9 de diciembre de 2008

Erks, Mundo Interno

Erks, Mundo Interno
Trigueirinho


En la saga de Erks, el místico de origen brasileño, conocido popularmente como Trigueirinho, ocupa un rol más que destacado. Este escritor recibió algunos documentos, que según dijo le fueron proporcionados por el misterioso Sarumah, ¿Acoglanis? acerca de la estructura oculta de la ciudad intraterrena argentina. Toda esta información Trigueirinho la fue volcando en varios libros, prolífera producción que continúa hasta nuestros días.

La obra que hoy Crónica Subterránea se hace eco, corresponde a Erks, Mundo Interno (1989), que da cuenta sobre Saruma, además de un valioso documento fotográfico, que lo transformaron en un referente bibliográfico imprescindible, para profundizar sobre Erks. La influencia teosófica es más que palpable en Trigueirinho, un dato para tener en cuenta.

SEGUNDA PARTE:
LA TIERRA Y EL CIELO

EL ENCUENTRO CON SARUMAH

Una colaboradora se acercó a mí tras la reunión grupa¡ de meditación, y me dijo en voz baja y pausada: "Un señor quiere venir a hablar con usted. ¿Para cuándo podremos citarlo?" Le respondí que iría a consultar mi agenda, pero no lo hice de inmediato. Al día siguiente, ella volvió a decirme, con el mismo tono: "El quiere venir. ¿Verificó usted en la agenda cuándo podrá ser?" Entonces fui a consultar las anotaciones. El único momento que había disponible era a las trece horas de un miércoles, algunos días después, puesto que todos los demás horarios ya estaban reservados para otros trabajos.
Después supe que el miércoles a las trece horas era para aquel señor el momento ideal y, tal vez, uno de los únicos posibles. Llegó momentos antes de la hora establecida, y luego que entramos en la sala de trabajo nos miramos en los ojos. Percibí que nos conocíamos desde siempre. Tanto es así que ninguno de los dos preguntó nada sobre el otro. Sarumah estaba al lado del escritorio y muy cómodo. Traía consigo algunos papeles y un gran sobre, que colocó ante mí. Era como si aquel encuentro se hubiera estado preparando hacía miles de años. Impresiones como esa son posibles y, debido a una certidumbre intuitiva se tornan confiables, seguras, y tan claras que no dejan margen a las dudas. Por ello, al estar ante un ser que conocemos desde siempre, podemos identificarlo, sin necesidad de fenómenos comprobatorios en el nivel de la consciencia común.

La conversación empezó directamente en el punto esencial para el trabajo que se iniciaría. Sabíamos que las cosas no tienen principio ni fin, según llegó a verbalizarse en cierto momento de nuestra conversación; ellas existen desde siempre, no empiezan ni terminan: sencillamente son. Aunque conociendo ese estado de consciencia que está fuera del tiempo normal humano, experimentábamos, allí, esta interesante forma de ilusión: nos parecía que se evidenciaba un nuevo ciclo. Prestándonos alegremente a ese juego de las formas y del tiempo, nos dimos por felices; una ola de energía de Amor se apoderó entonces de nos




otros de inmediato, y así conversamos con claridad sobre todo lo que nos parecía necesario.
Yo sabía de la existencia de individuos parecidos a aquel que estaba ante mí, pero no tengo consciencia de haber estado, hasta entonces, físicamente, con uno de ellos. Lo que Sarumah me transmitía, como impresión, era su perceptible seguridad interna respecto a todo. Nuestro "ser", en sus aspectos interno y externo, estaba allí, presente y participante.

Tras ese encuentro, tuvimos otros dos más, aún en aquel mismo mesa Concertamos la entrevista siguiente para seis meses después y volví al Brasil donde otros sectores del trabajo me aguardaban con una serie de tareas. Este libro comenzó a ser escrito dos meses después de esos encuentros iniciales, y fue terminado en 48 días, teniéndose en cuenta la necesidad de que se divulgara su contenido.

Sarumah me trajo fotos, anotaciones y un pequeño manual ilustrado, conteniendo ejercicios básicos. Ese material me fue siendo puesto ante los ojos, que al verlo ni por un momento se admiraron pues hacía mucho que lo conocían interiormente. Empero, estaba claro que era la primera vez, en esta encarnación, que ese rubro del trabajo evolutivo, representado por Sarumah, era traído de aquella forma a mi yo consciente. Parecía necesario comprobar y vivir esa experiencia también en los planos físico, emocional y mental.


Veintitrés años antes de esos hechos, yo me encontraba en una terraza, en la ciudad de Roma, con una amiga que me orientaba en los contactos con la vida subjetiva. Aquella noche, tras cenar, estábamos en el sexto piso del aireado predio en el que ella residía, ante el pinar de Villa Borghese, uno de los pocos sectores verdes que quedaban en aquella ciudad que ya sufría tremendamente por la contaminación ambiental. Un poco por encima del conglomerado de árboles estaba el cielo de Roma, relativamente limpio y con algunas estrellas y planetas visibles.


Yo sabía que aquella amiga estaba estudiando hechos que ocurrían en el cielo y que, para ello, había adquirido un telescopio. Con éste veía, físicamente, in numerables "objetos", algunos de los cuales conocía a través de sus meditaciones. En el mundo interior en el que ella tomaba contacto con ellos, no tenían sin embargo el mismo aspecto, o mejor dicho, no estaban revestidos con ese tipo de sustancia física que conocemos. Algunos eran pura energía, y otros se presentaban en diferentes niveles de éter. "Tanto es así", me dijo, "que no seguí las investigaciones en el plano físico. Mi campo de trabajo con esos hechos va del nivel etérico a los niveles más internos". De inmediato, agregó: "El telescopio .está al¡ í, detrás de ti; puedes usarlo, si lo deseas".
No lo usé.

Pasaron trece años. Nos reencontramos en Suiza, y allí, en la orilla de un gran lago de Ginebra, alojados en una casa suficientemente aislada del resto de la pequeña y pacífica ciudad, estudiábamos, como lo veníamos haciendo siempre en los últimos años. Los actuales edificios de departamentos aún no habían sido construidos alrededor de la casa, y por tanto se disfrutaba de silencio externo. Teníamos ante la vista a los árboles del jardín que nos rodeaba y el cielo de Suiza, con raras nubes en aquel período del año. Descorríase en el paisaje algunos puntos elevados de los Alpes, brillantes de nieve.

"Allí está", me dijo ella, mostrándome el cielo del crepúsculo. "Allí está. Viene todas las tardes". Miré hacia lo alto. "¿No es un planeta?", pregunté naturalmente. Y ella: "¿Viste a un planeta que se desplace con esta velocidad?" Entonces, observé mejor. Volví a mirar todas las tardes. Era verdad. Pero el período de mi estada en aquel país terminó, y antes de que yo partiera de allí no ocurrió nada más.

Dos años después llegó a mis manos un escrito en el cual se leía, entre otras cosas, que nosotros los terráqueos convivimos con seres de otros planetas. "Trabajamos en estrecho contacto con los miembros de las jerarquías de otros planetas, y cada uno de nosotros está bajo la jurisdicción y la dirección amorosa de las fraternidades solar y cósmica", decía.

