos deslizábamos. Atravesamos directamente aberturas en la pared, pero sin verlas. En el primer local vimos a 10 entidades trabajando en máquinas como computadoras o televisores con diferentes imágenes. Todos vestían igual. En el segundo local, lo mismo, pero con 15 entidades. Pude observar en las pantallas; un agricultor, en otra pantalla; un caballo, en otra; una gran ciudad como New York, yo la he visto en el cine y en la televisión, en otra; la ciudad de Buenos Aires. En el tercer local, lo mismo, pero con diferentes imágenes en las pantallas. Entramos en un cuarto local, mucho más grande y con una enorme pantalla, 6 x 6 metros, que se podía ver en tercera dimensión".

"La entidad que iba enfrente se detuvo en una máquina con controles y mentalmente me preguntó si quería ver cosas en el pasado, el presente o del futuro. Yo consentí, por supuesto, ellos ya sabían mi respuesta. Me enseñaron el suburbio de una ciudad, con personas normales; unas delgadas otras gordas, algunas altas otras bajitas, de piel blanca y de piel oscura, etc., algunas caminando otras en bicicletas, damas regando el jardín, muchas plantas, flores, pero no habían coches. Todo lucía tranquilo y en paz. La entidad en los controles me miraba sonriente".
"Me enseñaron, en la pantalla de 3-D, una ciudad vacía, con edificios perfectos, yo pensé que era la Atlántida. Me preguntaron: ¿Quieres saber de dónde vienes? Les contesté; de mis padres. No. me dijo. ¿Quieres saber de dónde realmente viene tu alma? Entendí, como que yo no era hijo de mis padres, y él quería enseñarme quién era yo realmente".

"En la pantalla apareció la figura de Jesús Cristo, representando al Padre. Ellos usan la palabra Padre en vez de Dios. Estaba predicando, en el tope de un cerro, a un grupo de sus seguidores. Al final, sólo 8 personas lo siguieron, 7 hombres y una mujer. Ellos me explicaron que lo mismo me pasaría cuando contara mi experiencia... Yo comprendí que, aunque le hablara a miles, sólo unos cuantos me entenderían".

"Todo lo que me enseñaron en la pantalla gigante de 3-D, venia con una explicación. Como se formó la Tierra, desde el punto de vista católico. Yo pienso que lo hicieron porque soy católico. La Tierra de hoy, con su Ecología destruida. Ellos me dijeron una palabra que nunca había oído antes; ´Eclósica´. Fue una lección de como hemos destruido el medio ambiente".

"Ellos me enseñaron la causa de nuestra destrucción; las guerras, Libia, Israel y más tarde la Argentina. El Polo Sur con sus témpanos de hielo, barcos, aviones y soldados peleando. Fue tan natural, que podía percibir el olor a pólvora, la muerte. ¡Muy en vivo! El hombre puede cambiar todo esto. Está en nuestras manos el hacerlo. Ellos me enseñaron las armas modernas hechas por el hombre y lo estúpidas que son".

"Me explicaron, que hay varias razas en este Universo. Me enseñaron 4 ó 5 razas que viven paralelamente. Una era más vieja que los Atlantes. Ellos la llaman ´Lamar´, pertenecen a otro ciclo. Viven en túneles subterráneos, con salidas en los polos. Usan un sistema molecular para crear un ´hueco´ en las rocas, por donde entra la luz solar. Esta raza es idéntica a la que vivió en el planeta Marte".


"Hubo una guerra civil en la Atlántida, cuando los polos de la Tierra se desviaron y las montañas se convirtieron en océanos y viceversa. Yo les pregunté: ¿Qué podíamos hacer? Ellos me contestaron que nos podrían enseñar la manera, pero somos los humanos los que tenemos que hacer el trabajo".

"Aquí terminó mi primer encuentro. Me preguntaron en donde me gustaría que me dejaran. Yo pensé, en el mismo lugar en que nos habíamos encontrado. Hicimos el mismo recorrido. Salí de la luz con las mismas dos entidades a mi lado. Ellos regresaron entrando en la luz. Yo corrí para mi casa, a unos 6 kilómetros. Todo sucedió en una hora".

El segundo encuentro

"Siete meses más tarde, en noviembre del mismo año, caminaba por la noche hacia la casa de mi cuñado, cuando vi una pequeña luz cerca del suelo. Se fue agrandando y se materializó una entidad. El mismo tipo que las otras; traje oscuro, etc. Por telepatía me dijo; ‘vamos a tener otro encuentro’. La entidad entró de nuevo en la luz, desapareciendo".

El tercer encuentro

"El 23 de febrero de 1982, exactamente un año después del primer encuentro, me encontraba corriendo, entrenándome para un partido de soccer, cuando me encontré con ellos en el mismo lugar, por tercera vez. Ellos me llevaron al mismo hangar subterráneo, pero sólo me enseñaron en la pantalla grande de 3-D, el polo Sur, los témpanos de hielo, y las batallas. Entonces, me di cuenta que era una guerra en las Islas Malvinas. Me enseñaron los barcos de guerra, helicópteros, aviones de guerra, las batallas, los prisioneros, toda la guerra. Al mismo tiempo, me explicaron que todo era un tópico político, más negocio que guerra".

