6 de julio de 2009

Sociedad Teosófica versus Hermandad Hermética de Luxor: Crónica de una disolución

SOCIEDAD TEOSÓFICA VERSUS HERMANDAD HERMÉTICA DE LUXOR:
CRÓNICA DE UNA DISOLUCIÓN

Primera Parte - Débora Goldstern ©

“Uno de nuestros amigos más estimados en la búsqueda oculta, somete la cuestión concerniente a la formación de “Logias” de la Sociedad Teosófica, para que operen a fin de desarrollar el adaptado. Durante el curso del movimiento teosófico se ha demostrado, no una vez, sino una plétora de veces, la imposibilidad práctica de forzar este proceso. Es duro contener la impaciencia natural de uno por descorrer el velo del Templo. Obtener el conocimiento divino, adoptando el método empleado en un examen clásico, saturándose de información, es lo ideal para el principiante común y corriente en el estudio oculto. Cuando los fundadores de la Sociedad Teosófica rechazaron fomentar tales esperanzas falsas, esto condujo a la formación de fraternidades ficticias, como la llamada Fraternidad de Luxor, las cuales especulan sobre la credulidad humana. // En esta coyuntura y antes de concluir la carta de nuestro amigo, la editora de la revista Lucifer quiere informar a sus compañeros que jamás, ni en la forma más remota, tuvo algún nexo con la llamada “Hermandad Hermética de Luxor”, y cualquier información contraria es falsa y deshonesta”
[1]

De esta manera Blavatsky se defendía de la ola rumores que señalaban a la Hermandad Hermética de Luxor -Logia oriental con rama norteamericana- de haber participado en la creación de la futura Sociedad Teosófica.

Para comprender el porque de esta “negativa”, debemos remontar la pesquisa a los primeros años de Blavastky, precisamente en Egipto, país que la acogió después de su huida de Rusia, y al que sólo retornaría diez años más tarde.

En las Biografías consultadas, Blavastky se muestra esquiva en cuanto a su estadía en la región de las pirámides, una actitud que repetiría en lo referente a su estancia en el Tíbet, relato del que siempre se dudaría en cuanto a su veracidad.

Por lo pronto sabemos que en Egipto, se relacionó con un musulmán de origen copto o caldeo, llamado Paulus Metamón. Para algunos era una mago y ocultista de renombre, para otros un taumaturgo y prestidigitador de talento. No hay duda que Metamón influyó en la formación esotérica de Helena ya que “... se cuenta que durante sus primeras peregrinaciones en el Levante ambos habrían penetrado en alguno de los monasterios del Monte Athos –Grecia-, y que en sus bibliotecas accedieron a la teoría alejandrina del Logos...”. (Palabra divina y ley fundamental de la naturaleza).

Su ascendencia en su discípula fue tal que muchos atribuyen a este copto el haberla puesto en contacto con las misteriosas Estancias de Dzyan, piedra angular de la Doctrina Secreta, y cuya historia reservamos para después.

¿Pertenecía Metamón a la Hermndad Hermética de Luxor?. Sólo vagas referencias, aunque escritos de la Logia, no niegan ni afirman su afiliación a la misma. “... Una tradición paralela que atraviesa corriendo el décimo octavo siglo Fratres Lucis y Hermanos Asiáticos en una mano, y el Rito de Cagliostro Francmasonería (andrógina) sobre el otro. Este fusible con tradiciones primordiales egipcias durante las conquistas napoleónicas en Egipto, pasó a Metamón, Max Théon, Eliphas Levi, P.B. Randholp, Peter Davidson y otras lumbreras del diecinueve siglo...”