Esas informaciones, aunque obvias para mí, me producían en aquel momento una estimulación necesaria y resonaban como una nueva posibilidad muy próxima. Empero, más adelante se leía que la ayuda necesaria al hombre debería venir de las reservas espirituales que él tiene en su propio interior. Según ese pensamiento, ninguna fuerza del exterior podría asumir la responsabilidad por la sobrevivencia de la humanidad.


En esos pareceres había mucho material para reflexionar. Aquel escrito, que representaba una corriente de pensamiento manifestada en la década del 70, decía además: "Actualmente, los hermanos del espacio tienen poco que contribuir para la estructura terrestre, pero ellos observan y aprenden". Sin embargo, ¿qué habrá ocurrido a partir de aquella época?
Aquel era un momento en el cual a la humanidad terrestre se la estaba estimulando de forma especial, y se la invitaba insistentemente a alejar las posibilidades de una nueva guerra mundial. El mensaje al cual nos referimos, que representa una tendencia que influye hasta hoy, decía también que si ocurriese un desastre nuclear, poca necesidad habría de evacuar la población de esta tierra, porque los hombres estarían cada vez más sintonizados con los niveles sutiles de su consciencia, y, por tanto, no serían alcanzados por los efectos del desastre.

El vocablo "evacuar", allí usado, se refería a la actividad de inmensas naves espaciales que, llegadas de otras dimensiones y de otros mundos, irían a recoger a cierto número de seres humanos a fin de preservarlos para un futuro regreso a la tierra, cuando finalmente hubiese terminado el período más difícil para el planeta.

Según aquel escrito, esa posibilidad de evacuar parte de la humanidad terrestre había sido rechazada. Explicaba: "Sus cuerpos físicos se están alterando y está ocurriendo una mutación dentro de la raza en su conjunto. Aquellas personas que sobrevivieran presentarán una fuerza estabilizadora, manteniendo una continuidad con el pasado y con todo lo que él contiene de bueno y apropiado", lo cual, para mí, no deja de ser verdadero, aunque hoy se puedan agregar otros datos de esas afirmaciones.

Al hombre de entonces ya se lo estaba estimulando para que perfeccionara la alineación de su personalidad con su alma individual, núcleo de su propio ser en la cuarta dimensión, invulnerable a los "juegos de la muerte" de los niveles físico-etérico, emocional y mental.
Como se sabe, tan sólo estos planos más densos están sujetos a la desintegración cuando se los somete a impactos.
Todo el trabajo evolutivo giraba en torno de esa estimulación, con la cual también ya venía colaborando la psicología a través de la psicosíntesis y de otros caminos aún más recientes. "Ustedes están construyendo el arca, que es la consciencia de la sintonía física, etérica, emocional y mental con un núcleo más elevado, que no puede ser destruido. Todos aquellos que así se sintonicen y vivan en esa consciencia estarán totalmente protegidos, no importa lo que ocurra en el mundo exterior.

Si pudieran caminar sin miedo y con amor, nada podrá alcanzarlos", insistía el folleto que estaba al servicio de la paz y que era "dictado" por seres que habitaban planos sutiles de la existencia.

Trajo resultados beneficiosos ese trabajo de convocar a los hombres semi-dormidos en lo que se refiere a los asuntos colectivos para que asuman la propia responsabilidad ante la desintegración planetaria y la probable guerra nuclear. Muchos individuos dieron lo mejor de sí, y con el esfuerzo de ellos se logró hasta construir una "red de acción positiva" que cubría a todo el planeta.
Durante por lo menos quince años los servidores del mundo trabajaron activamente en esa línea, procurando liberar a los llamados "hermanos del espacio" hacia actividades de mayor volumen en otros ámbitos del universo en los cuales ellos también actúan. Creían que los terrestres tendrían todos los elementos para actuar correctamente y con cierto conocimiento de causa, en el caso de un acontecimiento de ese tipo. Realmente, el ser humano es capaz de una fuerza tremenda, cuando se torna consciente del espíritu de Amor que está en sí mismo. El poder ilimitado de esa Energía elimina dificultades y sintoniza al yo consciente con las cualidades intrínsecas del Hombre. De cierta forma, él se torna inmune a cualquier desastre nuclear, pues tiene su consciencia centrada en la vida de sus cuerpos sutiles.
Por tanto, se procuró divulgar ese mensaje. Se trataba de una última tentativa de alejar definitivamente las probabilidades de una destrucción mundial.

Sin embargo, a pesar de toda la ayuda recibida de varias direcciones, la humanidad descuidó la tarea inmediata de abandonar los preparativos para una guerra nuclear, y además de eso no cultivó suficientemente la propia concentración en los niveles sutiles de la consciencia. Poseído por lo que Saint Germain llama "falaz hechicería de la mente carnal", el hombre todavía se enmarañaba en su propia tela de conjeturas y preconceptos, movilizando recursos cada vez más diabólicos en beneficio de ese desequilibrio.
Por último, entre los terrestres encarnados, no fueron muchos los que pudieron trascender el excesivo compromiso que tenían con las fuerzas involutivas. El continuo crecimiento cuantitativo de las poblaciones, en detrimento de su calidad, atestigua eso muy claramente.
Gran número de seres tomó consciencia de la especie de transformación que debería efectuar, pero limitó el propio trabajo al plano de las intenciones. En la práctica, poco o nada cambió, como habría sido necesario para el equilibrio general planetario y la armonización del hombre con la naturaleza y con las leyes cósmicas.
"La más traicionera forma de esclavitud es aquella en la que el prisionero no tiene consciencid de sus cadenas", dice una conocida afirmación a propósito del hom bre común de esta civilización. Realmente, la situación aparente del planeta es precaria, si se la considera desde el punto de vista de una consciencia mayor. Empero, puede recuperarse en un futuro próximo, no porque haya habido suficiente transformación de los niveles físicoetérico, emocional y mental de los hombres, sino por el hecho de que, aunque encarnada en medio de este caos externo, la mayoría de las Mónadas humanas está pasando por experiencias de electrificación cósmica que aún desconocemos y que no podemos evaluar. Así, están viviendo, hoy en día, un proceso intenso de evolución.
Ciertos niños de ahora nos dan una muestra de lo que podrá ser la humanidad de la era entrante -la cual, además, ya está prácticamente instalada en los niveles suprahumanos de la existencia- al traer consigo el resultado de las experiencias que tuvieron antes de encarnar. Aún existen muchas resistencias a la transformación, presentadas por las fuerzas de la era anterior; pero aunque ellas no hayan sido transmutadas todavía, una potente energía de unión comienza a trascender cualquier inercia personalista.
Debido inclusive a la diferencia de temperamento, puede ser necesario una variedad de técnicas que preparen a las personalidades para la sintonización con el alma y con la cuarta dimensión, induciéndolas inevitablemente a vivir diferentes procesos. La necesidad de conectarse prioritariamente con la propia alma será presentada para muchos aún durante un largo período, pues representa el ciclo en el cual se halla gran parte de la humanidad terrestre. Empero, DESDE YA DEBERAN EJECUTARSE ACCIONES DE EMERGENCIA, y ese es el punto que procuraremos aquí enfocar.

