6 de febrero de 2009

Mundo Subterráneo - Bolivia

Aunque se cuentan por cientos los relatos que venimos recogiendo sobre este esquivo mundo subterráneo, tratamos de enfocar nuestras mirada en información reciente o datos nuevos, que puedan otogar respuestas al interrogante que su existencia supone. Fue así que en el 2008 tuvimos oportunidad de contactar a un investigador boliviano, G. Antonio Portugal Alvizuri, quién alega haber tenido una increíble experiencia con seres intraterrenos durante la década del 80'.

Su silencio impuesto se rompió en el 2007 cuando dio a luz un libro, La Chinkana del Titicaca, donde narró su encuentro. Amablamente luego de unos intercambios epistolares, el estudioso envió a esta autora dos libros de su autoría, donde se recogen sus vivencias en cuanto al mundo subterráneo, y que da cuenta de los sucesos acontecidos luego de producirse un fabuloso descubrimiento en las márgenes del famoso lago boliviano. Portugal Alvizuri integra el prestigioso UNAR (Unidad Nacional de Arqueología - Bolivia), convirtiendo su testimonio en un relato más que atendible teniendo en cuenta su currículum profesional.


Nunca pensé que el sencillo libro que publiqué hace año, titulado "La Chinkana del Titicaca", motivaría encontradas opiniones entre los lectores. Sin embargo, confieso que tampoco pensé que despertaría tanto interés, que me llevó a editar tres ediciones hasta la fecha

Algunas personas piensan aún que esa publicación fue el fruto de una mente afiebrada y fantasiosa. Pero también son muchos los que tomaron muy en serio mi aporte al conocimiento de la verdad que encierra nuestra amada tierra. De ellos recibí el aliento para continuar con mi labor.

Sin embargo, hoy debo confesarles que la experiencia relatada en esa obra cambió radicalmente mi vida, que hasta ese entonces fue muy agitada y llena de sobresaltos vividos en diferentes partes del mundo. El hombre mundano quedó atrás, para dar paso al buscador incansable de la verdad y la luz. Esas experiencias pasadas del joven frívolo hoy apenas vienen a mi mente, como si se tratara de recuerdos de otra persona.

Ciudades secretas en los Andes

Lo sucedido en la Chinkana me permitió ser otro tipo de ser humano caminando por un sendero nuevo. Cuando vayan leyendo este nuevo libro se darán cuenta de que lo que me ocurrió, fue verdaderamente muy importante y trascendente. Estoy seguro que ustedes coincidirán conmigo en que a partir de mi contacto con los túneles y los seres que de allí emergieron se abrió un nuevo rumbo para mi existencia.
Tuve que esperar más de 20 años para revelar todo lo que hoy hago público. Sé que muchos se preguntarán por qué tuve que esperar tanto tiempo para correr el velo de esta información. Pues sencillamente porque hoy nuestra humanidad está más cerca de un profundo cambio, y por tanto el contenido de mi primer libro y de esta su segunda parte constituyen un pequeño y humilde aporte para fortalecer los esfuerzos de quienes son caminantes y buscadores de la senda de la verdad. Pero también significará para otros un reto que los incitará a cambiar de manera definitiva antes de que sea demasiado tarde.
Como conocí la Chinkana
Para quienes no leyeron mi primer libro "La Chinkana del Titicaca, los túneles secretos del lago sagrado", es necesario que de una manera breve y resumida los ponga en antecedentes de su contenido.
Este libro vio la luz en mayo de 2007 y hasta la fecha ha conocido tres ediciones. En él están contenidas parte de las experiencias que me sucedieron entre los años 1981 y 1982. El relato refiere a un viaje a la Isla del Sol, en el lago Titicaca efectuado en 1981. Todo empezó por mi pasión de buscar permanentemente evidencias arqueológicas. Cuando me encontraba en la localidad de Yumani, fui a visitar las ruinas de Pillkuqayna, que dicen que fue parte de un palacio construido en el tiempo de los Incas. Con mi mochila al hombro y equipado con los implementos básicos para acampar, emprendí la subida por la escalinata hasta la parte más alta del cerro Qiñwani. Caminando lentamente, disfrutaba de la belleza del lugar.
Desde la parte más alta de la isla podía observar en la lejanía la Isla de la Luna, y al fondo la cordillera de los Andes, con sus majestuosos nevados haciendo el marco de un mágico escenario. Luego de llenar mi vista de tanta belleza, continué caminando por esa isla, que en el pasado prehispánico fue parte de un santuario sagrado al que no todos podían acceder. La caminata se fue haciendo larga, y de pronto ya había llegado la noche. Decidí descansar en una pequeña playa, intentando reponer las energías perdidas en el esfuerzo de llegar hasta ese sitio. Mientras quedaba abstraído por el sonido de las pequeñas olas golpeando la orilla, me quedé dormido profundamente. Fue un niño quien me despertó para luego presentarme a los habitantes de la comunidad de Challaparnpa, que es donde había acampado. Él me dijo "me dicen Chino y mi apellido es Arias". Fue así como conocí esa linda comunidad aymara, que luego me permitiría acompañarlos en un festejo. Con la proverbial bondad de este tipo de comunidades, me ofrecieron quedarme, para lo cual me facilitaron un alojamiento.
Al despertar observé que el cielo no presentaba una sola nube. La naturaleza también estaba despertando, y los pajarillos y algunos gallos anunciaban que pronto saldría el sol. Este ambiente, tan apacible y distinto a la ciudad a la que estaba acostumbrado, me incitó a aprovechar esas horas de quietud con un paseo. Subí a la parte alta de ese sector de la isla, y mientras contemplaba absorto el hermoso paisaje que me rodeaba, de pronto aparecieron dos ancianos campesinos aymaras. Me dijeron que se llamaban Pascual y Juana y que no eran de la isla, que ellos habían venido a esa comunidad a visitar a su hija, sus nietos y yerno. Seguramente curiosos de verme en ese alejado sitio, me preguntaron qué es lo que yo hacia en la isla. Les conté que estaba estudiando esa parte de la isla, buscando las cosas que habían dejado los antiguos habitantes que allí vivieron. Les expliqué en sencillas palabras mi pasión por la arqueología. Ellos me entendieron y replicaron que en su comunidad, muy cerca de su casa, habían visto objetos antiguos y construcciones grandes, donde algunos pobladores habían encontrado tejidos y pequeños cuencos de cerámica. El anciano me confesó que él tenía algunos de esos objetos, que había encontrado mientras trabajaba en su chacra. Al remover la tierra con el arado normalmente aparecían vasijas, huesos y muchos fragmentos de cerámica. Ellos me dijeron que sus abuelos les habían contado sobre los antiguos habitantes que poblaron las riberas del lago Titicaca. En ese momento me dijeron que muy cerca de su comunidad existía un túnel al que lo llamaban Chinkana, y que los habitantes del lugar no quieren acercarse a ese sitio. Añadieron: "nosotros somos supersticiosos y sabemos que puede venir la mala suerte para todos nosotros si la abrimos. Nuestros abuelos nos contaban que allí se podían ver objetos redondos. Las personas que salían de ese túnel viajaban en esos objetos, que son como el reloj que usted tiene. Actualmente los del lugar hablan mucho de los objetos luminosos en el lago, que inclusive salen volando desde el interior y entran de igual modo; nosotros mismos los vemos regularmente".

