Monte Shasta
La Leyenda de J.C. Brown
Débora Goldstern
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Más tarde contó que “a tres millas de la entrada del túnel me encontré con un cruce mostrando mineral con contenido de oro y más adelante, me encontré con otro cruce en donde una raza antigua aparentemente habían trabajado cobre”. El creía que los otros cruces aparecían en alguna otra parte de la montaña. El declive continuó por aproximadamente unas 11 millas dentro de la montaña donde encontró lo que él llamó “El Depósito de la Aldea” (The Village Blets), donde se encontraron muchas piezas y cuartos.
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En 1934, a la edad de 79 años, Brown apareció en Stockton, California. Era su idea organizar un grupo de gente interesada en acompañarlo, por su cuenta, hasta el Monte Shasta, y que una vez allí, ellos seguirían explorando más allá del antiguo túnel que había encontrado en 1904.
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El editor y el guardián del museo cuestionaron a Brown intensamente, repasando una y otra vez los detalles de su historia tan rara. Brown dio a conocer que él había pasado una gran parte de los 30 años previos buscando registros antiguos correspondientes a los Lemurianos, y su cuadro mental de los jeroglíficos en el túnel de la aldea subterránea lo habían convencido de haber encontrado el eslabón perdido en la historia de la civilización.
Y él les dijo que creía que las antigüedades de oro que había encontrado eran las de los Lemurianos o de sus descendientes. Brown incluso prometió suministrar un yate para transportar al grupo hasta tan al norte como pudiesen ir por agua. Ellos partirían el 19 de junio a las 1:00 p.m. El día amaneció claro y hermoso, y 80 ciudadanos de Stockton estaban esperando a la hora señalada la llegada de su líder. Ellos se habían reunido la noche anterior a fin de finiquitar los detalles finales, después de lo cual J.C. Brown les dijo adiós hasta la tarde siguiente. Sin embargo, Brown nunca más fue visto por alguien del grupo, y lo que le sucedió es una adivinanza de cada uno. Los miembros del grupo temieron por su vida, ya que previamente había mencionado que una vez había sido secuestrado por gente que no deseaban que esta información salga, (generalmente agencias gubernamentales); y de que apenas pudo escapar con vida. Ellos involucraron a la policía de Stockton, pero no se encontró rastro del hombre. Había desaparecido totalmente. Pero las 80 personas que esperaron en vano que apareciera en ese día de junio, creyeron en la autenticidad de su historia y ellos creen en la existencia del amplio túnel en el Monte Shasta, lleno con artefactos de oro. Lamentablemente, J.C. Brown nunca reveló la ubicación exacta del túnel secreto en la montaña, y es altamente probable que estos tesoros de una era prehistórica nunca más volverán a deleitar la vista de otro ser humano. Envuelto en las nubes y la niebla y sellado a través de las eras en hielo y nieve, el Monte Shasta mantiene su secreto para sí, como siempre.
Y él les dijo que creía que las antigüedades de oro que había encontrado eran las de los Lemurianos o de sus descendientes. Brown incluso prometió suministrar un yate para transportar al grupo hasta tan al norte como pudiesen ir por agua. Ellos partirían el 19 de junio a las 1:00 p.m. El día amaneció claro y hermoso, y 80 ciudadanos de Stockton estaban esperando a la hora señalada la llegada de su líder. Ellos se habían reunido la noche anterior a fin de finiquitar los detalles finales, después de lo cual J.C. Brown les dijo adiós hasta la tarde siguiente. Sin embargo, Brown nunca más fue visto por alguien del grupo, y lo que le sucedió es una adivinanza de cada uno. Los miembros del grupo temieron por su vida, ya que previamente había mencionado que una vez había sido secuestrado por gente que no deseaban que esta información salga, (generalmente agencias gubernamentales); y de que apenas pudo escapar con vida. Ellos involucraron a la policía de Stockton, pero no se encontró rastro del hombre. Había desaparecido totalmente. Pero las 80 personas que esperaron en vano que apareciera en ese día de junio, creyeron en la autenticidad de su historia y ellos creen en la existencia del amplio túnel en el Monte Shasta, lleno con artefactos de oro. Lamentablemente, J.C. Brown nunca reveló la ubicación exacta del túnel secreto en la montaña, y es altamente probable que estos tesoros de una era prehistórica nunca más volverán a deleitar la vista de otro ser humano. Envuelto en las nubes y la niebla y sellado a través de las eras en hielo y nieve, el Monte Shasta mantiene su secreto para sí, como siempre.
Fuente Bibliográfica:
La Historia del Monte Shasta
Es una historia inverosímil, pero ¿Porqué no puede ser cierta?.
ResponderEliminarUn saludo.
Y porque no? En el esquivo mundo subterráneo todo puede ser posible.
ResponderEliminarSaluda
Débora