En los libros anteriores (También Vivimos Mientras Soñamos, La Energía de los Rayos en Nuestra Vida, De lo Irreal a lo Real, Hora de Crecer Interiormente, La Muerte sin Miedo ni Culpa y Caminos Hacia la Cura Interior) procuré presentar algunas fases de la etapa básica para el desenlace de este ciclo planetario actual. En el presente libro, con la ayuda de las energías y de la inspiración extraterrestre, intentaré dar la preparación consciente para el contacto con las Mónadas, las cuales tienen suficiente poder para evitar que esta etapa de la vida se torne, para el hombre terrestre, motivo de regresión.
Quedando consciente de que puede optar por otro camino y no confundiéndose con el actual conflicto de fuerzas, a las cuales él es superior, aún será capaz de prestar grandes servicios, si lo quisiera, creando de consuno con las energías positivas que están envolviendo cada vez más a la tierra cada momento que pasa.
El actual conflicto es parte de la batalla que desde el principio de la tierra se viene entablando entre las fuerzas evolutivas y las involutivas, como vemos por las escrituras antiguas. Esa lucha ya fue vencida por las primeras en los niveles superiores de la consciencia (o en los cielos, en el lenguaje de las escrituras). Empero, en los niveles más densos ella continúa, en parte por reflejo retardado y en parte debido a las fuerzas de la inercia en ellos evidentes. Como la tierra asumió, durante millones de años, fuerzas involutivas en su órbita, llegó el momento de que vengan a su encuentro las fuerzas evolutivas de la galaxia. En esta situación de emergencia, la más aguda por la que este planeta jamás pasó, seres de varias áreas del universo están asumiendo, junto a los terrestres, una extraordinaria tarea en colaboración.

Volviendo a la corriente de pensamiento que ya mencionamos, corriente representada por las ideas expresadas en la década del 70, vemos que seres más evolucionados provenientes de las diversas dimensiones del espacio cósmico se pondrían en contacto con nosotros en los planos interiores de la vida, a partir de la cuarta dimensión, y no más físicamente. El contacto físico sobrevendría, según esa orientación, de seres extraterrestres del mismo grado de evolución alcanzado por nosotros o tal vez más primitivos, llegando a ser en ciertos casos incluso hasta peligrosos, como algunas experiencias lo han revelado. Por todo eso pedí interiormente que se me explicara mejor qué tipos de extraterrestres pueden llegar hasta nosotros hoy en día en diferentes niveles de consciencia y cuáles de ellos lo harían en el nivel físico. Sarumah me dio algunos indicios, y terminé tomando contacto con otras fuentes igualmente próximas, que acudieron en mi auxilio.
Excluyéndose aquí los casos de pura falsificación, de delirio, de alucinación o de comunicaciones hechas a través del plano astral por entidades que, aunque desencarnadas, siguen siendo visionarias y estando contagiadas por el mundo física; y excluyéndose, de la misma forma, los casos muy conocidos de proyecciones del propio médium deseoso de ser útil, se afirma que desde los orígenes de la vida humana en este planeta ocurrieron contactos extraterrestres. La Biblia narra que Ezequiel estuvo ante un objeto venido del cielo, que le pareció hecho de metal brillante; según la descripción, un globo de fuego encerraba a ese objeto en su centro, (Ezequiel, 1-4).

En la quietud de las madrugadas se creaba subjetivamente en m í un estado extremadamente receptivo. Mi mente podía concentrarse cómodamente en el asunto, y me dediqué así, integralmente, a esa investigación.
Empero, en esta época, las transformaciones son rápidas, drásticas y continuas. A veces, una instrucción puede rápidamente volverse desactualizada y, en el campo esotérico y científico, un descubrimiento puede ser superado en corto plazo. Las indicaciones ofrecidas en este libro, por tanto, probablemente sean completadas y actualizadas en el futuro. Prosigamos así, conscientes de ello, entregados al eterno-ahora.

SERES QUE ESTAN CON NOSOTROS

Las consciencias de otros esquemas planetarios, de diversas galaxias y universos, forman parte de los varios grupos de vidas que cooperan con la evolución, no sólo de la tierra, sino también de los demás mundos que existen en diferentes dimensiones. En el cosmos, manifestado o no, todo está interconectado, y la separatividad y la ilusión de la independencia -aún perduran solamente en algunas mentes humanas y pensantes.
En lo que concierne al planeta tierra, se sabe que tres grandes grupos de vidas trabajan en sincronía para su evolución. El primero de ellos está compuesto por seres de la humanidad terrestre que se volvieron más conscientes que sus semejantes. Esos seres forman una Jerarquía, no de poder, como las jerarquías humanas comunes, sino de valores, o mejor dicho, de vibración. Por vibración se entiende la propia pulsación de la vida, en frecuencia más lenta o más rápida. Se sabe que cuanto más rápida sea la frecuencia de esa pulsación, más sutil, "interiorizado" y evolucionado es el ser.
La Jerarquía terrestre fue implantada. hace muchos millones de años. Al principio estuvo compuesta por seres de otros esquemas planetarios, pues en la tierra no había todavía quien pudiera participar en ella. Empero, lenta y gradualmente, algunos hombres se fueron liberando de la estructura densa y psíquica terrestre, y entonces pudieron asumir sus puestos en la cooperación con el plan evolutivo general. Hoy, la Jerarquía terrestre está casi toda compuesta por seres que evolucionaron aquí en este planeta a través del ejercicio del desapego, de la ampliación de la consciencia, y del servicio altruista.

El segundo tipo de vidas que se encargan de la evolución terrestre son las Existencias, las Energías y los Seres que vienen de otros esquemas planetarios, de otras galaxias, o de otros universos existentes en diferentes dimensiones, para servir aquí al plan evolutivo general. Se los menciona en la Biblia y en otros libros. En el mismo episodio de Ezequiel, ya citado, se encuentran algunas referencias a ese grupo: "Y miré", dice Ezequiel, "y he aquí que había cuatro ruedas junto a los Querubines; una rueda junto a un Querubín, y otra junto a otro Querubín..." Djwhal Khul, el instructor tibetano, se refiere a las Entidades Planetarias, en el libro que dictó a Alice A. Bailey, Iniciación Humana y Solar. "Considerando ahora a las personalidades que participan en las ceremonias de iniciación, las primeras con las cuales trabajaremos serán las llamadas Entidades Planetarias. Eso se refiere a aquellos Grandes Seres que, por un período de manifestación planetaria, protegen o permanecen con nuestra humanidad. Ellos no son muy numerosos, pues la mayoría de los Grandes Seres prosigue de manera firme y creciente en otro y más alto servicio, a medida que Sus lugares puedan ser ocupados y Sus funciones puedan ser continuadas por los miembros de nuestra evolución terrestre, tanto dévica como humana".

El tercer grupo de vidas encargado de la evolución terrestre es responsable de la construcción de las formas. Los seres que lo componen son llamados Devas, y lo que actualmente se puede saber sobre ellos está contenido en el Tratado Sobre el Fuego Cósmico, de Alice A. Bailey. Fuente de informaciones, ese libro, aunque un tanto abstracto para la mente normal, esclarece algunas supersticiones que existen en torno de ese asunto.

Entre los que forman parte del segundo grupo, algunos tienen, en el actual ciclo del mundo, una tarea específica junto a nosotros, hombres encarnados. Están de servicio en la órbita de la tierra, y muchas veces se tornan visibles para nuestros ojos físicos, llamando a la humanidad a un despertar muy necesario y decisivo AHORA.
Ese es el tema del presente estudio.