Impresionado por todo lo que estaban revelando, les pregunté si yo podría ir a estudiar y explorar ese lugar. Me respondieron que sí. "Te vaya decir cómo llegar", me dijo Pascual. Acto seguido, se agachó, y con un palito dibujó en el suelo una especie de plano: "Acá se encuentra mi comunidad, la escuela y la iglesia", y trazando una línea recta me dijo: "acá es donde se encuentra la entrada al túnel". Les pregunté si ellos podían llevarme a conocer el sitio donde estaba la entrada a ese túnel. Pascual consultó en aymara con su mujer y luego de unos instantes, ambos contestaron que sí.

Una vez de retorno en la ciudad de La Paz, le conté de todo lo que me había sucedido en el lago a un amigo que recién había llegado de los Estados Unidos. Lo animé a viajar a esa comunidad y conocer si verdaderamente existía ese túnel. Luego de aceptar mi propuesta, pocos días después, estábamos viajamos en mi automóvil hacia esa zona del lago Titicaca, equipados con pico, pala, cuerdas, linterna y otros implementos que podían ser de ayuda para nuestra exploración. A pesar de que Juan Carlos me hizo notar que para llegar a ese sitio necesitaríamos utilizar un vehículo con doble tracción, debido a que los caminos vecinales no eran los mejores, no nos quedó otra alternativa que ir en mi auto. Para tranquilizarlo, le dije que estaríamos tan cerca de la ciudad que cualquier problema lo solucionaríamos sin dificultad.

Cuando llegamos a la comunidad preguntamos por Pascual y Juana, pero los del pueblo nos dijeron que no los conocían. Mientras continuábamos averiguando sobre el amigo Pascual que había conocido en la Isla del Sol, se nos presentó un campesino joven, que dijo llamarse Andrés, y nos dijo:"los estaba esperando". Nos indicó que había recibido una orden de Pascual para hacernos conocer la entrada a la Chinkana.

