17 de mayo de 2016

Leopoldo Zambrano Enríquez- “Meditaciones de un Fumador”- Parte Final- Débora Goldstern

Leopoldo Zambrano Enríquez
“Meditaciones de un Fumador”
Parte Final
Débora Goldstern



Leopoldo Zambrano Enríquez

Última parte de la entrevista que realizáramos a este extraordinario investigador mexicano, con definiciones imperdibles.

Atienda el lector!



El arribo del milenio supone un nuevo paradigma en cuanto al tratamiento de la cuestión ufo. La irrupción tecnológica que supone dotar a nuevos públicos de medios antes relegados a ciertos sectores más especializados, conlleva el surgimiento una nueva raza de observadores, que se suponen continuadores más tecnificados. Un ejemplo de esta visión lo tenemos en Argentina, con el ascenso de los reportes anómalos sobre ovnis denominados “variables”, también conocidos como amorfos, que a decir de estos nuevos protagonistas supondría una evolución del fenómeno clásico. Teniendo en cuenta este escenario, ¿podríamos establecer que la “Transrodización”, que supone “transformar un insecto en artefacto”, según describís, pudiera también aplicarse cuando hablamos de “ovnis variables o amorfos”? 

Por supuesto, claro que sí. Lo que llamo transrodización, como la he descrito en uno de mis artículos, es la transformación de un objeto corriente, comúnmente un insecto, en un artefacto llamado rod, que no es otra cosa más que un efecto causado por el instrumento de observación, la cámara. De manera similar, el relativamente nuevo fenómeno llamado “OVNI de morfología variable”, “OVNI polimórfico”, “OVNI metamórfico” u “OVNI cambiante” no es más que la transformación de algo común, por lo general una bolsa de la compra al aire, aunque también pueden ser globos, en un artefacto desconocido. En ambos casos lo que sus defensores describen es el efecto resultante, más nunca explican la causa de ese efecto. Esas manifestaciones serían algo similar a ver las evoluciones de las luces de un avión cuando realiza maniobras de aproximación o despegue en la oscuridad de la noche, algo que reportan por docenas quienes hacen vigilias, pero siempre sacando de la ecuación a los aviones. En todos esos casos, los protagonistas no ven más allá de lo aparente, y si lo hacen se pasan de miras, pues ya tienen una idea preconcebida que desean confirmar. En realidad no buscan descubrir causas, sino encontrar evidencias para sus teorías, tal como lo hacen con los orbes, cosa que también tengo en el tintero. La gran penetración que ha tenido la internet entre los legos, como bien dices, ha dado lugar a una nueva raza de observadores más tecnificados, pero sólo eso, no hay investigadores reales, hoy parece que ese nuevo público se conforma con sólo denunciar “cosas” raras a las que llaman según se les ocurra, buscando pares para no sentirse solos, la prueba está en las múltiples denominaciones que se le dan al mismo “fenómeno”, pero no tienen la preparación necesaria para intuir la explicación más racional, o tal vez no la desean.

En este punto es casi imposible hablar de una sociedad tecnificada sin hablar de la ignorancia; parece
paradójico, pero se explica con lo que se ha dado en llamar analfabetismo científico, que es la imposibilidad de entender el mundo y la realidad por medio de la ciencia, incluso se atreven a decir que la ciencia no lo sabe todo, cuando son ellos quienes no entienden a la ciencia, lo más sorprendente es ver que para estas ideas hay gran numero de seguidores que, en algunos casos, son personas con mayor formación que influyen en los lectores de blogs o visitadores de videos; aquí se caería en el analfabetismo funcional, que es aquél en el que aún teniendo conocimientos no pueden hacer la asociación entre estos y las manifestaciones que reportan, o los aplican mal y tampoco tienen la capacidad de poner por escrito alguna idea que quieran comunicar al respecto, por lo que utilizan conceptos muy silvestres recurriendo a su propia forma de entender las cosa, razón por la cual cantidad es mejor que calidad y los grupos de pares empiezan a formarse. No pidamos que pongan a prueba sus teorías haciendo experimentos eso va más mucho más allá, pues si no pueden tener una idea racional fuera de su creencia, menos podrán abordar la creación de un experimento para probar sus teorías, además no les interesa ponerlas a prueba, se conforman con creer. Desde mi óptica esta es la mayor evidencia de que el fenómeno se comporta meramente como un ente sociológico que se mueve por contagio, además de responder a lo que mencionaba antes, un gusto por ver aduladas las creencias, entre más personas las compartan, más valor tienen para ellos y mayor penetración tienen en los demás. Estos nuevos movimientos que tratan de ver fenómenos ópticos como una evolución en el tema, se mueven casi como una religión, pues ante la falta del entendimiento de la ciencia y la lógica, sólo les queda la creencia. Muchos de estos grupos son muy agresivos, pues tan pronto alguien discrepa con sus ideas lo segregan y estigmatizan como cerrado de mente y corto de miras. Ante este tipo de ataques, sólo digo; sí, es bueno ser de mente abierta, soy el primero en aplaudir esa postura, pero nunca se debe abrir tanto como para dejar caer el cerebro al piso. 

