31 de diciembre de 2008

Siragusa el Anunciador

SIRAGUSA, EL ANUNCIADOR



Fue el precursor de los contactados. Su figura marcó a fuego la era por venir, y fue el iniciador de un controvertido fenómeno, que aún en nuestros días genera violentas polémicas. Hablamos del italiano Eugenio Siragusa, que en su tiempo se conoció como el anunciador y embajador de los extraterrestres.

A pesar del rechazo profesado por muchos investigadores y estudioso que cuestionaron sus supuestos contactos, Siragusa mantuvo su historia, y hasta el fin de sus días se aferró a esa experiencia que lo marcó para siempre.

Nuestro interés no es sumergirnos en la obra de Siragusa, sino rescatar uno de sus primeros escritos, que muestran quizás el inicio de su relación con aquellas enigmáticas inteligencias, que a él se revelaron como extraterrestres. Basta decir que uno de sus seres se presentó como Asthar Sheran, un nombre hoy común dentro de los contactados.

Las citas elegidas que ahora vamos a conocer, pertenecen a su primer libro, Siragusa, Mensajero de los Extraterrestres, escrita por Victorino del Pozo (1977), donde se expone un Siragusa primigenio, interesado por el pasado de la Tierra. Este trabajo actualmente es difícil de conseguir, ya que no se volvió a reeditar. Llegó a nuestras manos en una compra de ocasión, y podemos decir que su lectura es realmente fascinante. Una de las particularidades es que trae publicados unos mapas, dibujados por el mismo Siragusa, que según su autor eran parte de una especie de rollos semejantes a papiros de casi seis metros, que contienen la visión de los mensajeros que lo contactaron.

Vayamos al texto.


MUT, LEMURIA, ATLÁNTIDA, DESVIACIÓN DEL EJE MAGNÉTICO


El capitulo anterior contaba una historia. Dicha historia es la historia de una iniciación-. El nombre del Iniciado lo sabe­mos, por haberlo revelado el propio Eugenio Siragusa: era Ba­rath. Ahora bien, Eugenio Slragusa y Barath son la misma per­sona. Barath era un estudiante de la quinta generación. Eugenio Siragusa pertenece a la séptima. los dos nombres personifican el principio Y el fin de un relato, Y se cumplen en dos ge­neraciones diferentes, ambas transcurridas sobre la Tierra, con una diferencia de más de doce mil años.

Debajo de esta historia quedan definidos algunos acontecimientos trascendentales para el concepto de nuestra humanidad y para el desarrollo del geolde que habitamos. Pero además de eso, se abordan conceptos tan Importantes eomo la reencarna­ción, la deriva de continentes, el origen Y la desaparición de anterIores civilizaciones, el sentido Y la orientación de nuestra actual civilización Y su relación con el desarrollo geológico de la Tierra. la aflrmación de que Eugenio Siragusa y Barath, un estudiante de Poseidón hace más de doce mil años, son la misma persona, evidentemente no nos pertenece, como tampoco pode­mos afirmar que Eugenio fuese anteriormente Hermes Trisme­gisto, San Juan Evangelista, Giordano Bruno, Cagliostro o Ras­putin. Esta historia se apoya en estos nombres, porque todos ellos reconducen, según hemos visto en los documentos del señor Siragusa, a una línea conductal que viene desde hace dos ge­neraciones y está llamada a cerrar un ciclo en esta generación.

La historia de donde hemos partido no es más que la base de todo el relato. De ahí han nacido todos los interrogantes. Pero también en ella están algunas de las claves para compren­der y seguir el hilo conductor a lo largo de los siete capítulos fundamentales- del libro.

Naturalmente, éste no es un libro de física; por tanto, ni los puntos de partida, ni las pruebas serán físicas. Tampoco es un libro esotérico, pero se parece a una historia esotérica. Por ello el lector podrá entrar por estos caminos en su compren­sión. Es una historia, la historia personal del señor Eugenio Siragusa, la de nadie más. Las pruebas que se añaden y los do­cumentos que se aportan son los que él ha permitido ver, los que han servido a su conciencia para llegar a la compenetra­ción absoluta del viejo personaje después de su redimensiona­miento.

No se olvide que antes de la compenetración del rayo lumi­noso por la nave extraterrestre, cuando cumplía los treinta y tres años, Eugenio Siragusa era un hombre normal, de clase media, sin ambiciones y sin pretensiones de ningún tipo, sin conocimientos científicos, teológicos o de cualquier otra clase superiores a los adquiridos en una escuela elemental.

