28 de abril de 2009

La muerte negra - William Bramley

La Muerte Negra
William Bramley

Hoy Crónica Subterránea rescata del archivo un capítulo de Los Dioses del Edén (1989), del genial William Bramley, ya citado en este blog cuando la redacción del post sobre los enigmas de Saint Germain. ¿Existe una inteligencia activa, opositora a la Humanidad, como la expresada por Charles Fort en El Libro de los Condenados? ¿Somos propiedad de alguien en las sombras? Tal es la inquietante revelación que nos transmite su autor. 




La Muerte Negra

LA CENTRALIZACIÓN DEL poder Papal culminó bajo el Papa Inocencio IV, quien sostuvo las riendas Papales desde 1243 hasta 1254. Inocencio IV intentó convertir el Papado en la más alta autoridad política del mundo, proclamando que el Papa era el “vicario [representante terrenal] del Creador (a quien) cada criatura humana está sujeta.”

Fue bajo Inocencio IV que la Inquisición fue convertida en una institución oficial de la Iglesia católica romana.


A pesar de la opresión de la Inquisición, Europa en siglo del 13 estaba empezando a recuperarse de la ruptura económica y social causada por las Cruzadas. Las señales de un renacimiento europeo eran visibles en el ensanchamiento intelectual y los horizontes artísticos. El comercio con otras partes del mundo hizo mucho para enriquecer la vida europea. Europa estaba entrando en una era en que la caballerosidad, la música, el arte, y los valores espirituales estaban jugando papeles importantes. Apenas un siglo de este progreso había pasado, sin embargo, antes de que un desastroso evento abruptamente lo llevara a una parada temporal. Ese evento fue la Plaga Bubónica, también conocida como la Muerte Negra.


La Muerte Negra empezó en Asia y pronto se extendió a Europa, donde mató bien más de 25 millones de personas (aproximadamente un tercio de la población total de Europa) en menos de cuatro años. Algunos historiadores calcularon las muertes a cerca de 35 a 40 millones de personas, o como la mitad de todos los europeos.


La epidemia se extendió primero a través de Europa entre 1347 y 1350. La Plaga Bubónica continuó golpeando Europa con decreciente fatalidad cada diez a veinte años en brotes efímeros todo el tiempo hasta los 1700. Aunque es difícil de calcular el número total de muertes en ese período de 400 años, se cree que más de 100 millones de personas pueden haber muerto de la Plaga.


Se cree que la Muerte Negra fue causada por dos tipos de plaga. La primera es la tipo “bubónica”, que fue la más común. La forma bubónica de la Plaga se caracteriza por inflamaciones de los nódulos linfáticos; estas inflamaciones se llaman “bubos.” Los bubos van acompañados de vómitos, fiebre y muerte en pocos días si no es tratada.


Esta forma de plaga no es contagiosa entre los seres humanos: requiere un portador activo, como una pulga. Por esta razón, muchos historiadores creen que los roedores infestados de pulgas causaron la Plaga Bubónica. Se conoce que los roedores llevan la enfermedad aún hoy. Un número de registros de entre 1347 y los tardíos 1600 hablan de infecciones de roedor antes de varios brotes de la Muerte Negra, prestando la creencia de la teoría roedora.



La segunda forma de plaga que contribuye a la Muerte Negra es un tipo muy contagioso, conocido como la plaga “neumónica”. Es caracterizada por escalofríos, respiración rápida, y toser sangre. Las temperaturas del cuerpo son altas, y la muerte normalmente le sigue, de tres a cuatro días después del brote de la enfermedad. Este segundo tipo de plaga casi siempre es fatal y se transmite mejor en el tiempo frío y con ventilación deficiente. Algunos médicos hoy creen que fue esta segunda forma de plaga, la “plaga neumónica” la que fue responsable de la mayor parte de las muertes por la Muerte Negra, debido al hacinamiento y las deficientes condiciones higiénicas prevalecientes entonces en Europa.

Normalmente nosotros agitaríamos nuestras cabezas a este trágico período de historia humana y estamos agradecidos que la medicina moderna ha desarrollado curas para estas pavorosas enfermedades. Sin embargo, todavía preocupan los enigmas sobre la Muerte Negra. Muchos brotes ocurrieron en el verano durante el tiempo cálido en regiones no populosas.


No todos los brotes de plaga bubónica fueron precedidos por infecciones por roedores; de hecho, sólo una minoría de casos parecía estar relacionada con un aumento en la presencia de estos animales. El mayor enigma sobre la Muerte Negra es cómo pudo golpear poblaciones humanas aisladas que no tenían ningún contacto con las áreas infectadas más tempranas. Las epidemias también tendieron a terminar abruptamente.