Aunque el fenómeno del contactismo encuentra en Sudamérica muchísima adhesión, México, parece llevar la delantera en cuanto a personas que dicen estar comunicación con entidades espaciales y de otro tipo, reportándose por cientos a juzgar por la red. ¿A qué atribuís este crecimiento, de tanto fervor entre tus compatriotas? 

A la credulidad y la religiosidad, sin duda. México tiene una larga tradición en supersticiones entre las que se encuentran las relacionadas con los videntes, las lectoras de cartas y cualquier tipo de sortilegios, no es de extrañar que se vuelquen ante cualquier iluminado que diga contactar con seres de otros mundos. He visto cómo han crecido grupos de personas en torno a un autodenominado contactado, he tenido contacto con alguno de ellos, e invariablemente el tema religioso está tras la cortina en mayor o menor grado; así que la fascinación que muestra el pueblo mexicano para con esta variante del fenómeno OVNI estriba en una especie de culto de cargo del que esperan obtener algo, ya sea una dirección a tomar, una visión del futuro, ayuda contra las vicisitudes de la vida diaria o simple y sencillamente sentirse protegidos por, como decía Bertrand Russell, una especie de hermano mayor. Los representantes de estos cultos son los modernos profetas, y como es un tema subjetivo que mezcla las creencias de la gente, es de difícil discusión. Llega a tanto el fanatismo que ejerce, que los seguidores citan las palabras del gurú como si estuvieran citando pasajes de la Biblia. Casi todo México es un pueblo religioso, pero también es un pueblo bastante supersticioso, proclive al pensamiento mágico, lo vemos en sus leyendas, en el gozo que muestran por ser parte de un relato de misterio, todo mundo tiene un conocido al que le ha pasado “algo extraño”, hoy son más egocéntricos y ya hablan en primera persona para sentirse parte de ese algo extraordinario, es una forma de sobreponerse a un ambiente bastante hostil creado por la situación económica, política y social. La inseguridad ha hecho presa prácticamente de todo el país y los dirigentes parecen insensibles a los temores de la población, así que esta se vuelve a lo que le dé más seguridad, venga de donde venga.

Los descalabros recibidos por las religiones, al verse mezcladas en mayúsculos escándalos de todo
tipo, han contribuido mucho a cambiar las necesidades espirituales entre la población joven, que es la mayor población en los foros donde los contactados han creado sus feudos de adoctrinamiento. Raramente hablan de cosas prácticas, lo hacen con vaguedades y ponen especial énfasis en la espiritualidad. Responden con facilidad a preguntas relacionadas con el comportamiento humano, el ambiente o cualquier cosa que les permita hablar de obviedades, para pasar a los típicos mensajes milenaristas. Si se les aborda como lo que dicen ser, contactados con seres de una civilización superior, y se les pregunta cosas científicas, no dan datos que demuestren la veracidad de sus dichos, invariablemente desvían el tema al lado espiritual y hacen ver a quien pregunta como un infiel. Si se continúa insistiendo, y el gurú llega a sentirse en aprietos, no tardará mucho para que los seguidores, ya adoctrinados, inicien el típico ataque en defensa de su reverendo maestro. Así que no son más que sectas de culto OVNI, la mayoría inofensivos. No hay nada real detrás, sólo un tipo que goza con la adoración de los demás. Son las reminiscencias de los viejos cultos OVNI iniciados con la era platillista de los años 50. 