Rápidamente nos llevó a un sitio donde se podía ver unos bloques de piedra, que 1 uego nos enteramos que eran parte de la tapa que cubría la entrada al túnel. Sorprendentemente el campesino movió esos bloques, y se pudo ver un agujero, que era la entrada que tanto estábamos buscando. Nos preguntamos: "¿quién entra antes?" Las horas pasaban y Juan Carlos se animó a ingresar primero. Le amarramos un trapo mojado en la boca y la nariz para que el olor no lo afectara. Teníamos una cuerda delgada de sólo treinta o cuarenta metros. Con ella lo atamos por la cintura para que en caso de peligro nos pudiera alertar jalándola. Acto seguido nos hincamos y empezamos a rezar para que nada malo nos sucediera. Le recomendé a Juan Carlos que no se arriesgara y que en caso de peligro saliera inmediatamente. Él me tranquilizó y empezó a entrar lentamente. Lo primero que dijo es que allí veía muchas gradas. Bajó unos metros y enseguida volvió a subir, temiendo que el túnel pudiera estar inundado. Dijo que no se animaba a seguir hasta que dispusiéramos de mejores medios. Yo también estaba indeciso y le preguntamos a Andrés si él se animaba Riéndose, nos dijo que no. Ante estas dificultades, yo decidí entrar. Les dije a Andrés y a Juan Carlos: "ya que estamos aquí, por lo menos intentémoslo. Si no salgo en 15 minutos, pidan ayuda en la comunidad". Me pusieron el mismo trapo que Juan Carlos había usado antes en su nariz y su boca. El lugar era tenebroso. Empecé a bajar con cuidado y con la linterna iluminaba hacia mis pies para poder ver donde pisaba. El olor nauseabundo que se desprendía y el miedo me atontaban. Seguí bajando por las escalinatas, pisando grada por grada, con mucho cuidado, mientras Juan Carlos de rato en rato me preguntaba a gritos cómo me encontraba. Yo me detenía por momentos e iluminaba las paredes y el techo. En varios lugares me sorprendió ver extraños signos y figuras trabajadas en piedra, aunque apenas identificables por la suciedad que los cubría. Me internaba más y más, y al poco rato empecé a sentir que me faltaba el aire. De pronto me quité el trapo de la boca y empecé a vomitar por la pestilencia del lugar. El silencio era sepulcral. Quise retomar, pero poco a poco fui superando el miedo y decidí armarme de valor para continuar. Bajé hasta que ya no había más gradas, me detuve en una pequeña plataforma horizontal, mientras alumbraba con la linterna hasta donde alcanzaba la luz. Un poco más allá había una bajada pronunciada; como ya no había gradas, temí resbalar. Allí había barro en el piso, y yo pensaba que podía caer en la profundidad y que tal vez no podría salir de allí. Noté que la cuerda amarrada a mi cintura ya no daba más, lo que me indicaba que estaba a unos 40 metros del sitio de acceso. Juan Carlos me preguntaba gritos si me encontraba bien y qué es lo que había encontrado. Yo lo escuchaba como si fuera el eco de su voz. Le respondía también a gritos que me encontraba bien y que pronto saldría. Traté de internarme un poco más pero no quise correr más riesgos. Dejé de caminar para poder examinar el lugar, pero como la luz de la linterna sólo alumbraba hasta cierto punto y la oscuridad no me permitía ver más lejos hacia el fondo, decidí interrumpir mi exploración de la Chinkana. Así decidí regresar. El túnel estaba oscuro y a lo lejos apenas podía ver la luz de la entrada. Me entró una sensación de angustia. En ese momento lo único que deseaba era salir de allí. No podía avanzar rápidamente porque tenía que caminar subiendo la pendiente hacia arriba y con el barro sentía que me resbalaba a cada instante. Haciendo el esfuerzo de no caerme, pude llegar hasta las escalinatas y recién pude divisar la luz de la entrada.


Cuando estuve fuera del túnel, mi alivio fue grande ya podía respirar aire puro. Juan Carlos me preguntó qué es lo que había allí adentro. Le expliqué que con la linterna no se podía ver mucho y que no sabía cuán largo era el túnel. Esta vez Juan Carlos también se decidió a entrar a la Chinkana. Le advertí que había varios escalones, que una vez pasadas las gradas debía tener mucho cuidado porque había una pendiente cubierta de barro resbaladizo. Mientras tanto, nuestro amigo Andrés nos observaba y no decía absolutamente nada. Le preguntamos una vez más si había estado antes en el túnel, pero se negó moviendo la cabeza, aunque nos dijo que no había de qué preocuparse. Le pregunté si se atrevía a entrar al túnel y se negó nuevamente con la cabeza. Juan Carlos empezó a descender. A la vez yo le preguntaba a gritos si se encontraba bien, y él contestaba que sí. Después de unos minutos volví a gritarle y no me contestó, por lo que estuve a punto de volver a entrar en su búsqueda, pero segundos después él me silbó, indicando que ya estaba de retomo.