"Esta vez me regresaron de diferente manera. Su base, en la montaña, está cerca de un dique hidroeléctrico. Salimos por debajo del dique, por el agua. Esta vez, me dejaron cerca de mi casa, a 4 kilómetros. Llegué a mi casa sintiéndome física y mentalmente mal. Estuve confundido por 20 días, no sabía que hacer. Alguien me aconsejó que fuera a ver al ufólogo Sr. Faruk Allen", el entonces representante de F.A.E.C.E. en Mendoza.


Algún tiempo después, Faruk nos informó que se había entrevistado con Ricardo el 10 de enero de 1982, y que le tomó una semana para calmarlo. Entonces, procedió a grabar en un casete su experiencia. Hizo varias copias entregándole una al ufólogo Pedro Romaniuk. Por razones desconocidas por él, Romaniuk envió su casete a las Fuerzas Armadas.

"El Servicio Secreto del Ejército comenzó por interrogar (y torturar) a Ricardo y a todos los que estaban cerca de él. Esto ocurrió en Enero y la guerra de las Malvinas comenzó en Abril. Había rumores de una confrontación militar y el Servicio Secreto, en ese momento, creyó que se había filtrado información secreta. ¡Yo tuve la suerte que no me detuvieran!", nos dijo Faruk.

Y pasaron los años

En noviembre 7 de 1989, regresamos a Mendoza. Esta vez, tuvimos la oportunidad, sin ninguna presión, de conversar con Ricardo, y a su vez, verificar su experiencia. Pudimos localizar el cerro donde sostuvo los encuentros con los alienígenas. Nos sorprendió que no cambió en nada su historia, después de haber pasado 8 años. Ricardo se prestó para filmar su relato, el cual aparece en un documental que hicimos en Capilla del Monte, Córdoba, sobre el misterioso cerro Uritorco, titulado "PUERTA A LO DESCONOCIDO".

Nota final

Al igual que las predicciones en el Caso Filiberto Cárdenas, la experiencia de Ricardo nos muestra que estas entidades, de alguna manera desconocida por nosotros, pueden saber lo que ocurrirá en el futuro. Nos encontramos buscando las evidencias físicas del fenómeno, la tuerca y el tornillo de la nave. Quizás los tengan, pero si aprendemos de ellos, como conocer nuestro futuro, no solo sería un gran descubrimiento, sino también una tremenda arma. La ciencia moderna explora un Universo lleno de sorpresas y menos ajustado a las estructuras de nuestra conciencia. Hoy, la sicología, como ciencia, está mucho más atrasada si la comparamos con las demás ciencias. El Dr. Hynek expresó: "Una característica del fenómeno UFO es que se presenta altamente aislado en ambos, en espacio y en tiempo, se manifiesta y entonces desaparece". De una cosa sí estamos seguros, ‘el tiempo’ en una llave importante en la Ufología y por ende, será nuestra siguiente evolución científica.

Véase:
http://dragoninvisible.com.ar/fuego/boletin2/dragon66.htm


Puerta a lo Desconocido (1988)
Virgilio Sánchez Ocejo
En el minuto 31 se trata el tema

4 comentarios:

  1. Es interesante conocer a personas como tu, que
    estan preocupadas por nuestro futuro. He leido varios de tus articulos y personalmente soy una
    investigadora de ellos hace muchos años. He leido
    casi todas las obras que tu mencionas, e incluso
    mis hermanas y yo hemos visto naves extraterrestres en el sitio donde vivimos, desde
    hace tres meses que se presentan continuamente en nuestro cielo de Cieneguilla, y tambien en Chilca, que quieren anunciar? no lo sabemos. Hemos contactado con Sixto Paz, investigador en nuestro pais y a la conclusion que hemos llegado, es que lo unico que nos queda es esperar que se desarrollen los acontecimientos que estan por venir, con tranquilidad, mucha
    serenidad y discernimient. Hoy en dia, abunda
    cualquier cantidad de informacion sobre este tema, pero esta en nosotros mismos descubrir el motivo de nuestra existencia y el fin para que hemos sido creados.

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  2. Gracias por contactarte desde el hermano país de Perú.

    No tengo dudas que en los cielos de los Andes, están ocurriendo cosas, nuestra cordillera está hablando.

    Pero aquello que estamos avistando, nada tiene que ver con extraterrestres, mi hipótesis es otra, ya se sabrá.

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  3. El fenómeno es complejo. Sin dudas, no se si sirve averiguar si el o los sucesos, son reales o no. Lo que dijo Hynek es así. El fenómeno no tiene lineabilidad en el tiempo y el espacio. Lo importante es remitirnos al individuo, a la vida y el universo. Y continuar evolucionando, o ...involucionando, según cada caso. Un nuevo saludo.

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  4. estos seres solo quieren utilizarnos, nda mas coger nuestra energia para sus propios propositosm vamos que somos sus alimentos.

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