
ANDREAS FABER -KAISER

Allí radica también el secreto del sepulcro del primer hombre creado, Adán, cuyo cadáver protagonizó un singular viaje a ese centro de la Tierra, cuyo ciclo simbólico quedó cerrado con la posterior crucifixión —precisamente allí— de Jesús.
ORO, INCIENSO Y MIRRA

Según refiere una antigua narración oriental, Adán, después de su caída, habría llevado los tres dones del oro, el incienso y la mirra a la Caverna de los Tesoros, y allí los habría depositado.
Después fueron pasando de generación en generación hasta que, de acuerdo con las instrucciones dadas por Adán a Seth, fueron llevados por los Magos a Belén y ofrecidos al Mesías.
Con ello, los Magos reconocieron todo el ministerio de salvación encarnada por Jesús, y precisamente por los presentes que le llevaron: oro para el rey, mirra para el médico e incienso para el sacerdote.
Por ende, Cristo se igualó en todo a Adán.
DIOS LE HABLÓ A ADÁN
Así lo dispuso Dios al hablarle a Adán, después de la caída de éste:
«Y aquel que sobreviva en aquellos días, tomará tu cadáver, lo transportará y lo depositará en el centro de la Tierra, en donde yo se lo señalaré; pues allí tendrá lugar la salvación, tuya y de todos tus hijos.»
Pero antes de que Adán fuera trasladado a este lugar de reposo, y después de haber sido expulsado del paraíso, deberá vivir —y, después de muerto, ser depositado transitoriamente— en la Caverna de los Tesoros:
«Pero ordena a tus hijos y diles que después de tu muerte deberán ungir tu cuerpo con mirra, canela y aceite de mirra, y depositarlo en la caverna, en la cual os dejaré vivir desde hoy y hasta el tiempo en que acontezca vuestra salida de los alrededores del paraíso a la tierra situada en el exterior.» Y cuando Adán deseó conocer a Eva, tomó de los límites del paraíso oro, mirra e incienso, y los colocó en la caverna, la bendijo y la santificó, de forma que fuera el santuario suyo y de sus hijos, y la llamó la "Caverna de los Tesoros".
EL VIAJE PÓSTUMO DE ADÁN

«Cuando yo haya muerto, deberán depositar mi cuerpo en la caverna de los tesoros. Y aquél que sobreviva de todos vuestros descendientes, deberá, en el día en que se produzca vuestra salida de este país, de las inmediaciones del paraíso, llevarse consigo mi cadáver y deberá transportarlo y depositarlo en el centro de la Tierra. Porque allí me será concedida la salvación a mí y a todos mis descendientes. Y tú mi hijo Seth, sé guía de los hijos de tu pueblo, y guíalos limpios y santos en temor pleno de Dios, y mantened a vuestros descendientes alejados de los descendientes de Caín, el asesino.»
EL CADÁVER DE ADÁN VIAJÓ EN EL ARCA DE NOE

Con la embarcación salvadora aparecen una vez más —como en tantos otros pasajes de la antigüedad— signos tecnológicos, cuyos detalles no encajan en el mundo del hombre primitivo ni en el mundo espiritual. Leemos así en La Caverna de los Tesoros que el arca estuvo cerrada y sellada, y que el ángel del señor estuvo apostado en su techo como timonel. El arca entonces «voló con las alas del viento por encima de la corriente, de este a oeste, y describió una cruz sobre el agua. Y el arca voló por encima del agua durante 150 días y llegó a un lugar de reposo en el séptimo mes».
En numerosas ocasiones, este mensajero, ángel o emisario aparece en situaciones que connotan una tecnología superior al conocimiento humano de la época, pero que se escapa igualmente del ámbito puramente espiritual o de la actuación directamente inspirada por un supuesto dios. El emisario (ángel) volverá a aparecer aquí en todo caso relacionado con el viaje que debe transportar el cadáver del primer hombre, Adán, hasta el ya repetido Centro de la Tierra (por lo demás otro Viaje al centro de la Tierra absolutamente genuino).
EL CENTRO DE LA TIERRA


Y cuando Sem hubo depositado el cadáver de Adán en la parte superior de este lugar, se separaron cuatro partes, y la tierra se abrió en forma de una cruz; y Sem y Melquisedek depositaron el cadáver de Adán en el interior.
Y en cuanto le hubieron depositado allí dentro, se movieron los cuatro lados y encerraron el cadáver de nuestro padre Adán y se cerró la puerta de la tierra externa.»
EL LUGAR DEL CRÁNEO
Una vez depositado el cadáver de Adán bajo las compuertas automáticas, Sem regresó a su lugar de origen, ordenándole a Melquisedek que jamás se moviera del emplazamiento de este «Centro de la Tierra».
En cuanto al Gólgota, pronto fue llamado "lugar del cráneo" porque allí fue depositada la cabeza de todos los hombres (lo que malinterpreta Orígenes en sus Comentarios al Evangelio de San Mateo al afirmar que se le llamaba así por el hecho de estar allí enterrado el cráneo de Adán, lo cual no está del todo desencaminado, pero sí cambia el matiz y reduce la importancia del lugar), y «Gólgota» porque era redondo. A partir de entonces, todos los acontecimientos importantes se suceden precisamente en este enclave digamos mágico, incluyendo la construcción posterior de Jerusalén.
JESÚS, CRUCIFICADO ENCIMA DE ADÁN

tuve la suerte de leer el libro sacerdotes o cosmonautas de andreas faber kaiser , muy inquietante, definitivamente me dejo consternado.
ResponderEliminarcarlos (peru)
La desaparición de Andreas Faber Kaiser dejó un vacío difícil de llenar.
ResponderEliminarFue un graninvestigador, se extraña su espíritu.
Sacerdotes y Cosmonautas no es mi texto favorito, pero hay que leerlo, así como toda su obra.