Una vez fuera, y viendo que no podíamos continuar cerramos la puerta de entrada, la tapamos con tierra para que no se la pudiera ver de nuevo, y la dejamos como la habíamos encontrado antes de abrirla. Le preguntamos a Andrés dónde vivia, para que cuando volviéramos él nos volviera a ayudar. No quiso contestar, a la pregunta de si nos ayudaría la próxima vez, el nos dijo que posiblemente. "¿Dónde te ubicaremos cuando volvamos?", le preguntamos, y respondió que él nos ubicaría. Juan Carlos y yo le pedimos que no avisara a nadie mas lo de la Chinkana, que le pagaríamos muy bien por mantener el secreto. Se negó a recibir dinero y nos propuso más bien que la próxima vez que intentáramos ingresar, trajéramos una mesa blanca y mucha coca. (ofrendas rituales).
Días después le comenté de este hallazgo al investigador y amigo Hugo Boero Rojo, quien al principio reaccionó dudando de la veracidad de mi relato. Yo le aseguré que toda mi, narración se ajustaba a 10 sucedido. Le reiteré que estuve allí y lo invité a que me acompañara al lugar, pues como él era un escritor y cineasta, podría dar a conocer la Chinkana filmando un documental. Me dijo que si era verdad lo que le habla contado, el me haría famoso en el mundo entero. Y0 le contesté que no quería ser famoso y que sólo deseaba investigar el lugar y filmar el descubrimiento.
Los Seres de Luz.
Asistí al matrimonio de una pareja amiga, y luego de haber compartido con un interesante círculo social, llegué a las 8 de la noche a casa de mis padres, donde vivía por entonces. Al verme preocupado, ellos me preguntaron si tenía algun problema. Yo los tranquilicé diciéndoles que sí pero que se me pasaría pronto.
Después de cenar me acosté, y en la cama tomé un cuaderno y empecé a apuntar los aspectos más relevante de mi descubrimiento. Entre la media noche y la una de la mañana, tratando de conciliar el sueño, pero aún en estado de vigilia, medio despierto y medio dormido, se me presentaron dos entidades de forma humana, que no entraron por la puerta sino que traspasaron las paredes de mi dormitorio. Yo quedé paralizado por el miedo. Traté de gritar buscando ayuda, pero mi sobresalto me lo impidió; traté de escapar, pero no podía mover mi cuerpo. Mi corazón empezó a latir como nunca antes y mi sentía mi cerebro estallar. De pronto noté que de mi nariz brotaba mucha sangre, seguramente por el terror que estaba sintiendo en esos instantes. En ese momento pensé que estos seres me matarían, pero leyendo mi mente y sintiendo mi angustia me tranquilizaron, conectándose mentalmente conmigo. Evidentemente leían mi mente y yo podía entenderlos como si me hablaran directamente. Uno de ellos permaneció parado frente a mí y el otro se sentó al borde de mi cama, tomándome con su mano izquierda, que brillaba en la oscuridad y emanaba calor. Mi mano y mi brazo también comenzaron a brillar. Traté de encender la lamparilla de cabecera, pero no pude hacerlo, ya que me encontraba paralizado.

A estas alturas de mi relato, usted lector seguramente se preguntará cómo eran estos seres y quiénes eran. Les pregunté de dónde venían y si eran de este planeta. Con la mente me comunicaron que me lo dirían cuando ellos retornen a mí. Mentalmente me ordenaron que no revelara el lugar donde se encontraba la Chinkana, y que ellos permanecerían muy cerca de mí para advertirme que hacerlo sería muy grave. Les pregunté por qué no querían que diera a conocer tan importante hallazgo. Ellos me dijeron que yo no estaba preparado y que los investigadores y arqueólogos tampoco. "Pueden destruir todo lo que hay dentro", afirmaron. Yo les pregunté a dónde conduce el túnel. Ellos me explicaron que había varias ciudades subterráneas con sus respecti:os templos, que el túnel donde yo había entrado estaba destruido en tres tramos, y que en el futuro sería reconstruido. También me indicaron que ese túnel tenía muchas ramificaciones, pero actualmente existía otra entrada, que se dirigía a una de las ciudades y sus templos. "Por donde entraron ustedes es un escape y respiradero -precisaron-, años atrás era normal que esa puerta de piedra estuviera abierta, pero las principales entradas son grandes y se encuentran en las faldas de las montañas. Una de las ciudades más importantes está justo debajo del Lago Titicaca, tú podrás verla de vez en cuando, no en el plano físico sino en el astral. Para ello te prepararemos. Tu amigo Juan Carlos regresará a los Estados Unidos. Es ambicioso, pero no se lo puede culpar. Sólo busca tesoros. Tú, por el contrario, estás en busca del conocimiento, pero no estás preparado; nosotros te guiaremos. A Pascual y Juana los pusimos nosotros, lo mismo que a Andrés; con ellos nunca más te verás. Los campesinos del área saben del lugar, pero no lo tocan. Ellos mismos, en un futuro cercano, cuidarán de este sitio y de los otros lugares sagrados de los Andes, porque se vienen importantes transformaciones para los indígenas: desarrollarán actitudes positivas, habrá muchos cambios a nivel social y político para ellos, que son los descendientes directos de los constructores de Tiwanaku".
Los seres que me visitaron esa noche tenían características humanas en su estatura y apariencia externa. Lo extraño es que sus cuerpos brillaban en la oscuridad. Lo que más me llamó la atención fue la profundidad de sus ojos. Eran más grandes de lo normal, de un color amarillento verduzco y se contactaban directamente con los míos mediante el hilo delgado y tenue de un haz de luz parecido al láser. Sentía yo que este haz de luz se introducía por mis ojos y dentro de mi cerebro. Trataba de cerrar los ojos pero no podía. Esas miradas directas venían de ambos seres los que se turnaban: primero el que estaba parado frente a mi cama y después el que se encontraba sentado junto a mí, Su cabellera era de color dorado, y en la oscuridad de mi dormitorio brillaba mucho más aún. No emitían olores ni ruidos. Sus trajes eran claros, no metálicos, más bien como si llevaran túnicas. No sé si eran de sexo masculino o femenino.
Después de haber captado mentalmente las conversaciones, y antes de despedirse, me advirtieron en un tono enérgico, casi amenazante, que no revelara el lugar de la Chinkana y menos nos atreviéramos a entrar de nuevo al túnel, porque no era el momento, y ni mi amigo ni yo no estábamos preparados para ello. Terminaron diciéndome que pronto volverían.
Con Juan Carlos nos reunimos al medio día en su casa. Me dijo que volvería a San Francisco, en los Estados Unidos, como se lo habían sugerido esos seres que también lo visitaron. Él señaló que para él la experiencia nunca sucedió y me pidió que nunca revele que estuvo en el túnel del Lago Titicaca.
Por mi parte, sólo me quedó la opción de visitar continuamente el lago sagrado, unas veces como turista y otras para realizar algunos trabajos de investigación arqueológica. En algunos de estos viajes tuve la oportunidad de pasar cerca del acceso al túnel y observé desde lejos y con mucha prudencia que las construcciones de los habitantes de la comunidad vecina se están acercando cada día más a la Chinkana.