Para resolver estos enigmas, un historiador normalmente revisaría los archivos de los años de la Plaga para ver lo que las personas estaban reportando. Al hacerlo, encuentra historias tan impactantes e increíbles que es probable que las rechace como fantasías y supersticiones de mentes horriblemente asustadas. Muchas gentes a lo largo de Europa y otras regiones heridas por la Plaga en el mundo estaban reportando que los brotes de la Plaga fueron causados por “lloviznas” que olían a podrido.



Esas lloviznas frecuentemente aparecían después de inusuales luces luminosas en el cielo. El historiador rápidamente descubre que las “lloviznas” y las luces luminosas fueron mucho más frecuentemente reportadas y en muchas más ubicaciones que aquellas infectadas por roedores. Los años de la Plaga fueron, de hecho, un período de fuerte actividad OVNI. ¿Qué eran, entonces, esas misteriosas lloviznas?


Hay otra manera muy importante de transmisión de los gérmenes de la plaga: a través de armas biológicas con gérmenes. Los Estados Unidos y la Unión Soviética hoy tienen reservas de existencias de armas biológicas que contienen plaga bubónica y otras enfermedades epidémicas. Los gérmenes se almacenan vivos en recipientes que rocían las enfermedades al aire, en espesas, visibles y artificiales lloviznas o nieblas. Cualquiera que respire en la llovizna inhalará la enfermedad. Hay suficientes armas de gérmenes hoy en día como para barrer una buena parte de la humanidad. Los reportes de idénticas lloviznas inductoras de enfermedades de los años de la Plaga sugieren fuertemente que la Muerte Negra fue causada por armamento biológico de gérmenes de guerra. Permítanos echar una mirada a los increíbles informes que llevan a esa conclusión.


Al primer brote de la Plaga en Europa le siguieron una serie inusuales de eventos. Entre 1298 y 1314, siete grandes “cometas” fueron vistos sobre Europa; uno era de “terrorífica oscuridad.” Un año antes del primer brote de la epidemia en Europa, una “columna de fuego” fue registrada sobre el palacio papal * en Aviñón, Francia.


* Éste fue el segundo papa no autorizado que asumió el título como resultado de un cisma dentro de la Iglesia católica. El título completo es, “Una crónica de prodigios y augurios que han ocurrido más allá del orden correcto, funcionamiento y trabajo de la naturaleza, en ambas regiones, superiores e inferiores de la tierra, del principio del mundo hasta estos tiempos presentes".


Más temprano, en ese mismo año, una “bola de fuego” fue observada sobre París; según informes, se mantuvo visible a los observadores durante algún tiempo. Para las personas de Europa, estos avistamientos fueron considerados agüeros de la Plaga que pronto siguió a este acontecimiento.


Es verdad que algunos reportaron que los “cometas” eran probablemente sólo eso: cometas. Algunos también pueden haber sido pequeños meteoros o bólidos (grandes meteoros llameantes). Hace siglos, las personas generalmente eran mucho más supersticiosas de lo que son hoy, por lo que los meteoros naturales y similares fenómenos prosaicos eran reportados como precursores de desastres más tarde, aunque no hubiera ninguna conexión real.


Por otra parte, es importante notar que casi cualquier objeto raro en el cielo fue llamado “cometa.” Un buen ejemplo se encuentra en un exitoso libro publicado en 1557, "Una Crónica de Prodigios y Presagios..." por Conrad Lycosthenes.


En la página 494 del libro de Lycosthenes leemos de un “el cometa” observado en el año 1479:


“Un cometa se vio en Arabia en forma de una viga de madera con punta aguda...”


La ilustración acompañante, basada en descripciones de testigos oculares muestra lo que claramente se parece a la mitad delantera de un cohete entre algunas nubes.


El objeto parece tener muchas portillas (ventanas). Hoy nosotros llamaríamos al objeto un OVNI, no un cometa. Esto nos lleva a preguntarnos a cuántos antiguos “cometas” eran realmente objetos tipo cohete. Por consiguiente, cuando nos confrontamos con un antiguo informe de cometa, no sabemos realmente con que tipo de cosa estamos tratando, a menos que haya una descripción más completa. Un informe de un súbito aumento de “cometas” o similares fenómenos celestiales pueden, de hecho, significar un aumento en la actividad OVNI.