¿Pero cuál es el origen de la Hermetic Brotherhod of Luxor -Hermandad Hermética de Luxor-?. Responder este interrogante supone hacer un recorrido hasta los primeros decenios del Siglo XVII, época en que la tranquilidad europea es alterada por unos misteriosos anuncios que tienen su epicentro en Francia. “Nos, disputados del Colegio principal de la Rosacruz, estamos haciendo una estancia visible en invisible en esta ciudad por la gracia del Altísimo, hacia el cual se vuelve el corazón de los Justos a fin de sacar a los hombres, nuestros semejantes, del error de la muerte”. Es la simiente del enigmático conde Christian Rosencreutz –1378-1484-, cuya sepultura no fue descubierta hasta ciento veinte años después de su muerte, tal como él mismo había anunciado. El movimiento Rosacruz es la rama principal de la cual se desprenden las posteriores sociedades esotéricas que llegan hasta nuestros días, y es aquí donde se debe asentar la idea del oriente místico que cobija en sus senos a hombres iluminados “que pueden hablar cualquier lengua, que saben sondear el alma de cualquiera y que solamente se revelan a aquellos que buscan la iluminación superior”. [2]

Sin abandonar esta línea tomemos a la figura de Cagliostro, un personaje polémico nacido de esta escuela, y cuyo hilo conductor lleva hasta las entrañas de la Hermandad de Luxor.


Giuseppe Bálsamo Alexandro, conde de Cagliostro (1743-1795), fue una aventurero italiano, que obtuvo fama como médico, mago y alquimista. Se cree que a la edad de 24 años se inició en la Masonería en la ciudad de Londres. En 1784 crea la Logia Madre del Rito Egipcio, adoptando el título de Gran Copto, y redactando el Ritual de Masonería Egipcia. “No hay más que un ser Supremo, un solo Dios Eterno. El es el Uno, al que debemos amar y servir. Todos los seres, ya sean espirituales o inmortales, son sus criados, sus vasallos, sus servidores, sus inferiores”. No hay duda que Cagliostro tuvo una gran ascendencia y dejo una huella importante en sus contemporáneos. Perseguido por la Inquisición, terminó sus días encarcelado, y ante un intento de fuga se le dio muerte por estrangulamiento.

No se encuentra una fecha precisa sobre el comienzo de la Hermandad Hermética de Luxor. (H.HL). Si nos dejáramos llevar por rumores de genealogía, deberíamos buscar sus inicios en los tiempos del faraón Tutmosis III, pero eso nos lleva demasiado atrás en el tiempo... Siendo más terrenos podemos especular que su trayectoria se vincula con la aparición del movimiento rosacruciano. En los pocos escritos que se encuentran sobre el tema, se señala que esta Orden tuvo una influencia considerable en todo el entorno del ocultismo Occidental, y que además enseñaba la verdadera Tradición del Misterio. La H.H.L. practicaba una enseñanza privada o Círculo Interno, sólo reservada para los miembros más entrenados, y otra pública o Círculo Externo dirigido a futuros discípulos. La Orden fue precursora en cuanto a instruir a sus afiliados por correspondencia.

Su plan de estudios incluyó un número de selecciones de las escrituras de Hargrave Jennings y Pascal Beverly Randolph. Jennings era un eminente rosacruz de origen europeo, quién escribió “Rosacruces. Sus Ritos y Misterios”.


En cambio Randolph (1825-1875), fue una figura enigmática y fascinante. Tuvo una participación activa en la causa Abolicionista de EE.UU, siendo distinguido por el propio Abraham Lincoln. Fue un entusiasta espiritista y un viajero que se interesó por los países orientales. Por esa época toma contacto con el concepto rosacruciano que derivaron más tarde en la creación de su propia Orden: La Hermandad de Eulis (1860). Sus trabajos más importantes, Misterios de Eulis (1874) y el Misterio de Anseiratica (1874), tuvieron un fuerte impacto, y se le debe a Randolph ser uno de los primeros que basó sus investigaciones en las prácticas tántricas: “el sexo es la principal fuerza dinámica de la naturaleza; todas las fuerzas emanan de la femeneidad de Dios, y cuando se produce una unión carnal, esas potencias –en su máxima expansión- devienen operaciones mágicas. Por la unión carnal se apunta a la unión de las almas, y mediante ésta a la unión con Dios”


En 1870 la Hermandad de Luxor funda el Círculo Exterior en Londres al mando de Peter Davidson –Jefe de la Orden-, Max Théon como Gran Maestro y Thomas Burgoyne como secretario. Davidson (1837-1915), era considerado “como un alto iniciado escocés y mago druida, último eslabón de la tradición Celta Legítima” y según Papus (Philippe Ecausse), “uno de los más notables entre los adeptos occidentales”.