Cambiar la condición del ser haciéndolo salir de su estado puramente sutil para asumir una apariencia sólida y visible a los ojos terrestres normales, no es difícil en ciertos casos. En esquemas planetarios más adelantados, en los que se vive en formas etéricas, astrales, mentales o en condiciones aún más sutiles, tomar y abandonar una forma física densa aquí en la tierra puede considerarse actividad simple. Las formas, en cualquier nivel, no pasan de "pensamientos condensados", y es en este planeta que aún son consideradas, por algunos, como algo más consistente. Al ser "formas de pensamiento", no encuentran barreras para proyectarse donde sea necesario y para tomar la apariencia externa que el ambiente requiera. Utilizando los intervalos interdimensionales, la consciencia puede desplazarse con extraordinaria velocidad, venciendo en pocos segundos una distancia física que llevaría varios años-luz para recorrerla.
Es claro que para que ocurra eso, el individuo necesita estar viviendo suficientemente unificado con la esencia del propio ser, y así usar su forma externa como usa una ropa, sin apegos, absteniéndose de agregarle atribuciones y valores superfluos.
"La materia es para el espíritu tal como el hielo es para el agua", dice John Andreadis que, según el libro Aliens Among Us es un extraterrestre que vive en un cuerpo humano en la ciudad de Nueva York. De manera que, poseyendo el secreto de ese conocimiento, un ser puede aparecer en la mente de alguien en sueños o durante una meditación, puede comunicarse con él a través de la telepatía, o hasta materializarse física, etérica o astralmente. Esas diferentes posibilidades de contacto no incluyen necesariamente baja calidad de manifestación y comunicación, y tampoco significan menor evolución del ser que se presenta. Si nos atenemos a relatos de personas emotivas, podemos mencionar aquí las apariciones de Yogananda y de otros seres evolucionados a sus devotos. La realidad de la presencia de ellos en esas experiencias les fue posteriormente confirmada.

El hecho de que vivamos apegados al plano físico y a la idea de que somos el cuerpo que habitamos torna más difícil para la mente aceptar una convivencia normal con otras dimensiones. La energía emocional, mental y psíquica, las ideas y los condicionamientos humanos, se condensan y crean las formas que conocemos, nuestra forma externa inclusive. Cuanto más arraigados e intensos sean los apegos, más densa es la forma creada, y menos posibilidades tendrá el hombre de vivir conscientemente en los niveles sutiles de su existencia. Esta comprobación es fundamental para los que se preparan para las próximas circunstancias planetarias, en las cuales será importante trascender la vida física y ser apto para entrar en otras dimensiones con facilidad.
La forma física actual que presentamos es el resultado de la potente focalización hecha por un núcleo nuestro más profundo, primero en el plano astral y, después, en el etérico. Su energía unificada, además de ser corresponsable de la materialización de nuestra presencia concreta sobre la tierra, se encarga dé nutrirla durante cierto tiempo. Seth, un habitante de otras dimensiones que se comunicaba con los hombres a través de Jane Roberts , dice que la esencia está en constante estado de pulsación. A esto puede agregarse que una forma puede desaparecer y reaparecer, si voluntaria y conscientemente se desarrollara cierta capacidad interna.
Del mismo modo existen seres de alta evolución, ya libres de los ciclos encarnatorios y, por tanto, desprovistos del propio átomo permanente físico (partícula esencial que posibilita la formación de un próximo cuerpo físico denso) que, a través de actos de voluntad-poder aún desconocidos para el hombre común, consiguen reunir átomos del depósito general del universo y componer un cuerpo para ser utilizado durante determinados períodos. Principalmente en la cultura oriental, son conocidos casos de iniciados que tomaron un cuerpo físico así compuesto, y lo hicieron tanto durante períodos menores como durante encarnaciones enteras.
Otros ejemplos pueden extraerse de vidas como la del Conde de Saint Germain, conocido personaje de la historia de Europa del siglo XVIII. Eso ocurrió durante un período que superó el de una vida humana normal. Voltaire escribió a Federico II de Prusia que Saint Germain, era "un hombre que nunca muere y que lo sabe todo". Por otro lado, Madame d'Adhémar, en 1789, menciona que Saint Germain mantenía el mismo semblante juvenil de 1760.
También H. P. Blavatsky, en su libro “Isis Sin Velo”, tomo 11, dice: "Como en el caso de la reencarnación de los lamas dei Tibet, un Adepto del orden más elevado puede -vivir indefinidamente. No obstante, su estuche mortal usa ciertos secretos alquímicos para prolongar el vigor juvenil mucho más allá de los límites usuales; con todo, el cuerpo raras veces puede mantenerse por más de doscientos o cuatrocientos años. Entonces se desecha la vestimenta vieja, y el Ego espiritual, obligado a dejarla, escoge para su habitación un cuerpo nuevo, lozano y lleno de saludable principio vital".
En realidad, las posibilidades que una consciencia tiene de materializarse son innumerables, y dependen no sólo de su grado de desarrollo sino principalmente de la real necesidad, para el plan evolutivo, de que tal acontecimiento se produzca.

Los seres extraterrestres tienen diferentes razones para aproximarse a la órbita física, psíquica y espiritual de la tierra. Nos inspiran interiormente, ayudándonos en nuestros caminos evolutivos. En el curso del ciclo en el que el hombre pasa por la iniciación, ellos están presentes, como lo expresa el ya citado Djwhal Khul, volviéndose no sólo perceptibles sino también visibles a los ojos internos del iniciando. Enseñanzas más amplias a ese respecto fueron transmitidas telepáticamente a Alice A. Bailey por el propio Djwhal Khul, a través de una extensa obra escrita durante cerca de veinticinco años de trabajo. Durante ese tiempo el autor se encontraba encarnado en el Tibet, mientras que la receptora, Alice A. Bailey, vivía físicamente en Inglaterra. Libros que contienen elementos básicos sobre el asunto que mencionamos, y otros que presentan meros indicios respecto a aquél, nos fueron transmitidos mediante el proceso telepático que había entre los dos, y que no sufría interferencias del plano astral colectivo terrestre y de sus habitantes. Entre esos libros que son fuentes seguras de enseñanza se encuentran: Telepatía y el Vehículo Etérico, Tratado Sobre los Siete Rayos, y el ya citado Tratado sobre el Fuego Cósmico.
Otros extraterrestres estimulan personalidades-claves de este planeta, como determinados músicos y descubridores. Observando el tenor de la vida individual de ciertos hombres considerados "genios" de esta humanidad terrestre, se advierte que su comportamiento externo no siempre coincide con la calidad superior de los momentos más elevados de sus obras. Eso es patente en muchas piezas musicales (principalmente de Occidente), que están más allá del "valor" espiritual y humano de los mismos compositores.
Los científicos también pueden ser inspirados por extraterrestres, principalmente en el campo del control de la contaminación, mientras otras fuerzas positivas, juntamente con los grupos dévicos, se encargan de transmutar la intoxicación que se volvió normal en este planeta y que, en breve, estará llevando a una reacción de consecuencias incalculables.
Esa ayuda en los dominios prácticos de la vida no se está dando abiertamente porque la explotación comercial no se permitiría en la ética espiritual de la galaxia, y porque en la tierra predominan valores arbitrarios: tan sólo aquí a todos los bienes se los evalúa en términos económico-financieros. Por otro lado, hace mucho que la ciencia terrestre conoce sistemas para generar energía que no son contaminantes, pero no los aplica y prefiere las que degeneran las tierras y las aguas, para no mencionar al aire que, en ciertos sectores, ya se volvió irrespirable.
La ciencia terrestre sabe que hay energía del sol concentrada en las corrientes oceánicas en cantidad suficiente para justificar la. construcción de usinas térmicas marinas. A través de ellas se podría generar electricidad para la producción de hidrógeno líquido, combustible líquido y no contaminante. Además de ello, esas usinas provocarían artificialmente W ascensión de corrientes acuáticas que volverían a fertilizar la superficie de los océanos, que están actualmente desvitalizados, principalmente cerca de las playas.
El silencio de los extraterrestres en el ámbito de los descubrimientos técnico-científicos tiene su razón de ser. Los gobiernos de las naciones de la tierra no usaron aún las reservas del conocimiento que ya poseen porque prefieren la explotación económica al establecimiento de una armonía ecológica. Mientras podría estar aplicándose la tecnología sana, se prefiere, por ejemplo, gastar un millón de dólares por día sólo en el golfo de México, en busca de nuevas fuentes marinas de petróleo.
Para que se usasen aquí, ampliamente, la energía solar y la energía del universo, sería necesario que el karma de este planeta lo permitiese (lo cual ocurrirá en un futuro próximo, tras una selección en la especie humana). Se admite que la comercialización de los recursos de la propia tierra se efectúe durante algún tiempo; empero, la comercialización de la energía que proviene del sol o del universo en sí jamás sería posible, porque las áreas extraterrestres viven bajo la ley de la evolución en sus aspectos superiores. Lo que el cosmos contiene es de todos, y no sólo de los que pueden comprar. Esa es la Ley.