El eslabón entre los inusuales fenómenos aéreos y la Muerte Negra fue inmediatamente establecido durante los primeros brotes de la Plaga en Asia. Como un historiador nos dice:


Los primeros informes [de la Plaga] salieron del Este. Ellos estaban confundidos, asustados, exagerados, como suelen ser a menudo los informes de esa parte del mundo: descripciones de tormentas y terremotos; de meteoros y cometas arrastrando gases nocivos matando árboles y destruyendo la fertilidad de la tierra...


El pasaje anterior indica que extraños objetos voladores estaban haciendo más que simplemente extendiendo la enfermedad: también estaban, al parecer, rociando químicos o defoliantes biológicos en el aire. El pasaje anterior hace eco a las antiguas lápidas mesopotámicas que también describieron defoliación del paisaje por los antiguos “Dioses” custódiales. Muchas víctimas humanas de la Muerte Negra pueden haber sido causadas por tales defoliantes.


La conexión entre los fenómenos aéreos y plaga había empezado siglos antes de la Muerte Negra. Vimos los ejemplos en nuestra discusión más temprana, de la Plaga de Justiniano. También leímos de otra fuente acerca de una gran plaga que había salido, según informes recibidos, por el año 1117—casi 250 años antes de la Muerte Negra.


Esa plaga también fue precedida por raros fenómenos celestiales:



En enero de 1117, un cometa pasó como ejército ardiente desde el Norte hacia el Oriente, la luna estaba cubierta de color rojo-sangre en un eclipse, un año después, una luz parecía más brillante que el sol. Esto fue seguido por un gran frío, hambre, y plagas, de las que se dice que un tercio de humanidad pereció. *


* No he visto mención alguna de esta plaga en ningún otro libro de historia. Puede haber sido una plaga local que no destruyó la tercera parte de la humanidad, sino que una tercera parte de la afligida población local.


Una vez fue comenzada la Muerte Negra medieval, los notorios fenómenos aéreos continuaron acompañando a la pavorosa epidemia. Informes de muchos de estos fenómenos fueron recogidos por Johannes Nohl y publicados en su libro, La Muerte Negra, Una Crónica de la Plaga (1926). Según el Sr. Nohl, por lo menos 26 “cometas” fueron registrados entre 1500 y 1543. Quince o dieciséis fueron vistos entre 1556 y 1597. En el año 1618 se observaron ocho o nueve.


El Sr. Nohl hace énfasis en la conexión que percibieron las personas entre los “cometas” y las subsecuentes epidemias:


En el año 1606 después de que fue visto un cometa, una plaga general atravesó el mundo.


En 1582 un cometa trajo una plaga tan violenta sobre Majo, Praga, Thuringia, Los Países Bajos, y otros lugares.


En Thuringia se llevó a 37,000 víctimas y en los Países Bajos 46,415.


De Viena, Austria, nos dan la siguiente descripción de un evento que pasó en 1568. Aquí vemos una conexión entre un brote de Plaga y un objeto descrito de manera notablemente similar a un puro moderno o un OVNI en forma de viga:


Cuando a la luz del sol y a la luz de la luna fueron vistos un lindo arco iris, y una viga ardiente que cubría con sus alas la iglesia de Santa Estefanía, le siguió una violenta epidemia en Austria, Suabia (Schwaben), Augsburg, Wuertemberg, Nueremburg, y otros lugares llevándose a seres humanos y ganado. 5


Usualmente ocurrieron avistamientos de inusuales fenómenos aéreos, de varios minutos a un año antes de un brote de la Plaga. Donde hubo un lapso entre tal avistamiento y la llegada de la Plaga, a veces se reportó un segundo fenómeno: la aparición de aterradoras figuras similares a humanos vestidos de negro. Esas figuras, a menudo fueron vistas en las afueras de un pueblo o caserío, y su presencia señalaría el brote casi inmediato de una epidemia casi.


Un resumen escrito en 1682 cuenta tal visita un siglo antes:


En Brandeburgo [Alemania] aparecieron, en 1559, hombres horribles, quienes eran, al principio, quince, y luego solo se vieron doce. Los primeros tenían al lado de sus posteriores, pequeñas cabezas, los otros, atemorizantes caras y largas guadañas con las que cortaban en las avenas, para que el silbido pudiera oírse a gran distancia, pero las avenas seguían estando de pie.


Cuando una cantidad de gente salió corriendo para verlos, ellos siguieron segando. La visita de los extraños hombres a los campos de la avena fue seguida inmediatamente por un severo brote de la Plaga en Brandeburgo.