Noticias Cuarto Milenio 29 (Esqueleto de Tiahuanaco)



The Oldest City in the World?

13 comentarios:

  1. Hola, Debbie:

    ¡Qué casualidades tiene la vida! La etiqueta que aparece justo debajo de la de Anselm Pi Rambla es esta de Antonio Portugal Alvizuri. Y si aquél mencionaba esos túneles incaicos(?) llamados chinkanas, éste también habla de ellos, en un bello relato que los considera como intercomunicadores con ciudades intraterrenas bajo el lago sagrado del Titicaca. Aquí no importa tanto creer o no en este tipo de cosas, sino disfrutar con estas atmósferas que recrea el autor. Me quedo con esta bonita frase:

    "... porque se vienen importantes transformaciones para los indígenas: desarrollarán actitudes positivas, habrá muchos cambios a nivel social y político para ellos, que son los descendientes directos de los constructores de Tiwanaku".

    Tal vez esos cambios ya están ocurriendo, ¿o no?

    Me alegra ser el primero en subir un comentario a este post.

    Un abrazo.
    Javier.

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  2. Hola Javi:

    ¿Casualidad? jejeje Mejor dicho, causalidad. Todo está vinculado. Mi amigo Antonio Portugal Alvizuri, que dicho sea de paso fue mi guía de luja en mi visita a Tiahuanaco, es una pieza importante en este gran puzzle andino. Bolivia, Perú, y Ecuador, son la gran puerta al esquivo mundo subterráneo. Ya se sabrá.

    Un abrazo
    Debbie

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  3. Estimados amigos Debbie, Javier y lectores Javier realmente con tu comentario me animas a buscar esta interesante obra De Azevedo. Gracias!
    Recien recibida la obra de Edmund Kiss en edición de 1937, que pienso fue la que animó a Himmler a apoyarle en su proyecto de expedición, me llama la atención en relación a lo comentado por el Sr Pi Rambla sobre el valor a recuperar de los testimonios de los cronistas de Indias, la relación bibliográfica que acompaña a Das Sonnentor von Tiahuanako, de ediciones de estos cronistas.
    Me pregunto si Kiss realmente consultó todos los que cita, ya que alguno de ellos en edición del sXVII eran rarísimos en los años 30 y ante su descripción de los títulos,más que magra, sobre todo las primeras ediciones del XVI, no se si las tuvo todos delante, la verdad. Las reediciones de fines del XIX de Jiménez de la Espada y las inglesas y francesas debieron ser las que consultó, ahí donde indica en alemán, fecha de reedición,de los cronistas, esas si las debió de tener delante. No se que os parece a vosotros. Mantengo las erratas de Kiss en los títulos que relaciona:
    1.Garcilaso de la Vega, El Inka.Primera Parte de los Comentarios Reales Lisboa(Pedro Craesbeeck) 1609
    2.“ “ “EL Inka.Historia General del Peru, Madrid 1722
    3.“ “ “El Inka.The First Part of the Royal Commentaries of the Inkas. Translated and edited by Clement R. Marhaham. London 1869-1871
    4.Piedro (sic) Cieza de Leon, Parte Primera de la Chronica del Peru (Martin de Montesdoca)1553
    5.“ “. Segunda Parte de la Chronica del Peru, herausgegeben von Don Marcos Jimenez de la Espada. Bibliotheca Hispano-Ultramarina II. Madrid 1880.
    6.Pater José de Acosta, Historia Natural y Moral de los Indios. Sevilla 1590. Nachdruck Madrid 1894.
    7.Juan de Betanzos (Don Marcos Jimenez de la Espada), Suma y Narracion de los Inkas, que los Indios llamaron Capaocuna, que fueron Senores de la Ciudad del Cuzco y de todo lo a ello subjeto. Madrid 1880.
    8.Padre Bernabé Cobo, Historia del Nuevo Mundo (Marcos Jimenez de la Espada) Sevilla 1891-93.
    9.comete una errata Kiss y salta al
    10.Conde Francis de Castelneau (sic), Historia del Viaje. Paris 1850/51
    11.Marqués de Radaillac, Lamérique préhistorique. Paris 1883
    12. Pablo F. Chalon, Los edificios del antiguo Peru. Su descripción y clasification cronologica. Lima 1884
    18. William Hickling Prescott, History of the Conquest of Peru. New York 1847