En nuestros encuentros, Sarumah dijo con toda seguridad que también se nos está preparando, por parte de los extraterrestres y de los intraterrestres, para la gran crisis de la inclinación del eje planetario. Una operación para el salvamento de algunos millares de individuos está lista para funcionar, inclusive en el caso de que en el plano físico estalle la guerra nuclear. Como se sabe, en los niveles mentales esa guerra ya existe. Sarumah afirma que ya se está organizando mucho trabajo en beneficio de la reconstrucción de la Tierra; lo cual ocurrirá después de hechos, según él, inminentes.
En esa línea de trabajo, seres desencarnados están pasando por el proceso de cambio del código genético; ya están encarnando niños según ese nuevo código; y también se efectuaron operaciones quirúrgicas en los cerebros y en los sistemas de pensamiento. Obviamente, nos referimos a las experiencias de naturaleza superior.
Transcribiremos a continuación el relato de una de esas experiencias, vivida por una joven que nos autorizó a publicarla:
"Una noche resolví enviar mentalmente un mensaje al espacio, en forma de oración, pidiendo que fuese acogida por algún hermano extraterreno que poseyese un espíritu elevado y sintonizado con el Cristo.
"En seguida me dormí e inmediatamente tuve un sueño tan nítido y coherente que me pareció estar viviendo una realidad más verdadera de la que experimentamos cuando nos encontramos en estado de vigilia. Tan pronto me dormí, me vi ante una puerta cerrada, que golpeé con la esperanza de que alguien allí dentro abriese. Como no .obtuve respuesta, puse debajo de ella un sobre conteniendo un mensaje... y fue ahí que comenzó todo.
"De repente, la puerta empezó a abrirse, y una joven de blanco, con aire de mucha sencillez, surgió con mi carta en sus manos, invitándome a entrar. Tuve un momento de indecisión, pues mirando hacia atrás, vi el cuerpo físico mío dormido en la cama, lo cual me hizo descubrir que yo era dos personas al mismo tiempo. No obstante, la joven manifestaba un espíritu tan bondadoso que resolví acompañarla.
"Fue entonces que me vi en una especie de sala muy oscura. Cuando me quejé de la oscuridad, la joven me dijo: 'Ven más hacia el fondo, pues allá dentro hay claridad'. Entonces divisé una puerta que conectaba con otra sala en la que brillaba una luz blanquísima. Al entrar allí me encontré en un ambiente muy grande, redondo y lleno de láminas de vidrio a través de las que se veía el paisaje allá afuera, compuesto por muchos árboles. Pude percibir que era de noche.
"En la sala en la que me encontraba, procuré en primer lugar descubrir de dónde provenía aquella luz que era de un blanco que nunca había visto en mi vida. Empero, no conseguí encontrar su foco pues parecía venir de todo el ambiente al mismo tiempo.
"Cuando estaba en esa búsqueda, noté que en la sala había algunas personas; conté cinco en total, pero la joven que me condujera no estaba más allí. De los otros, por más que me esforzase no conseguía verles las fisonomías, tan sólo las ropas que eran también muy blancas y todas iguales, semejantes a túnicas largas.
"Fue entonces cuando uno de ellos se acercó y ordenó que me acostase en una especie de mesa de operaciones, sobre la cual había un objeto semejante a una lámpara redonda, aunque de ésta no saliese luz alguna pues, como dije, la luz parecía emanar de todos los lugares al mismo tiempo.
"Permanecí recelosa y no me moví del lugar. Uno de ellos me llevó entonces a una especie de panel de computadoras en el que innumerables fotografías de colores mostraban cerebros humanos. Noté que en cada uno de ellos había un triángulo delimitando determinada área. Aquel ser que me acompañaba me dijo que se trataba de cerebros que serían trabajados en las áreas que se veían allí marcadas. Tomó una de las fotografías y, apuntando hacia el triángulo que había en ella, me dijo que se trataba de mi caso: aquella era la parte que se trabajaría. "Me condujeron delicadamente hacia la mesa de operaciones y me ayudaron a recostarme allí. Me dijeron que yo no necesitaba tener miedo, pues no me tocarían, sino que sólo ajustarían la 'frecuencia' de mi cerebro.
"De repente, empecé a oír un zumbido extraño, que iba aumentando con increíble rapidez y que se iba tornando extremadamente fino y estridente. La parte de atrás de mi cerebro, situada por encima de la nuca, parecía girar como un remolino. En seguida, uno de ellos puso las puntas de los dedos en mi cabeza, exactamente en el área en la que todo aquello ocurría, y ordenó a los otros que pararan, pues, según él, yo no soportaría lo que vendría después. Dirigiéndose a mí, me dijo que yo podía despertar en paz.
'Fue entonces cuando desperté, sintiendo aquella región que aún giraba, y con una sensación tan extraña en la cabeza que nunca más pude olvidar ese sueño. A partir de ese momento empecé a ver y oír muchas cosas que antes no veía ni oía, y a notar que gran parte de mis sueños empezaban a tener' una correspondencia con los acontecimientos del día."