Este incidente plantea intrigantes preguntas: ¿Quiénes eran las misteriosas figuras? ¿Que eran los largos instrumentos como guadañas que sostenían, los cuales emitían un fuerte y crujiente sonido? Parece que las “guadañas” pudieran haber sido largos instrumentos diseñados para rociar veneno o gases cargados de gérmenes. Esto significaría que las personas de los pueblos interpretaron mal el movimiento de las “guadañas” como si estuvieran cortando las avenas cuando, de hecho, los movimientos eran actos para rociar aerosoles en el pueblo.


Similares hombres vestidos de negro fueron reportados en Hungría:


. . . en el año de Cristo 1571 se vio en Cremnitz, en los pueblos montañeses de Hungría, en el día de la Ascensión, por la tarde, con gran perturbación para todos, aparecer sobre el monte Schueler muchos jinetes negros, y la opinión prevaleciente fue que los Turcos estaban haciendo una correría secreta, pero desaparecieron rápidamente de nuevo, y a partir de esto brotó una rabiosa plaga en el vecindario.


Hombres extraños vestidos de negro, “demonios,” y otras aterradoras figuras fueron observadas en otras comunidades europeas. Las aterradoras criaturas fueron observadas a menudo llevando largas “escobas” “guadañas” p “espadas” que eran usadas para “barrer” o “tocar” las puertas de las casas del pueblo. Los habitantes de esas casas cayeron enfermos poco después con la plaga.


Es de estos reportes que las personas crearon la imagen popular de la “Muerte” como un esqueleto o demonio llevando una guadaña. La guadaña vino a simbolizar el acto de la Muerte derribando a las personas como tallos de granos. Viendo esta persistente imagen de la muerte, podemos, de hecho, estar viéndole la cara a un OVNI.


De todos los fenómenos conectados a la Muerte Negra, el más frecuentemente reportado fueron las extrañas y nocivas “lloviznas.” Los vapores fueron observados a menudo incluso cuando los otros fenómenos no lo fueron. El Sr. Nohl señala esa húmeda niebla era “un rasgo que precedía la epidemia a lo largo de todo su curso.” 8 Muchos grandes médicos de ese tiempo lo tomaron como un hecho el que la Plaga era causada por las extrañas lloviznas.


Esta conexión fue establecida al mismo principio de la Muerte Negra, como nos dice el Sr. Nohl:


El origen de la plaga fue en China, se dice que allí comenzó a rabiar ya en el año 1333, después de una terrible llovizna que emitía un tremendo hedor infectando el aire. 9


Otra cuenta dice que la Plaga no se extendió de persona a persona, sino que era contraída respirando el aire mortalmente hediondo:


Durante el todo del año de 1382 no hubo ningún viento, y por consecuencia el aire se volvió pútrido, por lo que brotó una epidemia, y la plaga no pasó de un hombre a otro, pero todos los que murieron de ella lo recibieron directamente del aire.


Informes de “lloviznas” y nieblas mortales y “pestilentes” vinieron de todas partes del mundo infectados con la Plaga:


Una crónica de Praga describe la epidemia en China, India y Persia; y el historiador florentino Matteo Villani que tomó el trabajo de su hermano, Giovanni después de que este murió de la plaga en Florencia, retransmitió un relato de terremotos y nieblas pestilenciales de un viajero en Asia.


El mismo historiador continúa:


Un incidente similar de terremotos y nieblas pestilenciales fue reportado en Chipre, y se creyó que el viento había sido tan venenoso que los hombres fueron derribados y murieron de ello.


Él agrega:


Relatos alemanes hablan de una llovizna (o niebla) de fuerte y vil olor que avanzó desde el Este y se extendió sobre Italia.


El autor dice que en otros países:


. .. las personas estaban convencidas que podrían contraer la enfermedad por el hedor, o incluso, como a veces fue descrito, realmente veían pasar la plaga por las calles, como una pálida niebla.


Él resume, bastante dramáticamente:


La misma tierra parecía en estado de convulsión, estremeciéndose y escupiendo, poniendo adelante vientos fuertemente venenosos que destruían animales y plantas y llamaban a enjambres de insectos a la vida para completar la destrucción.


Otros escritores hacen eco de acontecimientos similares. Un periódico de 1680 informó este curioso incidente:


Entre Eisenberg y Dornberg, treinta féretros fúnebres [con la arqueta de pie], todos cubiertos con tela negra fueron vistos en pleno día, entre ellos en un féretro, un hombre de negro estaba de pie con una cruz blanca. Cuando éstos desaparecieron, se formó un gran calor, tanto que la gente en este lugar apenas podían resistirlo. Pero cuando se puso el sol, ellos se sumieron en gran perturbación. Después de esto entró la epidemia en Thuringia y en muchos lugares.