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  4. Visitando el Manual del Librero Hispanoamericano de Palau recompongo más o menos la descripción completa de las lecturas de Kiss:
    1.Vega(El Inca Garcilaso de la) Primera parte de los Commentarios reales que tratan del origen de los Incas, reies, qve fueron del Perú, de su idolatría, leyes y gobierno en paz y en gverra; de svs vidas y conquistas; y de todo lo que fue aquel imperio, y su República, antes que los Españoles pasaran a el Lisboa, Pedro Craesbeck, MDCIX. (Al fin) MDCVIII (1608) Fól.10 hojas, 264 fóls.
    2.Historia general del Perú. Segunda Impresión, enmendada, añadida, etc.Madrid Oficina Real, 1722, fól. 12 hojas, 505 págs.31 hojas.
    Primera edición. Palau da una venta en París en 1913 por 175 fr., y los precios de por entonces en España (de antes de la guerra) de 125 a 150 ptas.
    4. Cieza de Leon (Pedro de) Parte primera D la chronica del Peru. Que tracta la demarcación de sus provincias: la descripción dellas. Las fundaciones de las nuevas ciudades. Los ritos y costumbres de los indios. Y otras cosas estrañas dignas de ser sabidas. Sevilla 1553 (Al fin:)Impreso en Sevilla en cas de Martín de Montesdoca. Acabose a quinze de Março de mill y quinientos y cinquenta y tres anos. Fól gót. 10 h. 134 fóls grabados.
    Es la edición príncipe de la primera parte y única impresa en lengua castellana. Palau da estas cotizaciones: 1800 marcos Hiersemann, 16 libras Quaritch en venta de 1895. 32 libras 10 chelines Londres venta en 1920.
    5. Segunda parte de la crónica del Perú que trata del señorio de los Incas Yupanquis y de sus grandes hechos y gobernación, seguida de la Suma y narración de los incas que los indios llamaron Capaccuna, por Juan de Betanzos. Los publica M. Jiménez de la Espada, Madrid, 1880 4º.
    6. ACOSTA, Fray Joseph de: Historia natural y moral de las Indias. Madrid, Ramón Anglés Impresor, 1894.
    7. En 5 y 7 ,Kiss está describiendo el mismo libro si no me equivoco.
    8. Cobo, Bernabé, Historia del Nuevo Mundo, publicada por vez primera con notas y otras ilustraciones por Marcos Jimenez de la Espada, Sevilla, Bibliófilos Andaluces (impresa por Rasco) 1890-95. 4 vols.4º Esta fue una edición limitada a 200 ejemplares.Se publicó a 40 ptas, pero ya en los años 30-40 se pagaba a 75-100 ptas.
    Kiss comete error en fecha de edición al describirla.
    10.aquí Kiss se refiere a:
    Francis-Louis Nompar de Caumont La Force de La Porte, comte de Castelnau (1812-1880)
    No encuentro en Palau edición española de Paris 1850-51. Debe ser error de Kiss.Si en cambio esta descripción con comentario de venta:
    Castelnau, Francis de, Expédition dans les parties centrales de l´Amérique du Sud, de Rio de Janeiro a Lima et de Lima au Para executé par ordre du gouvernement français pendant les années 1843 a 1847 sous la direction de F. de Castelnau, Paris Bertrand 1850-57
    Primera parte: Histoire du voyage, 6 vols. 8º 468-487-484-468-480-432 p. 1 mapa. (sólo se puede referir Kiss a esta edición)
    Magnífica obra citada siempre con elogio. Como ocurre en publicaciones costosas y de carácter científico, su precio de salida no se sostuvo, y los ejemplares se ofrecieron con rebaja. 750 marcos en varios catálogos alemanes. También se ofrecen las partes sueltas por menos de la mitad de su coste, esceptuando los 6 volúmenes de la primera parte que ya empiezan a escasear (esto lo escribia Palau hacia los años 30-40, que será hoy día)
    12. Chalon, Pablo F.Los edificios del antiguo Perú. Lima, 1884. gran 8º 97 pag., 6 láms
    Me extraña que Kiss no haga referencia a esta obra algo anterior del mismo:
    Chalon, Pablo F. El arte de construir de los antiguos peruanos, Lima, 1882, 8º

    perdonad por lo árido y extenso del comentario
    buen dia a todos
    Alejandro