En uno de nuestros encuentros, Sarumah me entregó una serie de escritos diciéndome: "Este es el tema de sus próximas disertaciones públicas". Contenían un conjunto de datos raros, de recomendaciones a efectuar a individuos que fuesen receptivos a ellas, deseos, aforismos para pronunciarlos en voz alta o silenciosamente según fuera el caso, además de fotos en colores. La divulgación y el uso de ese material quedaría librado a mi criterio, según me dijo Sarumah.
A título de aclaración, debo participar a los que leen este libro que de mi ser interior nunca tuve contraorden alguna que le indujera a rechazar esos consejos. Además de ellos, circunstancias de la vida se me presentan de forma inesperada, a fin de que todas las indicaciones de Sarumah fueran puestas en práctica. Entonces, procuré hacer eso de la mejor manera posible, tomando precauciones para que el asunto no se contaminara con el astralismo ni con las supersticiones que generalmente existen en torno de ese tema.
"¿Por qué me está usted suministrando este material?", le pregunté. Sarumah sonrió al responderme. Sugirió que el hecho de que un individuo no trabaje por di nero es motivo para que sea observado y encarado positivamente por los seres extraterrestres, y escogido por ellos para el "trabajo". Otro punto importante a los efectos de esa selección es la apertura y la dedicación al servicio evolutivo y altruista, dentro, sin embargo, de las leyes que ordenan las actividades de la Fraternidad Blanca y sin compromisos con fuerzas involutivas.
Los seres extraterrenos e intraterrenos se comunican con nosotros principalmente a través de los contactos telepáticos superiores que ocurren de alma con alma en la cuarta dimensión. Empero, como su trabajo implica también una acción directa en el plano físico, hay en sus naves espaciales equipamientos adecuados para los niveles de la realidad más densa, pues, siempre que esos vehículos se materializan, la tecnología física necesita necesariamente estar presente. Así, a través de lo que llamaríamos "espejos reflectores" pueden, cuando están más materializados, acompañar desde las naves espaciales los movimientos y las acciones de cualquier individuo que viva sobre la Tierra. Todas las observaciones hechas serán útiles en las futuras actuaciones en el plano físico, cuando serán recogidos, según las informaciones obtenidas, los individuos que irán a permanecer durante cierto período en bases como ERKSo en naves espaciales.
El acompañamiento de lo que ocurre en la tierra y de lo que sucede con los individuos "autoconvocados" es un hecho, en este período actual. Lo que pude observar con el contacto con Sarumah y también en otros momentos es que los yoes superiores de los "autoconvocados" están en perfecta sintonía con la colaboración que los seres de otros sistemas planetarios y hasta de otras galaxias dan a la tierra. Un trabajo interior ha de hacerse con apoyo mutuo, y de él no siempre están conscientes las personalidades terrestres.
"Soy el portero de ERKS", me dijo Sarumah con aire de broma. "Mi tarea es conducir a ERKS a los que deben entrar allá." Al respecto, desde el punto de vista terrestre, ese nombre -que, por otra parte, es una sigla- puede significar: "Encuentro de. los Remanentes Kósmicos Siderales", aunque no sea sólo ese su significado, y ERKS no tenga solamente esa función.
"¿Quién va hacia allá?", le pregunté; "¿Cuál es el criterio de esa elección?" "No somos nosotros quienes escogemos", me dijo; "quien tiene que ir allá ya está escogido. A nosotros sólo nos corresponde reconocerlo. Aquellos que irán están listos para recibir el nuevo código genético." La respuesta a mis preguntas no provenía en aquel momento sólo de Sarumah sino también de lo profundo de mi ser, que me decía: "Entre los ,llamados, están los escogidos, que son los que optan libremente y bajo la propia responsabilidad, por seguir una evolución consciente. Así, salen del ritmo natural de la mayoría". Otra vez sentí que Sarumah y mi yo profundo estaban en perfecta sintonía, o mejor dicho, que eran para mí una realidad única.
En cierto modo, las informaciones que se me estaban dando eran, como ya dije, conocidas. Sin embargo, me puse a leer los escritos, anotando los puntos que necesitaban estudiarse mejor cuando me encontrase nuevamente con Sarumah, y cuando estuviese en mis momentos de mayor recogimiento.
Hubo algunas conversaciones telefónicas entre Sarumah y yo. A través de esas comunicaciones él me dio noticias sobre futuros libros que, por lo que comprendí, estaban "listos" en los niveles superiores de la consciencia: yo sería usado como canal para su materialización. Sentía la presencia de Sarumah en mi interior. El desarrollo del centro energético de su corazón me ayudó a "comprender" muchas cosas a distancia, pero no . sé decir en términos racionales, cómo ocurrió eso. No existe posibilidad de explicaciones en ese campo. Lo que puedo afirmar a ese respecto es que mis contactos con Sarumah me llevaron a ver al planeta Tierra como si yo estuviese, en ciertos momentos, fuera de él. Llegué a percibir, desde un nuevo punto de vista, lo que antes me parecía normal. Los hechos relativos al presente desequilibrio ecológico, al igual que situaciones humanas desarmoniosas, cuando se las encara a partir de ese nivel de consciencia más amplio nos llevan a comprender por qué un ser como Jesús, en aquella encarnación suya hace dos mil años, jamás sonrió.



Sarumah es miembro de un grupo encargado de la evacuación masiva de millones de seres humanos que se efectuará cuando llegue el momento correcto. La evacuación de un número reducido de personas ya viene ocurriendo, según las informaciones que él me dio. Durante el último gran terremoto de la ciudad de México, por ejemplo, me dijo Sarumah que fueron llevados hacia ERKS 5.000 individuos entre los considerados "desaparecidos".
Las fotos de las astronaves y, principalmente, la foto de la red de iluminación de ERKS materializada para que quedara documentada su existencia, estaban allí frente a mí. Interiormente, yo sabía que no se trataba de fraude fotográfico, y las vibraciones que sentía venir de ellas indicaban que Sarumah omitía muchas informaciones, al hacer rápidamente la síntesis de todo aquello para mí. "Volveremos sobre el tema", nos decíamos uno al otro. "Tenemos tiempo, hasta que llegue el momento". La evacuación masiva se está preparando poco a poco en los días actuales, y para ella yo ya estaba siendo convocado.
Puede preguntarse qué sucederá con aquellos que no fueron recogidos.
En un proceso de crisis planetaria como éste que estamos ahora viviendo, se producen muchos reencauzamientos, siempre en sintonía con la evolución del Todo Mayor. Por tanto, parte de los seres que habitan esta Tierra desencarnará y no volverá a reencarnar aquí, sino que pasará a otro sistema planetario. Esas almas ya se aprontan para esa transmigración, cuando sean conducidas a un lugar "ya preparado para ellas", según una amorosa frase que llegó a mi conocimiento. Allá, en un planeta que aún no es físico, recomenzarán a partir de la vida primitiva, teniendo todas las oportunidades de aplicar la experiencia anteriormente hecha en la Tierra. Los seres que pueden acompañar el ritmo de la nueva consciencia planetaria terrestre permanecerán aquí, encarnados o no, viviendo en un estado de consciencia superior al actual.

La presencia física de Sarumah cambió la atmósfera del recinto en el que me encontraba, y las fotos, que guardé en sobres pero que quedaron siempre allí cerca, irradiaban mucha energía positiva y curativa. Eso lo usufructuaron personas que vinieron al departamento luego de nuestros encuentros.
Poniendo la palma de mi mano sobre las fotos, pude distinguir claramente la diferencia de vibración que existe entre una nave espacial proveniente de Júpiter y una de Marte; entre una de Saturno y una de Venus. Una de ERKS, que se dejó fotografiar en cuatro velocidades al mismo tiempo, irradiaba un calor característico, y con ella se experimentaba profunda afinidad.