Más al sur, en Viena:


.. . las lloviznas con mal aroma son culpadas, como indicativo de la plaga, y de éstos, de hecho, algunos fueron observados el pasado otoño.


Directamente del pueblo de de Eisleben, asolado por la plaga, conseguimos esta entretenida, y quizás exagerada cuenta del periódico, publicada el 1º de septiembre de 1682:


En el cementerio de Eisleben en el 6 inst. [?] por la noche, fue notado el siguiente incidente: Cuando durante la noche, los sepultureros estaban trabajando duro, excavando trincheras, ya que en varios días habían muerto ochenta o noventa personas, ellos de repente observaron que la iglesia del cementerio, especialmente el púlpito, fue iluminado por una brillante luz como si fuera del sol. Sin embargo, al querer llegar allí, entró una oscuridad muy negra y profunda, luego vino del cementerio una espesa niebla, que ellos apenas podían verse entre sí, por lo que tomaron estos sucesos como un mal presagio. Así, de día y de noche se veían malos espíritus asustando a la gente, duendes sonriéndoles abiertamente y golpeándolos, pero también muchos fantasmas y espectros.


La misma historia del periódico agrega después:


Cuando Magister Hardte expiró en su agonía, se vio que un humo azul subió de su garganta, y esto en la presencia de la muerte; lo mismo ha sido observado en el caso de otros que expiraban. De la misma manera se podía observar el humo azul subiendo de los arcones de las casas de los habitantes de Eisleben que habían muerto. En la iglesia de san Pedro se podía observara el humo azul arriba, cerca del techo; en esta cuenta, la iglesia era evitada, particularmente cuando fue exterminada la parroquia.


Las “lloviznas” o los venenos de la Plaga eran lo suficientemente espesos como para mezclarse con la humedad normal del aire y convertirse en parte del rocío de la mañana. Se les advirtió a las personas que tomaran las siguientes precauciones:


Si un pan recientemente horneado se ponía durante la noche al final de un polo, y por la mañana se encontraba enmohecido e internamente con moho verde, amarillo e incomible, y al arrojarlo a las aves y a los perros causara que estos murieran después de comerlo, en una manera similar, si las aves bebían el rocío de la mañana y éstas morían como consecuencia, entonces el veneno de la plaga estaba muy cercano.


Como hemos observado anteriormente, las letales “lloviznas” estaban directamente asociadas con brillantes luces en el cielo. También se reportaron otras fuentes para los hedores.




Por ejemplo, Forestus Alcmarianos escribió de una monstruosa “ballena” que se encontró, que era:


28 ells [105 pies] de longitud y 14 anas [33 pies] de ancho que, viniendo del mar occidental, fue tirada a la orilla de Egemont por grandes olas y era incapaz de alcanzar de nuevo el mar abierto; producía tanta podredumbre y malignidad del aire, que muy pronto brotó una gran epidemia en Egemont y sus alrededores.


Es una lástima que el señor Alcmarianos no proporcionó una descripción más detallada de la mortal ballena, porque pudiera haber sido una moderna nave OVNIs que ha sido observada entrando y saliendo de lugares de agua... Por otra parte, la ballena del señor Alcmarianos simplemente pudo haber sido solo eso: una ballena muerta pudriéndose, que fue arrastrada a la orilla justamente antes de un brote de la Plaga en las cercanías.


Es importante notar que las sucias lloviznas y los malos aires fueron culpados de muchas otras epidemias en la historia. Durante una plaga en la antigua Roma, el famoso médico Hipócrates (460337 A.C.) declaró que la enfermedad era causada por trastornos corporales llevados por cambios en la atmósfera. Para remediar esto, Hipócrates hizo que la gente construyera grandes hogueras públicas. Él creyó que los fuegos grandes pondrían el aire bien.


El consejo de Hipócrates, sin embargo, fue seguido siglos después por médicos durante la Plaga medieval. Los médicos modernos toman una vista oscura del consejo de Hipócrates en este tema, en la creencia que Hipócrates era ignorante acerca de las verdaderas causas de la Plaga. En la realidad, las grandes hogueras al aire libre eran la única defensa concebible contra la Plaga, si esta, de hecho, fuera causada por los aerosoles saturados de gérmenes. No se habían inventado vacunas para combatir la Plaga, por lo que la única esperanza era quemar las mortales lloviznas o neblinas con fuego. Hipócrates y aquellos que siguieron su consejo pueden realmente haber salvado algunas vidas.


