13 de octubre de 2010

Cementerio de la Recoleta - Arte en las Sombras - Débora Goldstern

Cementerio de la Recoleta
"Arte en las Sombras"
Débora Goldstern©




Hace algunos días, Crónica Subterránea se acercó a uno de los lugares más emblemáticos de la Argentina, el Cementerio de la Recoleta.

Ubicado en uno de los barrios más tradicionales de la Capital Federal, su recorrido se convierte en un paseo obligatorio, que ningún amante del arte puede dejar de atender.

Bajo una atmósfera sombria y silenciosa, se yerguen algunas de las esculturas más bellas de la ciudad, y que trasladan al observante hacia un pasado enigmático cargado de simbolismo.

En esta incursión estuvimos acompañados por nuestro artista amigo, Fernando Maidana, reciente entrevistado del blog, con el cual fuimos testigos de imágenes inolvidables, que resumidas en siete postales ponemos a disposición de los lectores de nuestro sitio.

El mundo subterráneo como siempre decimos, tiene muchas caras. Aquí una de ellas.















TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS©

The Wake - Christine

6 comentarios:

  1. Hermosas fotos, realmente le hacen la correspondencia a la etimologia de la palabra Gott, dios, luz y sombra.

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  2. Muchas Gracias!! un lugar para visitar sin dudas. Debbie

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  3. Me gusta ver el cielo
    con negros nubarrones
    y oír los aquilones
    horrísonos bramar;
    me gusta ver la noche
    sin luna y sin estrellas,
    y sólo las centellas
    la tierra iluminar.

    Me agrada un cementerio
    de muertos bien relleno,
    manando sangre y cieno
    que impida el respirar;
    y allí un sepulturero
    de tétrica mirada
    con mano despiadada
    los cráneos machacar.

    Me alegra ver la bomba
    caer mansa del cielo,
    e inmóvil en el suelo,
    sin mecha embravecida
    que estalla y que se agita
    y rayos mil vomita
    y muertos por doquier.

    Que el trueno me despierte
    con su ronco estampido,
    y al mundo adormecido
    le haga estremecer;
    que rayos cada instante
    caigan sobre él sin cuento,
    que se hunda el firmamento
    me agrada mucho ver.

    La llama de un incendio
    que corra devorando
    y muertos apilando
    quisiera yo encender;
    tostarse allí un anciano,
    volverse todo tea,
    oír como vocea,
    ¡que gusto!, ¡que placer!
    Me gusta una campiña
    de nieve tamizada,
    de flores despojada,
    sin fruto y sin verdor,
    ni pájaros que canten,
    ni sol haya que alumbre
    y solo se vislumbre
    la muerte en derredor.

    Allá en sombrío monte;
    solar desmantelado
    me place en sumo grado,
    la luna al reflejar;
    moverse las veletas
    con aspero chirrido
    igual al alarido
    que anuncia el expirar
    Me gusta que al Averno
    lleven a los mortales
    y allí todos los males
    les hagan padecer;
    les abran las entrañas,
    les rasguen los tendones,
    rompan los corazones
    sin de ellos caso hacer.

    Insólita avenida
    que inunda fértil vega,
    de cumbre en cumbre llega,
    y llena de pavor
    se lleva los ganados
    y las vides sin pausa,
    y estragos miles causa,
    ¡que gusto!, ¡que placer!
    Las voces y las risas,
    el juego, las botellas,
    en torno de las bellas
    alegres apurar;
    y en sus lascivas bocas,
    con voluptuoso halago,
    un beso a cada trago
    alegres estampar.

    Romper después las copas,
    los planos, las barajas,
    y abiertas las navajas
    buscando el corazón;
    oír luego los brindis
    mezclados con quejidos
    que lanzan los heridos
    en llanto y confusión.

    Me alegra oír al uno
    pedir a voces vino,
    mientras que su vecino
    se cae en un rincón;
    y que otros ya borrachos,
    en trino desusado,
    cantan al dios vendado
    impúdica canción.

    Me agradan las queridas
    tendidas en los lechos,
    sin chales en los pechos
    y flojo el cinturón,
    mostrando sus encantos,
    sin orden el cabello,
    al aire el muslo bello…
    ¡que gozo!, ¡que ilusión!

    Espronceda escribió estos versos en el primer tercio del siglo XIX, entonces los jovenes se reunían en los cementerios para recitar poemas y soñar con mundos fantasticos más allá de la muerte y de la propia vida y parece que las epocas y las modas siempre terminan por regresar...

    Es el poema que mas me gusta de éste poeta, más incluso que su famosa canción del pirata y recitarlos suele serme bastante útil para no cometer una masacre cuando estoy enfadado con la humanidad, haced lo mismo, si quereis, relaja bastante hacerlo.

    Por cierto, magnifica la musica que sueles elegir para amenizar la lectura de tu blog, chapó por ella.

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  4. Javi:

    Gracias por postear este bellísmo poema de Esponceda, me deja sin aliento leerlo, y pensar que viene de otro siglo ...

    Ya no existe esa forma de comunicar la realidad, se extraña, otro tiempo.

    Y en cuanto a la música, Crónica Subterránea no sería la misma sin ella, es su sello distintivo.

    Un gran abrazo
    Debbie

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  5. Debbie!!! me gusto la bella obra de arte de la primera foto (la de la derecha), sabes donde poder conseguirla o comprarla? ¡Pago lo que sea!

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  6. Hola Jean!

    Dudo mucho pueda complacer tu deseo, ya que la bella escultura es parte de una cripta. Así que amigo por ahora solo resta contemplarla, no creo tenga algún clon por ahí.

    Un abrazo
    Debbie

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