Por ello revisten carácter de prueba algunos de sus diseños, algunos de sus relatos, incluso algunas de sus conversaciones y definiciones. .

El primer relato era, por tanto, algo más que una historia.

Entre líneas se puede advertir un amplio programa a cuya diná­mica se incorpora Eugenio Siragusa a partir de los treinta y tres años. La clarividencia sobre este programa no era más que la introducción a otro tipo de conocimientos dictados telepática­mente y que Eugenio Siragusa iría dando a conocer en su medio paulatinamente.Uno de los conocimientos fundamentales que le fueron dlc tados es lo que constituye la matriz de éste y los siguientes capítulos. ¿Existieron los continentes Mut, Lemuria, Atlántida? ¿Dón­de, cuándo, cómo desaparecieron? ¿Qué civilizaciones desapa­recieron con su hundimiento?

Los acontecimientos cósmicos en los que se produjeron tales cambios en el planeta Tierra, ¿obedecerían a ciclos pe­riódicos dentro de nuestro sistema solar, dentro de nuestro planeta? ¿Es verídico que la Tierra sufre periódicamente una roturación semejante a la que se lleva a cabo en los campos de labranza, sepultando lo que estaba en la superficie y aflorando lo que estaba en el interior, para beneficio del propio planeta? y si es así, el hombre, los animales, las plantas, ¿cómo fueron seleccionados, dónde fueron conservados, cómo volvieron a germinar?
Una de las primeras respuestas dadas por Eugenio Siragusa a estos interrogantes son sus diseños. Estudié estos papiros durante un día entero. Son papiros de uno a seis metros de largo y contienen diseños que abarcan desde temas cósmicos a temas teosóficos. Contabilicé en total veintiún diseños sobre temas diferentes. Analizaremos a continuación los que se refie­ren al desarrollo y evolución de nuestro geoide, a la ruptura y deriva de continentes, a la desviación del eje de la Tierra en el pasado.

Según palabras del propio Eugenio Siragusa, dichos diseños le fueron dictados telepáticamente. Nunca dibujó anterior­mente nada y tampoco tuvo conocimiento alguno paralelo que le permitiese abordar un trabajo de este tipo. Por otra parte, tampoco existen, que nosotros sepamos, diseños de este estilo, tan detallados y pormenorizados. Dichos diseños los recibió como parte del programa de redimensionamiento y culturiza­ción a que fue sometido por los extraterrestres a partir del año 1952.

Los mapas están diseñados sobre papel cuadriculado, a co­lores y a escala. En este punto quiero hacer alusión a dos mapas muy conocidos de los seguidores de estos temas. De un lado, el mapa de Pirireis, y de otro, el aparecido en una de las piedras de Ica. El mapa de Pirireis parece que fue conocido por Colón' antes de emprender viaje en busca del nuevo continente. Dicho mapa pudo haberlo conocido en la bibilioteca de los Hermanos de la Orden de Calatrava, donde más o menos llevó a feliz tér mino su rrucracron, ¿Cuál fue el origen real de este mapa, si para llevarlo a cabo hoy sería necesario tener una.perspectlva aérea de nuestro globo?

El otro mapa que también aparecerá aquí como aportación documental es el grabado en una de las numerosas piedras de Ica. El mapa diseña claramente el período atlantídeo de nues­tro planeta. En él no se ha llevado a cabo todavía la separación actual de los continentes americanos respecto de Europa y Africa.

Curiosamente. los diseños de Eugenio Siragusa referentes al mismo período atlantídeo coinciden con el aparecido en esta piedra de Ica. ¿Cómo explicar esta coincidencia? los mapas que a continuación se explican. han sido examinados por cartógrafos. por científicos. por geógrafos. lo único que han podido decir al respecto es que no bastaban como prueba para afirmar que la faz de nuestro planeta respondiese a tales contornos y tal distribución de tierras yagua. Sin ern­bargo, ahí están los diseños, y también para los científicos re­sultaba paradójico que un simple empleado de arbitrios hubiera podido llevarlos a cabo, describiendo las épocas, la evolución y las razas desde hace tres millones de años hasta hoy.