Significativamente, las plagas bubónicas y neumónicas no fueron las únicas enfermedades infecciosas en la historia, que fueron extendidas por medio de extrañas y letales nieblas. La mortal enfermedad intestinal, el cólera, fue otra:


Cuando el cólera brotó a borde de la nave de Su Majestad, la Britannia en el Mar Negro en 1854, varios funcionarios y hombres afirmaron positivamente que, inmediatamente antes del brote, una curiosa y oscura niebla subió del mar, y pasó sobre la nave. La niebla se había, apenas aclarado del navío cuando fue anunciado el primer caso de la enfermedad.


También fueron reportadas neblinas azules en relación con los brotes de cólera de 1832 y 1848-1849 en Inglaterra.


Como se mencionó anteriormente, las plagas tenían una importancia religiosa muy fuerte. En la Biblia, se dijeron que las plagas eran el método de Jehovah para castigar a las personas por el mal.


“Presagios” precediendo la Muerte Negra tenían mucha semejanza a los “presagios” reportados en la Biblia:


Hombres confrontados con el terror de la Muerte Negra fueron impresionados por la cadena de eventos que llevaron finalmente a la plaga, y las cuentas de la llegada de la pestilencia del siglo 14 seleccionaron de entre todos los eventos ominosos que deben de haber ocurrido en los años precediendo al brote de 1348, aquellos que tenían estrecha similitud con las diez plagas del faraón: rupturas en la atmósfera, tormentas, raras invasiones de insectos, fenómenos celestiales.


Además, la forma Bubónica de la plaga era muy similar, si no idéntica, a algunos de los castigos infligidos por “Dios” en el Antiguo Testamento:


Pero la mano del Señor era pesada sobre las personas de Asdod [una ciudad Filistea], y los destruyó, y los mató con tumores [dolorosas ampollas].


1 SAMUEL 5:6


. .. la mano del Señor estuvo contra la ciudad [Gath, otra ciudad Filistea] con un gran quebrantamiento: y afligió a los hombres de aquella ciudad, jóvenes y viejos, y se llenaron de tumores en sus partes secretas.


1 SAMUEL 5:9


. .. y había consternación de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se había agravado allí. Y los que no morían, eran heridos de tumores; y el clamor de la ciudad subía al cielo.


1 SAMUEL 5:11-12


El aspecto religioso de la Muerte Negra medieval fue reforzado por los informes de sonidos de truenos con relación a los brotes de la Plaga. Los sonidos eran similares a aquellos descritos en la Biblia, que acompañaban la aparición de Jehovah. Curiosamente, también son los sonidos comunes a algunos avistamientos de OVNIs:


Durante la plaga de 1565 en Italia, retumbos de truenos fueron escuchados día y noche, como en una guerra, junto con el tumulto y ruido como el de un poderoso ejército. En Alemania, en muchos lugares, se escuchó un ruido como si un coche fúnebre estuviera atravesando las calles de manera autónoma....


Ruidos similares acompañaron extraños fenómenos aéreos en avistamientos relacionados con la Plaga, en Inglaterra. El objeto descrito en la cita abajo permaneció visible durante una semana y parece ser un verdadero cometa o planeta (como Venus); sin embargo, algunos de los otros objetos sólo pueden ser etiquetados como “no identificados.”


El Historiador Walter George Bell, deduciendo de las escrituras del período, resumió: Tarde durante las oscuras noches de diciembre del año 1664, los ciudadanos de Londres se sentaban a mirar una nueva estrella llameante, con una “poderosa charla”. El Rey Carlos II y su Reina miraron fijamente hacia afuera de las ventanas en Whitehall. Sobre el este surgió, alcanzando una altitud no muy alta, y se hundió abajo, en el horizonte suroeste entre las dos o las tres de la madrugada. En una semana o dos se había ido, y luego llegaron cartas de Viena notificando un a vista similar de un cometa brillante, y “en el aire, la aparición de un Ataúd que causó gran ansiedad de pensamiento entre las personas.”


Erfurt vio con él otras terribles apariciones, y los oyentes detectaron ruidos en el aire, como de fuegos, y sonidos de cañón y tiros de mosquetes. El reporte decía que una noche, en el siguiente mes de febrero, centenares de personas habían visto llamas de fuego durante una hora seguida, que parecían estar siendo tirados desde Whitehall a San James y luego de regreso a Whitehall, donde después desaparecieron.


