Débora Goldstern
Dotado de una gran erudicción, este escrito es una de las mejores recopilaciones sobre el tema, aunque lamentablemente la edición que compré en su momento carecía de bibliografía, que impidió por mucho tiempo conocer la mayoría de las fuentes que son citadas por Cardellac. En uno de sus primeros capítulos al hacer alusión a la Atlántida, el escritor catalán refiere la historia de un extraordinario descubrimiento que habría tenido lugar en medio oriente, aunque como siempre ocurre, se ocultó al público, desconociéndose en la actualidad el destino del hallazgo.
Con los años, supe, que la fuente citada por Cardellac, pertenecía a "Historia Desconocida de los Hombres desde hace Cien Mil Años (1966), del estudioso francés Robert Charroux, quién fuera el responsable de propagar la información.
Aunque esta historia circula hace mucho tiempo, y dada la imposibilidad de probarla, cumple con varios requisitos que la convierten en una posibilidad más que aceptada, ya que habla en primer de una conspiración y silencio con respecto al destino de unos de los continentes desaparecidos más famosos, Atlántida. Otro punto, es que el relato como a continuación veremos, habla sobre "planchas de oro con escritura", algo que en este blog es ya moneda corriente.
"En su libro "Un Roman de Tanger. La guerre nouvelle" (1951), el arqueólogo y escritor René Gau aporta a esta teoría de la Atlántida y al origen extraplanetario de los atlantes una nueva contribución, fundada en el descubrimiento, en ur, de placas grabadas que los servicios políticos norteamericanos mantendrían en secreto.
Muy casualmente, el profesor Gerboult (quién según sospechamos, sería el propio René Gau), corresponsal del British Museum y de, una oficina cultural de New York, encontró el cofrecillo robado a Wooley en poder de un anticuario, que se deshizo de él mediante un precio excesivo, que sólo los norteamericanos aceptaron pagar.
El señor René Gau ha escrito a propósito de los antiguos signos pictográficos grabados en las placas de oro: "La comunicación parecía muy diferente de las de las placas de Ur. Por decir así, parecía un complemento explicativo; hablaba del procedente cofrecillo y de dos planos que se hallaban allí. Uno indicaba la forma de dirigirse al Alto Egipto en el hipogeo de los reyes atlantes y el otro daba el plano en estrella de las tumbas agrupadas de los treinta últimos reyes atlantes, de los cuales el primero y el trigésimo estaban situados al centro y muy nítidamente marcados sobre la estrella plana.
El lugar parece haber sido fijado un poco aproximadamente, pues las indicaciones hacían comprender que se encontraba entre veinte y treinta días de marcha del Nilo. Un punto preciso era, con todo, mencionado, y se situaba a mitad de camino entre Asuán y el oasis del desierto al oeste. Las hojas de oro traían también la confirmación de la venida a la Tierra en Atlántida de seres muy perfeccionados, desembarcados del cielo, hace más o menos quince mil años".
El relato prosigue así:
"Me enteré por la traducción de los textos grabados que las joyas tenían un valor mucho más arqueológico que comercial. Constituían talismanes provenientes de los atlantes, quiénes a su vez los tenían de "seres que se decían humanos", remotos hermanos de las estrellas. Estos les visitaron un día, venidos de las profundidades intersiderales en una nave voladora. Tal descubrimiento debía de servir de base a otras búsquedas arqueológicas, ya que confirmaba las opiniones de Platón, con las pasmosa noticia de la existencia de hermanos de nuestra humanidad terrestre, nítidamente superiores a nosotros, oriundos de otras galaxias".
Did Atlantis really exist? If so, where?
SECRET OF ATLANTIS - ILLUMINATI FREEMASON 1/8
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