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  5. Hola Alejandro, Debbie y resto:

    Alejandro, pese a que citas a un tal De Acevedo, quizá te refieras a Antonio Portugal Alvizuri, que es quien da nombre a esta etiqueta.
    Y como eres un auténtico fenómeno en la tarea de localizar ediciones raras, desde ya te digo que si localizas este libro (La Chinkana del Titicaca) en España nos lo hagas saber. Yo sé que está en Amazon y también que ahora es casi seguro esté descatalogado fuera de este canal. Quizá Debbie, por su amistad con el autor, nos pueda dar más pistas.

    Un abrazo.
    Javier.

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  6. Yo también cometí errata debe decir Alvizuri y no Azevedo.
    Me ha picado la curiosidad esa obra del conde de Castelnau, un ejemplar de la obra a la venta actualmente, a un precio imposible pero recupero la descripción del librero sobre esta maravilla:
    Beautiful account of the most important scientific expedition to South America in the 19th century:
    CASTELNAU, (Francis de).
    Expedition dans les parties centrales de l'Amerique du Sud, de Rio de Janeiro a Lima, et de Lima au Para; executee par ordre du gouvernement Francais pendant les annees 1843 a 1847.

    Paris, P. Bertrand, 1850-1857.
    7 parts in 15 vols. 7 vols. in 4to, 6 vols. in 8vo and 2 vols. folio. Later half red morocco, spine ribbed and gilt. 493 lithographed plates and maps, in black, in two colours or fully coloured, 401 coloured by hand.
    Original edition of the most important scientific travel to South-America in the 19th century. Count Francis of Castelnau (1810-1880) started his scientific expedition in 1843. On board of a French war-ship he sailed to Rio the Janeiro. He and is men crossed South-America from Rio de Janeiro via Minas Geraes, Goias and Mato Grosso. After exploring the north of Mato Grosso and the Paraguay River until Asuncion they continued their journey from Vila Bela to Bolivia via Potosi. After a stay in La Paz they travelled to Lima. From there they explored the source of the Amazon and finally they sailed to Para where their journey ended. During these travels they gathered an enormous and various amount of information from their meteorological, magnetic, botanical and zoological observations, which were almost lost when one of the expedition-members was killed by Indians during which his records and most of the astronomical and barometrical observations were destroyed. Fortunately his minutes were saved and with a lot of extra effort the history of this expedition was completed. The scientific results of this expedition are of considerable importance. Besides the zoological, botanical, mineralogical and ethnographical collections he brought to Europe, De Castelnau provided a wealth of information with the astronomical, barometrical, hydrographical and hydraulic observations and determinations he made. Not only the scientific importance makes this a much sought after work; the beautiful coloured plates make it a desired work for bibliophiles as well. Series and plates are composed as follows:- Histoire du voyage, six 8vo vols, with 60 plates of which some are coloured;- Vues et scenes recueillies pendant l'expedition..., 4to with 76 double-page, coloured plates;- Antiquites des Incas, 4to with 60 numbered (1-62) plates of which some are coloured, (nrs 19 and 28 were never published.);- Itineraires et coupes, folio, 76 double-page, coloured plates;- Geographie, folio with 30 double-page, coloured maps;- Botanique, two 4to vols. with 90 numbered plates;- Zoologie, 3 4to vols: 1): Anatomie with coloured frontispiece and 17 plates; Mammiferes, 20 plates of which 12 are coloured; Oiseaux, 20 coloured plates; 2): Poissons, 50 coloured plates; Reptiles, 18 coloured plates; 3): Entomologie, 20 coloured plates; Mollusques, 22 coloured plates; Myriapodes et scorpions, 8 plates.
    Howgego, Encyclopedia of exploration 1800 to 1850, C14; Borba de Moraes I, 167-168; Bosch 450; Nissen, Zool., 88-89; Sabin 11411.
    hay reediciones facsimiles por lo que veo de la parte de zoologia a precios razonables al menos.
    saludos
    Alejandro

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  7. Hola chicos:

    Si alguien está interesado en adquirir los dos libros de Antonio Portugal, me avisan a mi privado.

    Saluda
    Débora

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    1. Podrias por favor darme un correo electronico donde poder contactarme contigo, ya que estoy fascinado e interesado en obtener los libros. Buen dia.