En marzo entró en los cielos un cometa todavía más luminoso, visible dos horas después de la medianoche, y continuando así hasta la luz del día. Con los tales ominosos portentos fue introducida la Gran Plaga en Londres. 25


Otros “presagios” menos frecuentes también fueron reportados con relación a la Muerte Negra. Algunos de esos fenómenos eran obvias ficciones. Significativamente, las ficciones no fueron extendidas y raramente fueron exportadas fuera de las comunidades en que se originaron.


Las citas precedentes proporcionan evidencia que OVNIs (es decir la sociedad Custodial ) han bombardeado a la raza humana con enfermedades mortales. Esta evidencia es particularmente intrigante cuando consideramos demandas hechas por varios contactados modernos de OVNIs, que dicen que están relevando mensajes de la sociedad OVNI a la humanidad.


Algunos de ellos demandan que los OVNIs están aquí para ayudar a la humanidad y que los OVNIs erradicarán la enfermedad en la Tierra. La civilización OVNI, según reportes recibidos, no tienen enfermedades. Si la civilización Custodial es, de hecho, tan saludable, quizás es sólo porque no está siendo bombardeada con armas de gérmenes. Si los OVNIs verdaderamente pensaran quizá traer la salud a la raza humana, todo lo necesitarían hacer eran dejar de rociar agentes biológicos infecciosos en el aire de la Tierra.


La Muerte Negra no sólo mató a un gran número de personas, también causó profundas heridas psicológicas y sociales. En el pasado, la gente estaba convencida que las epidemias eran el castigo de Dios por el pecado, y esto causó profunda introversión. Era natural que las personas se acusaran a ellos mismos y a sus vecinos de maldad y se preguntaran qué habían hecho para “merecer” su castigo. Raramente se les ocurrió a las víctimas, que las plagas, aun cuando deliberadamente infligidas, no tenían nada que ver con intentar hacer a los seres humanos más virtuosos. Después de todo, los efectos sociales y psicológicos de la Plaga produjeron el resultado opuesto.


La miseria y desesperación generadas por los masivos peajes de muerte trajeron consigo un extendido decaimiento ético. En un ambiente agonizante, muchas personas no cuidarán ya sobre si sus acciones son buenas o malas; ya que de todos modos van a morir. En el clima de temor de la Plaga medieval, los valores espirituales fueron notoriamente rechazados y aumentó grandemente la aberración mental. Los mismos resultados se observan durante la guerra. Aunque la Biblia y otros trabajos religiosos pueden predicar que la plaga y las guerras son creadas por “Dios” para hacer finalmente a la raza humana más virtuosa y espiritualmente avanzada, el efecto es siempre el contrario.


La naturaleza cataclísmica de la Muerte Negra sombreó otro hecho desastroso de los años de la Plaga: un esfuerzo renovado por parte de los cristianos para exterminar a los judíos. Circularon falsas imputaciones de que los judíos estaban causando la Plaga, envenenando los pozos. Estos rumores avivaron un temeroso odio contra los judíos dentro de las comunidades cristianas devastadas por la epidemia.


Muchos cristianos participaron en los genocidios que pueden haber exigido tantas vidas si no más, que la matanza de judíos por los Nazis en el 20 siglo. Según la Enciclopedia de Collier:


Ese país [Alemania] figura como el sitio de brutales matanzas en la mayor y más ancha escala posible, que periódicamente barrió el país del extremo a extremo. Éstos culminaron en el momento de la terrible plaga de 1348-1349, conocida como la Muerte Negra. Quizás porque su conocimiento médico y estilo de vida higiénico los hicieron un poco menos susceptibles que otros, los judíos fueron propensos a que los acusaran de haber propagado deliberadamente la plaga, y cientos de comunidades judías, grandes y pequeñas, fueron borradas de la existencia o reducidas a la insignificancia.


Después de esto, sólo quedó un remanente quebrantado en el país, principalmente en los pequeños señoríos que los protegieron e incluso los animaron, a causa de ventajas financieras que ellos traían. Sólo unas pocas grandes comunidades judías alemanas, como Frankfurt-am-Main o Worms, manejadas para mantener una existencia ilesa desde los tiempos Medievales para adelante.


Los genocidios fueron a menudo instigados por gremios comerciales alemanes que excluyeron a los judíos del número de miembros. Muchos de esos gremios eran vástagos directos de los gremios de la antigua Hermandad. De hecho, el número de miembros en las organizaciones de la Hermandad y los gremios de comercio europeo todavía sobrepasaban pesadamente en el siglo 14, con dirección en los gremios a menudo sostenidos por miembros de otras organizaciones de la Hermandad. De nuevo, aquí fue un caso en que la red de la Hermandad corrompida era una significativa contribuyente, si no la fuente primaria, de un mayor genocidio histórico.