Pero no terminaremos este capítulo sin registrar otra función importante de los seres extraterrestres que, en todos los tiempos, aparecen bajo el ropaje de yoguis o instructores de la humanidad. Su presencia irradiante transmuta la atmósfera psíquica de este planeta, en los planos de consciencia en los cuales se organizan las encarnaciones. Incluso, debido a esa irradiación especial, almas evolucionadas pueden venir hasta la tierra y encarnar aquí, porque existe la calidad de magnetismo adecuada para atraerlas. Ese magnetismo, sin el cual sólo encarnarían almas de nivel evolutivo mediano, es alimentado continuamente por Seres que están en cuerpos físicos, irradiando la energía inclusive del amor cósmico. Sabemos, aunque eso no puede ser comprobado concretamente, que no habría posibilidad de que ciertas almas más evolucionadas descendieran hasta la encarnación terrestre, si ciertas Presencias no estuviesen aquí, abriéndoles el camino entre la densidad general.
Uno de los secretos de los "maestros escondidos", que en el pasado vivían en grutas o en los desiertos, era el de estar aquí en la tierra no en función del propio progreso o del propio desarrollo espiritual, sino en beneficio de la humanidad. Babaji, conocido principalmente en el Oriente y vinculado internamente con Yogananda, es un ejemplo de esos Seres de rara capacidad de sacrificio. Pueden estar en cuerpos físicos o etéricos, entre nosotros, participando en civilizaciones visibles o invisibles. Sin embargo, no son accesibles a través de contactos parecidos a los que seguimos teniendo en nuestra vida común.
Muchos campos de conocimiento serán abiertos al Hombre, en un futuro próximo. Lo que en el pasado estaba reservado para una minoría, tras los próximos y significativos acontecimientos mundiales será claramente anunciado desde lo alto de los tejados.

UNA NUEVA CONCEPCION SOBRE EL HOMBRE
Entre los papeles que Sarumah me entregó, algunos fueron escritos por vías especiales. Su contenido es fruto de la captación telepática de grupos de estudios coordinados por Sarumah, y de las disertaciones. pronunciadas por él bajo inspiración extraterrestre.
Parte de estos contenidos son atribuidos a seres que tienen su vida en ERKS, o que mantienen contacto con ERKS. No tenemos intención de decir aquí sus nombres como se suele hacer en esos casos, porque, según lo que comprendemos en nuestro propio interior, dar humanamente nombres a las cosas y a los seres es una tendencia mental -que no siempre corresponde a la realidad de los mundo superiores. Aunque haya en otras dimensiones formas de comunicación que pueden corresponder a las que actualmente usamos en el plano físico, optamos por mantener el anonimato en todo lo que se refiere a estas transcripciones, con la finalidad de no aproximarnos más al mundo de las almas y las Mónadas.
Almas ya liberadas de la influencia terrestre incluyen eventualmente nombres en los mensajes que nos transmiten, pero sólo lo hacen porque todavía los necesitamos. Por tanto, si prescindimos voluntariamente de esa personalización, podemos sentirnos más libres, aunque aún estemos viviendo en los planos ilusorios de la materia más densa, en los cuales hasta a los dioses se da nombres humanos.
Otra consideración que gustaríamos hacer en relación con esos escritos es la de que pretenden desarrollar, en el lector, el llamado "consciente derecho" que produce la posibilidad de abstracciones y de comprensión directa de la Realidad, sin que eso se dé a través de palabras. Por tanto, las palabras no tienen aquí el mismo valor ni la misma intención que podrían tener en un texto normal. Están reunidas para invitar al lector a dirigirse hacia dentro de sí mismo, y para encontrar allá lo que ellas no pueden expresar. Por ello, si pudiéramos prescindir de algunos conceptos relativos al ordenamiento habitual de las frases, a la secuencia cronológica normal de una narración, o al modo corriente de obtener estimulación mental o emocional de los textos en general, con más facilidad conseguiremos que se nos ayude a comprobar niveles abstractos de la vida.
Muchas veces la vibración del alma, o "verbo divino", es deformada por el intento que el hombre hace de expresarla en el plano físico. Los escritos originales que me fueron dados no tienen preocupaciones formales. Tienen en cuenta que nuevos modos de comunicación están y al alcance del hombre que despierte a su yo "consciente derecho", y que tal comunicación se encuentre en los terrenos telepáticos, y no sólo en el ropaje con que cubrimos al "verbo interior", ropaje que denominamos palabra humana.
Además de ello, la mayor parte de las lenguas que se hablan actualmente en la tierra, incluso las más sintéticas, expresan al "consciente izquierdo" del hombre, o sea, al nivel de consciencia que se limita al etérico-físico, emocional y mental pensante. Tanto es así que los estados interiores existentes más allá del mental no pueden documentarse correctamente por escrito, y dan una idea deformada a quien los quiere "estudiar" intelectualmente, sin ponerlos en práctica. Aunque un texto místico o filosófico esté bien escrito, no da nada más que una indicación de los estados que está describiendo o, mejor dicho, haciendo lo posible para describirlo. Cuando se pone en práctica una enseñanza recibida a través de palabras, se ve cuánto difiere la realidad de las descripciones que de ella se hacen.
Todos sabemos que las palabras humanas todavía son necesarias; preparémonos, pues, para usarlas de la mejor forma posible, teniendo en cuenta, sin embargo, que no son nada más que meras indicaciones. Otra cosa no esperaremos de ella a medida que nos interesemos más por la comprensión que nos produce el "consciente derecho", y menos por las sensaciones de la lectura. El material que me fue inicialmente presentado para componer este libro era un conjunto de anotaciones de impulsos telepáticos, o de declaraciones de intermediarios. Muchos párrafos se referían a ciertas etapas del proceso de desarrollo de un grupo específico de individuos, y por eso no fueron incluidos aquí f. Los asuntos, en los escritos originales, eran variados y relativos a la preparación para la partida de millares de seres humanos hacia ERKS, en un futuro próximo.
Tratándose de un libro preparatorio (como también lo son los que escribí anteriormente), muchos asuntos en él abordados, quedan, a veces, sólo levemente sugeridos.
En un próximo estudio se los verá más ampliamente. Por el momento, quedará a cargo del propio lector profundizar el tema presentado, pues la naturaleza de este trabajo es subjetiva y debe realizarse en el interior de cada individuo. Si permaneciéramos en el plano de la argumentación o del exceso de explicaciones, o incluso buscando comprobar lo que se está diciendo, estaríamos confirmando la hegemonía del "consciente izquierdo"; estado que el libro se propone trascender. En tanto, el nuevo paso que se presenta no pretende negar la importancia de la conquista del nivel mental efectuada por el hombre. En verdad, nos prepara para una síntesis, en la que estará incluida la esencia de todo lo que ya alcanzamos en nuestra evolución.
Así como sería inadecuado sujetarse a los falsos principios de cualquier sistema educativo, sería igualmente inadecuado negar la verdad del conocimiento antiguo. El arte de la síntesis entra en este trabajo, que significa valernos de lo que es oportuno en el momento, y prescindir de lo superfluo, de lo meramente decorativo. Este es un principio de educación espiritual.
Las formas de expresión del "consciente izquierdo" pueden, a cierta altura del desarrollo del hombre, funcionar como obstáculo a la presión de las energías superiores. Ello no excluye,' sin embargo, que las ideas aquí expresadas ratifiquen el conocimiento antiguo: desde-la primera escritura que apareció entre los hombres, inspirada por los niveles superiores de la consciencia, la meta de alcanzar la síntesis sagrada fue presentada a los que sabían comprenderla.
La información retirada del material entregado a mis cuidados será transcripta en adelante en itálico.