Mapa número uno: el continente Mutolteca

El primer diseño se refiere al continente Mut. Según las descripciones halladas, el diseño refiere el estado de la Tierra hace aproximadamente 2.953.000 años.

Según otras explicaciones del señor Siragusa, alusivas a este punto, la vida animal debió aparecer sobre nuestro planeta hace unos cinco millones de años.

En la época a que se refiere este diseño. el continente Mut era el de mayor superficie y ocupaba el centro del planeta. En realidad no se llamaba Mut, sino Mutolteca.

la raza que habitaba dicho continente central era la raza roja. De ella han derivado las civilizaciones de diversos países sudamericanos y de ella provinieron las culturas maya y azteca.

Pertenecía al mismo período y existía contiguo a Mut el continente Ciá. Era de inferior extensión y estaba habitado por raza amarilla. Se situaba en el entonces polo Norte, y a dicho continente perteneció lo que actualmente llamamos Asia. La cultura oriental, en su raíz, partió también de aquella época.

El tercer continente era el de Groenlandia, y estaba habita­do por la raza blanca.

Existían enormes extensiones de tierra sin colonizar. Como veremos en posteriores relatos, el continente Mutolteca fue destruido por la caída de una de las lunas. Y resultó una con­secuencia de la desviación del eje magnético de la Tierra el progresivo y acelerado rompimiento y deriva de continentes que en aquellas épocas tuvo comienzo.

Según afirmación del propio Eugenio Siragusa, las especies humanas no aparecieron en estos períodos como consecuencia de un proceso de evolución de especies inferiores animales. sino que fueron traídas del exterior ya formadas y evolucio­nadas.


Mapa número dos: desviación del eje magnético

la desviación del eje magnético de la Tierra tuvo lugar apro­ximadamente hace dos millones de años. la desviación no se produjo de modo progresivo, sino de un modo brusco y repen­tino. Fue una consecuencia del choque de una de las lunas con el continente Mutolteca.

El impacto provocó el hundimiento del continente Mutolteca y una desviación en el eje magnético de la Tierra de 45 grados hacia el este en el polo Norte y hacia el oeste en el polo Sur. El efecto inmediato fue una enorme contracción del geoide. Dicha contracción tuvo como consecuencia el hundimiento de la mayor parte de la superficie terrestre.

En un segundo momento el geoide comenzó su dilatación y su asentamiento. adaptándose a su nuevo ángulo de rotación. y este nuevo movimiento provocaría la aparición de nuevas tierras sumergidas.

Con el movimiento de dilatación se iniciaría también el fe­nómeno llamado de la -deriva de continentes, fenómeno más o menos progresivo que hoy todavía se deja sentir. aunque en ínfima escala número tres: período lemuriano. Inmediatamente después de la contracción del geoide, se inicia su dilatación y, como consecuencia, la deriva creciente de los continentes, la ruptura de las tierras emergidas y su separación, produciendo una nueva imagen del globo.

En esta nueva faz había desaparecido totalmente el conti­nente Mutolteca, exponente de una de las culturas más avan­zadas de nuestro planeta. Millones y millones de seres pere­cieron bajo las aguas. El nivel del mar subió más de tres mll metros de altura. La intervención de los seres-dioses proceden­tes de las Pléyades, sirvió para dirigir a los supervivientes ha­cia los lugares más altos y seguros. Mientras tanto, el geoide se asentaba con enormes temblo­res y se iba provocando la lenta emersión de la compacta corteza terrestre. El planeta permaneció envuelto largo tiempo por una inmensa capa de nubes, provocadas por los continuos vapores de la masa ígnea de los volcanes en erupción, al con­tacto con las aguas marinas. En este vuelco, uno de los satélites que orbitaban en torno a la Tierra se precipitó en el Pacífico, destruyendo literalmente el continente Mut. La isla de Pascua y otras islas en el mar de. océano Pacífico no son más que vestigios de las zonas más altas de aquel continente desaparecido, que tenía enormes cordilleras. Algunos de sus picos más elevados alcanzaban una altura que iba de los 9.000 a los 12.000 metros sobre el nivel del mar. En contraposición al hundimiento de la corteza terrestre del Pacífico, emergía imponente y majestuosa una nueva tierra con cadenas montañosas. Eran los continentes de Africa y América en su período compacto.