Alemania no fue la única nación que organizó las matanzas judías. Lo mismo ocurrió en España. En 1391, una matanza de judíos fue perpetrada a lo largo de casi toda la península española.


Aunque los asustados cristianos proporcionaron la mano de obra para estos terribles genocidios, sus actividades no siempre fueron endosadas por el Papado. Al crédito de Clemente VI, quien sirvió como Papa de 1342 hasta 1352, él intentó casi inmediatamente proteger a los judíos de la matanza. Clemente VI emitió dos bulas Papales que declaran a los judíos inocentes de los cargos contra ellos. Las bulas ordenaban a todos los cristianos cesar sus persecuciones.


Sin embargo, Clemente VI no tuvo éxito totalmente, porque por ese tiempo muchos de los gremios comerciales secretos se habían vuelto una facción unida, comprometida en actividades anti-papales. El Papa Clemente tampoco desmanteló la Inquisición, y la Inquisición hizo mucho para crear un clima social generalmente opresivo en el cual tales matanzas podrían ocurrir.


La combinación de Plaga, la Inquisición, y el genocidio proporcionaron todos los elementos necesarios para cumplir la profecía apocalíptica. La Iglesia católica estaba al borde de derrumbe debido a los muchos clérigos perdidos por la Plaga y de la pérdida de fe popular en la Iglesia, causada por la incapacidad de la Iglesia para poner fin a la “Enfermedad de Dios.” Muchas personas estaban proclamando que el “Fin de los Días” estaba cerca. Fieles a la profecía, fuera de este tumulto surgieron nuevos “mensajeros de Dios” con las promesas de una inminente Utopía.


Las enseñanzas y proclamaciones de esos nuevos Mesías tuvieron un efecto electrizante en los asolados europeos, y provocaron un evento de mayor importancia mayor: la Reforma protestante.



Fuente


Bramley, William. Los dioses del Edén, 1983

3 comentarios:

  1. Ya veo que estas al día con William eh, joyita...

    Eres una máquina... tengo preguntitas para tí...

    pero aquí no voy a hacerlas... me reservo el derecho de privacidad... jajaja.

    Besos

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  2. Gracias amigo por el aliento.

    A Bramley es fundamental leerlo, aunque su visión sea oscura.

    Su obra es vital, sin lugar a dudas.

    Un abrazo, Débora

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  3. Hola, Debbie.

    Una nueva entrada que no conocía, un nuevo impacto. Tengo que darte la enhorabuena y las gracias, por enésima vez, por poner estas informaciones tan valiosas a nuestra disposición. Ya te dije que Crónica Subterránea es como un pozo sin fondo, siempre encuentras algo nuevo.

    Entrando en materia, el estudio de Bramley es demoledor, pesimista y oscuro, com tú dices. Difícil de contrastar, quizá, pero un jarro de agua fría para los que creen que todos los ET son angelitos lindos. La historia entronca con los tan llevados chemtrails, como queda demostrado al incluir esos vídeos. Yo soy escéptico respecto a ellos, pero no me cierro a nada.

    Como colofón, decir que hoy ya no hacen falta ETs para infligirnos daño y enfermedad, nos bastamos nosotros solitos. Ayer noche, zapeando entre canales de televisión me detuve a ver, sorprendido, un programa emitido por Punt 2, Televisió Valenciana (Valencia, España). Era un reportaje en inglés doblado al valenciano sobre los Illuminati de Baviera, en el que se repasaba su historia desde Weishaupt hasta hoy día. Como todo trabajo emitido en medios de comunicación oficiales, arremetía contra las teorías de la conspiración acusándolas de desinformar (no critico esto, tiene gran parte de razón). Hasta ahí lo que podría esperarse del guión. Sin embargo -aquí lo curioso del caso- es que, en un llamativo quiebro, el comentarista utlizaba precisamente esa crítica a los conspiranoicos para afirmar que, tras la cortina de humo de la desinformación delirante y paranoide, podría ocultarse una verdad estremecedora: que en la actualidad el mundo estuviera siendo invisiblemente manipulado por los Illuminati, habida cuenta de que, desde su fundación, habían ido poco a poco consiguiendo todos y cada uno de sus objetivos fundacionales.

    Este mensaje, como el de Bramley, es demoledor.

    Un abrazo.
    Javier.

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