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  8. Muchas gracias Debbie, cuando acabe con la campaña de adquisiciones Kiss, me apunto a D. Antonio Portugal.
    Amigo Javier gracias pero con el libro de nuevo no me manejo bien, y como dices es a veces imposible dar con ediciones recientes de hace 3 años como ese trabajo en nuestro país.
    saludos
    Alejandro

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  9. me es muy grato el estar a puertas de este solsticio del 21 de diciembre escribiendo esto...
    Saludando a todos ustedes...
    Acabo de estar una semana en copacabana, y ver todos estos datos floreciendo en forma natural y pausada me gusta. Como dice "el pueblo aymara florecera con flor de oro y plata", esa es una de las maximas que me enseño un yatiri (amauta) de la zona.
    Me gustaria entregar informacion valiosa sobre el tema en cuestion a quien le interese, vivo en la ciudad de Arica, Chile. Mi cell 90084199. Mi correo ronkaiseki@hotmail.com
    a todas aquellas personas que esten interesadas en descubrir sus raices como yo.
    Un agradecimiento y saludo a todos

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  10. Un saludo amigos. Buscando informacion sobre John Dee llegue a este blog, muy bueno por cierto, me he quedado leyendo cada uno de los temas que hay en el y muy curiosamente, me encuentro con este tema en especial, en cual describen algo que me sucedio, aunque no tiene casi nada, sino es que nada en comun con el tema, si hay algo que me puso los pelos de punta.

    Hace un tiempo, dos años o un poco mas, estaba muy dedicado a la alquimia sexual, yoga tantrico o como se le quieran llamar, estuve llevando acabo algunas practicas magicas, muy constantemente. Para no hacer larga la historia ire al grano, una noche despues de dichas practicas, me acoste en mi cama en medio de una oscuridad total, cuando de pronto vi unas formas humanas, totalmente brillantes, atravesar por las paredes, tengo grabado en la menta las figuras, pero solo recuerdo que al verles, caminar directo a mi, me dio un sueño profundo, senti que me tocaron y no supe mas, desperte al dia siguiente, como si nada hubiese pasado, al paso del tiempo, me he alejado de las practicas magicas, todo se me ha complicado, y sigo en la busqueda del conocimiento.
    Debia comentar esto con alguien, ya que pensaba que era un sueño o imaginacion mia, llamenme loco o no me echen caso, se que alguien leera esto y de alguna manera me sabra ayudar

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  11. tengo una pregunta que hacerle doctor Antonio Portugal Alvizuri ¿que pasaria si en ese tunel usted encontrara escrituras en un idioma egipcio reformado de un pueblo antiguo que vino del antiguo continente hace mucho tiempo donde se relata hechos religiosos, politicos y militares. DONDE LE DICEN QUE NO PUEDE SACARLOS A LA LUZ TODAVIA? CONTACTESE CONMIGO LE INTERESARA ALGUNAS COSAS Y POR QUE CREE QUE ESOS SERES NO QUIEREN QUE TODAVIA SE DEN A CONOCER MUY PORNTO LLEGARA EL DIA EN EL QUE SE DARAN A CONOCER MUCHAS ESCRITURAS QUE CAMBIARA LA FORMA DE VER A LA ARQUIOLOGIA EN ESTE CONTINENTE AMERICANO.

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  12. Amigos respetemos y admiremos al máximo estos lugares. Pronto entenderemos su grandeza, pero no antes, la humanidad tendrá que pasar por un proceso profundo de cambio de conciencia y hasta de ajuste dimensional. Este proceso tiene que ir a la par con todo el planeta y más, aún, con todo el sistema solar y la galaxia. Y no es tampoco, por lo que contengan, sino por el conocimiento adquirido por eras, que sin él, la historia de la persona humana jamás se podría contar como es. Antonio simplemente nos ha transmitido una advertencia de nuestros hermanos de los Rayos Siderales del Sol. Desde este humilde rincón de este portal un profundo saludo para ellos. Ellos saben la labor que varios ya estamos cumpliendo en este planeta, que como polvo cósmico, brilla desde este angulo de la galaxia. Estos túneles que buscan algunos con ambición, representan el verdadero árbol genealógico de la persona humana, desde su génesis original. El planeta lleva bastantes ciclos ya y en esta dimensión -esos mismos- ya están terminando por etapas. Tanto sobre la superficie como bajo la superficie el gran cambio se esta dando. Parte de este drama planetario lo pueden descubrir e interpretar ya con todos los agujeros que están apareciendo en diversas regiones del orbe y añadimos con los cuerpos circulares que deben descifrar para el beneficio comunitario. Todos formamos parte de una gran Familia Estelar. Y todos tenemos un único amor y un Solo Dios viviente. Antonio la preparación debe continuar hasta que llegue el instante. En la hora menos esperada la tendrás. Estáis a tiempo ya. Intuye.

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