El fenómeno de la deriva de continentes ha sido seguido y estudiado hace largo tiempo por mí. A causa de la gran dila­tación que se iba produciendo en la masa del geolde, el conti­nente de las dos Américas unidas comienza a separarse de Eurasia y Africa. Se perfilaba la imagen del período lemurlano, que comen­zó hace dos millones de años y de donde Irían produciéndose nuevas desviaciones de los continentes y nuevas formaciones de continentes jóvenes. Uno de ellos sería la Atlántida. La división de los continentes y la distribución de las razas humanas en el período lemuriano estuvo determinada por los supervivientes de la gran catástrofe.


América del Norte y América del Sur continúan unidas en este período. Europa y África también. Asia y Australia comien­zan a destacarse. La unión entre las Américas y Eurasia tiende a ser cada vez menor, hasta cristalizar. en una separación de­finitiva.


Las razas se distribuían así:

- En el norte de América, Europa y Australia, la raza blanca.
- En Sudamérica y en todo el sudoeste de África, la raza roja, oriunda del continente Mutolteca. - En el sudeste de África, la raza negra.
- En el este de Asia. la raza amarilla.


Sobre el período lemuriano sobrevendría una constante y progresiva deriva y ruptura de continentes. Ello conduciría a un nuevo período cultural y humano: el período atlantídeo. La cultura atlantídea y la imagen del geoide en este período están mucho más próximas a nuestra civilización. En realidad, nosotros somos los herederos. Por esa razón trataremos este tema en los capítulos cuarto y quinto. La era mutolteca fue a la lemuriana lo que la lemuriana a la atlantídea y lo que la atlantídea a la adámica, que es la nuestra.












La storia di Eugenio Siragusa


4 comentarios:

  1. Anónimo dijo...
    ESTIMADOS AMIGOS: EUGENIO SIRAGUSA llevaba dentro de su cuerpo el mismo espíritu que llevaba hace 2000 años JUAN EL APOSTOL.-
    Coresponde a GIORGIO BONGIOVANNI,(actualmente estigmatizado)o a su espíritu el papel hace 2000 años de JUAN EL BAUTISTA.-
    Eugenio Siragusa, si fue HERMES TRISMEGISTO en cambio THOT era el mismo espiritu que regia a JUAN EL BAUTISTA.-
    GIORDANO BRUNO, es JUAN EL BAUTISTA.-
    Les puedo informar sobre estos temas a hece fin les dejo mi correo.-
    FLOYD2552@YAHOO.COM.AR

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    1. Jorge: Te lo he dicho mas de una vez... no confundir mas a la gente. LO QUE DICES ES NETAMENTE FALSO, te falta discernimiento. Cuando dices que Giorgio es el bautista.. y te digo porqué... fácil... GIORGIO NO DA TESTIMONIO DE LA VERDAD REVELADA POR EUGENIO. entonces es un falso testigo.
      Para los que QUIERAN SABER LA VERDAD.
      http://www.lavozdeluniverso.blogspot.com/2012/03/gritar-la-verdad-se-hace-irresistible.html
      http://www.lavozdeluniverso.blogspot.com/2012/02/para-dar-claridad.html
      http://www.lavozdeluniverso.blogspot.com/2012/02/filippo-la-verdad-hay-que-decirla.html

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  2. Hola Floyd:

    Tengo entendido que Siragusa repudió antes de fallecer a Giorgio Bongiovanni, a quién no veía como sucesor de su obra, por sus desvíos místicos marianos. Eso por un lado.

    Sobre el tema de las reencarnaciones alegadas, no hay pruebas, solo especulaciones personales, especialmente de Siragusa.

    Creo que los primeros años de Siragusa, y de ahí la realización de este post, son muy interesantes, aunque ameritan un estudio más profundo.

    Claro que luego también entró, en el mismo terreno místico de su discípulo rechazado.

    Cosa del contactismo ...

    Saluda
    Débora

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  3. Hola!!!

    Hace un tiempo que estoy buscando el libro de Victorino del Pozo: "y III: Verdad y persecución de Siragusa"

    Alguien sabe donde puedo encontrar una versión digitalizada o escaneada del libro, ya que está agotado en todas partes.

    Lo que he conseguido es una versión digitalizada del primer libro de la misma trilogía se llama: "Eugenio Siragusa: Mensajero de los Extraterrestres". Si alguien gusta de tenerlo no tiene más que hacermelo saber por aquí.

    Desde ya muchas gracias!

    Pablo

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