ERKS, encuentro con las naves porteras en la ciudad intraterrestre

Véase:

http://vidaconsciente.wordpress.com/category/trigueirinho/

9 comentarios:

  1. Sarumah, era un medico argentino, del cual ahora no recuerdo su verdadero nombre, pero si investigo lo encontrare, el cambio su nombre por el de sarumah, por sugerencia de los extraterrestes.
    En una ocasión escuche una cinta de cassete, con cantos de dicho doctor, estos cantos en castellano se los dirigia según él a los hermanos extraterrestres.
    Trigueirinho es discipulo de sarumah, dicho señor sarumah hacia acampadas en el valle de Erks con más gente, en donde atraves de sus canciones llamaba a las naves extraterrestes.
    A la muerte de saraumh, Trigreirño, comenzo a escribir toda una serie de libros, además construyo un lugar en Figueria (Brasil) para todos sus seguidores,la gran mayoria de Argentina, Brasil, Uruguay y algunos otros.
    Lo unico que se pide para formar parte de este grupo, es tener FE, por que demostrar no pueden demostrar nada, es más, su forma de funcionar me recuerda mucho a la iglesia católica, en donde el componente base de sus fieles tambien es la fé.
    Los grupos de Trigueirinho, son grandes devotos de la virgen, y entre sus miembros hay personas que dicen tener visiones marianas y contactos extraterrestes.

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  2. Gracias por escribir, conozco los datos que me decís. Hay quiénes dicen que la verdadera identidad de Sarumah fue Cristo Acoglanis, bautizado como el portero de Erks. Sin embargo, otros testigos, señalan que eran dos individualidades distintas. Trigueirinho fue uno de los primeros en escribir sobre los misterios de la ciudad intraterrena, en base a los escritos de Sarumah.

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  3. Gracias por publicar mi comentario, lo cual dice mucho en favor de tu bolg.
    Efectivamente, la verdadera identidad de sarumah era la de Cristo Acoglanis, luego de dejarte el comentario, busque esta información, la cual recogi de una persona que lo conocio personalmente.
    Todo lo que se dice de él, viene atraves de los libros de Trigueirinho, quizás lo que más daño le hace a esta información es que todo se sustente en la fé.
    He leido varios libros de Trigueirinho, entre los cuales se encuentra Erks, Niskalkat, Aurora, entre otros, el principal mensaje de la obra de este autor se centra el el fin del mundo, y el rescate de "algunos seres" que formaran parte de una nueva humanidad, parece ser que parte de estos seres rescatables se encuentran entre sus seguidores, muchos de los cuales viven aterrorizados psicologicamente, esperando la llegada de una gran roca que vendra del espacio y colisionara con nuestro planeta destruyendo al 90% de la humanidad, los seres más preparados interiormente, los más puros se salvaran porque seran rescatados.
    Los continentes desapareceran y solo algunos lugares en la tierra permaneceran intactos, entre los que se encuentran Figueira (Brasil) donde vive el propio Trigueirnho, Aurora, (uruguay) donde estan contruyendo otro centro y poco más. Todo esto como comprenderas me parece muy sospechoso, porque parace ser que visto lo visto, solo ellos se consideran los autenticos portadores de la luz y por lo tanto merecedores de ser rescatados, se olvidan de esa parte de la humanidad que trabaja para la luz incondicionalmente, la margen de credos o religiones y sin depositar su fé en los extraterrestes, pues al margen de que estos participen o no de ciertos eventos planetarios (que yo si creo que participan) no creo que tangan tiempo para hacer una lista de los rescatables.
    Hay muchas información confusa en los seguidores de Trigueirinho, y por parte de sus miembros directivos, (que tambien los hay) cito a Shimani y Artur,como los principales, tienen pocas ganas de aclarar nada, pues según ellos las dudas solo surgen cuando no hay suficiente fé o las fuerzas involutivas toman el control de tu vida, y despues de decirte esto se quedan tan a gusto.
    Un saludo muy grande y gracias por tu contestación.

    P.D No pongo en duda que el fin de este mundo o civilización este proximo, y este pueda ser causado por un gran meteorito, una guerra masiva, plagas diversas etc....Pero la última palabra la tiene la humanidad, la clave
    para superar este trance se encuentra en el interior de cada ser.
    :)

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  4. Gran parte de los escritos de Triguerinho, tienen como fuente a la Teosofía, el movimiento creado por la rusa Helena Petrovna Blavatsky, además de la figura de Asthar Sheran. La visión catastrofista sobre la Humanidad, se inició con los primeros grupos de contactados mundiales, algunos ejemplos: Siragusa, Sixto Paz, y actualmente Giorgio Bongiovanni. Con los años, el discurso varió, y se hizo menos bélico. El gran problema de interactuar con esas inteligencias, llámese intraterrestres, terrestres, dimensionales, etc., es que la información que trasmiten, es siempre confusa y controvertida. Creo en la existencia de una Hermandad Blanca, pero a su vez hay una oposición encarnada en los Superiores Desconocidos, o Hermandad Negra que interfiere en nuestro normal desarrollo evolutivo. La desaparición de antiguos registros históricos así me lo confirman, ignoramos todo sobre el pasado de las antiguas civilizaciones, lo cual ayudaría a explicar el descalabro actual. Por eso más allá de las buenas intenciones de los contactados, sobre todo en algunos momentos de lucidez, el resto siempre será en tinieblas

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    1. Que tragico, la busqueda de la luz no debe tener tantas explicaciones, solo hay que andar sereno en la paz.
      Y las dudas dejarlas al viento..
      Y solo saber que hay una humanidad conciente de evolucionar.

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  5. Totalmente de acuerdo contigo.
    Seguire tú estela en este blog.
    Un saludo muy afectuoso.

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  6. SI QUEREIS PRUEBAS,Y MAS DATOS VOY A DAROS UNA PAGINA SE LLAMA "NACION COSMICA"DESPUES DE LEERLA COMENTAIS,POR CIERTO HAY MUCHAS FOTOS EN LOS LIBROS DE TRIGUERIHO QUE SON DE UN TAL ALBERTO FIBERTEL BUSCARLO Y VEREIS,AUNQUE EL NUNCA PONE DATOS DE LOS AUTORES DE LAS FOTOS QUE PUBLICA EN SUS LIBROS.SOBRE LO DEL FINAL.....LEER NACION COSMICA Y SABREIS ALGO MAS.PAZ Y AMOR PARA TODOS.

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  7. Creo que hay que matizar con claridad cuáles son las influencias "teosóficas" de Triguei... Realmente muchas de sus teorías, ciertas o no, desvirtúan varias ideas teosóficas, léase de Madame Blavatsky.

    Un abrazo.

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  8. Hola Juan:

    Gracias por escribir. Coincido en algún punto contigo.

    Sin embargo, como conocedora de la obra de la teósofa rusa, creo que Trigueirinho, agrega una nueva modalidad, que la ST (Sociedad Teosófica) no abordó demasiado y que es el factor ufo.

    Hubo con un velo, con ese tema, no se habla mucho de eso, es más se esquiva en lo posible.

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