Dos obras han sido dadas a conocer, escritas por miembros de la Orden: Luz de Egipto, que versaba sobre Alquimia, Talismanes y Magia Ceremonial (atribuido a Burgoyne, sobre una idea de Théon) y Ghostland, donde se deja traslucir la idea de que la introducción en la vida real no depende de demandas reiteradas o de investigaciones de la erudición profana, sino que es el resultado de una predestinación”


MAX THÉON: EL MAESTRO DESCONOCIDO


Reservamos este apartado porque entendemos que es la clave que conecta a la Hermandad Hermética de Luxor con la Sociedad Teosófica, relación efímera, pero no por eso menos valiosa. Aunque como se verá en este desarrollo, las diferencias aumentaron y provocaron el final de la unión. Veamos.

Louis Maximiliam Bimstein, alias Max Théon (1847-1927), fue uno de los ocultistas más notables y desconocidos de su tiempo. Sus registros biográficos son vagos. Los pocos datos lo señalan como nacido en Varsovia –Polonia- de ascendencia judía, información última, que casi nunca revelaba. Desde muy joven viajó por Oriente y Europa, y habría sido en la India donde comenzó su verdadera iniciación. Allí habría aprendido el sánscrito y estudiado los Vedas, siendo esta etapa importante en su formación posterior.

Sin embargo sería en Egipto donde Théon adquiría sus contactos más notables, no sólo con la Hermandad Hermética de Luxor, sino con Metamón y por añadidura con la Blavatsky que por aquella época experimentaba con fenómenos espiritistas. “H.P.B realizó un ensayo de Sociedad Espiritista, o cosa así, en El Cairo, basándose en los fenómenos de ésta índole // “La tal Sociedad resultó un fracaso lamentable que la cubrió de ridículo, porque carecía de los colaboradores apetecidos. Sin embargo produjo fenómenos mágicos extraordinarios con la ayuda del ya dicho maestro copto y de otro “adepto” que he conocido más tarde”, y no hay duda en nuestra mente que este misterioso adepto no era otro que Théon. Aunque no ha podido ser confirmado y debido a la negativa de Blavatsky de reconocer esta influencia, se cree que Théon fue quién verdaderamente la inició en la Cábala, además de educarla en las cuestiones orientales, que más tarde harían escuela en la ST.

Durante su etapa con la Hermandad Hermética de Luxor, Théon utilizó el nombre iniciático de Aya Aziz (el querido), aunque después lo trasmutó a Max Theón que significaba “Dios Supremo”. Luego de romper con la Hermandad Hermética de Luxor funda junto a su esposa Alma, el Círculo Cósmico. “El matrimonio Théon utilizaba técnicas de desdoblamiento astral para obtener contactos paranormales. Los Théon transcribieron 10.000 páginas de escritura automática, sólo una parte de las cuales han sido publicadas en el volumen titulado “Filosofía Cósmica”. Théon creía que los grados nerviosos –así llamados por que corresponden con el sistema nervioso y constituyen el cuerpo vital de los teósofos y rosacrucianos- es la parte más frágil del hombre y la más difícil de equilibrar. Este hombre notable murió en París, en 1927.


[1] Véase Logias de Magia, un artículo que sobre el tema trata la propia Blavatsky.
[2] Véase por Jean Pierre Bayard, La meta secreta de los Rosacruces.


Fuente:

Goldstern, Débora. Sociedad Teosófica: Culto a los Mahatmas, 2005.

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