Las conspiraciones son otro de los rostros problemáticos potenciados a través de Internet. Cientos de sitios dedicados a propagar información sin controlar, que alimenta el morbo en cuanto al misterio y temática de todo tipo. En tu blog, también dedicás espacio a tratar de hacer recapacitar a los internautas incautos, que sienten fidelidad por estos nuevos presentadores del absurdo ¿Crees posible volver la audiencia más madura en cuanto a cómo posicionarse en cuanto a estos sitios, o estamos ante un combate imposible, ante una red actualmente incontrolable? 

Creo que sí es posible tratar de madurar a la audiencia, lo he visto, los pasos son lentos, pero se puede. El secreto es tratar de informar sin atacar, hacer ver que la mayor parte de esas teorías de conspiración se basan en la ignorancia y la falta de información. Nunca se podrá hacer ver su error a los promotores, así que el objetivo debe ser enseñar a sus seguidores. Una vez que los seguidores despierten y dejen de seguirlo, los líderes caerán por su propio peso. Uno de los artículos que más me agradó escribir fue aquél que hablaba de que al ingresar a la página itanimulli.com, illuminati escrito al revés, nos direccionaba al sitio de la NSA (Nationa Security Agency). Lo llamé “Illuminatis… ¿Juego Peligroso?”. La razón de llamarlo así, es porque mientras unos se divierten escribiendo tonterías sobre grupos secretos o conspiraciones, del otro lado del monitor puede haber un crédulo que podría tomar acciones peligrosas en base a la falsa información, como lo referí en otro artículo en el que una mujer decía estar dispuesta a “volarle la cabeza” a George Bush o a Barack Obama con tal de mostrar su naturaleza reptiliana. En internet hay un gran abanico de ideologías que se pueden representar como una gráfica de Kinsey, pero no sabemos en qué grado de paranoia esté un lector de estos blogs sobre conspiraciones. Esta falta de visión para considerar el posible público que lee esas tonterías, convierte en irresponsables a todos aquellos que las promueven en la red. Hace años hubo un tipo llamado Hal Turner que tenía un gran público entre los activistas de la supremacía blanca, neonazis y racistas. Terminó en prisión en 2010 por amenazar a 3 jueces federales de Chicago cumpliendo una condena de 33 meses. El 9 de septiembre de 2009 México tuvo un acto terrorista que puso en alerta a los aeropuertos del país, tenían entre manos un secuestro aéreo, cosa que no sucedía desde 1972. La cercanía con el aniversario de los acontecimientos del 11 de septiembre en Nueva York hicieron que la situación fuera más tensa, se pensaba lo peor. Al final de cuentas se trató de un líder religioso de origen boliviano que con una bomba falsa quería llamar la atención del Presidente Calderón para advertirle sobre un gran terremoto que se cernía sobre la ciudad de México. Según él, la fecha 999 era un signo inequívoco, pues si se invertían los números podía leerse el temido número de la bestia, 666. Mientras México salía del susto y respiraba aliviado, los seguidores de “Josmar”, alababan su gracia por internet. La idea de hablar de estos temas, es poner en evidencia que la información que circula en internet, aparte de no ser siempre confiable, también puede resultar peligrosa para los menos avezados y susceptibles de ser engañados. A veces resulta difícil porque es necesario ocupar mucho tiempo para la investigación antes de plasmarla en un artículo que pueda refutar uno solo de los postulados de estas locas teorías. Por otro lado, mientras una persona trata de refutar estas locuras, salen 100 que las abanderan, y algunos hasta se toman el trabajo de hacer publicidad en tu contra tildándote de agente pagado por el gobierno. No sé los demás, pero yo aún no veo mi cheque. A veces esto resulta un tanto divertido, sobre todo cuando se reflexiona en que quienes esgrimen estas ideas sobre las teorías de la conspiración pretender saber qué es lo que piensan y desean los hipotéticos conspiradores para con la población, que nunca es nada bueno. 

Así que en tono de sorna he acuñado lo que llamo “El Efecto Gozer” inspirado en una vieja película
(Cazafantasmas-1984). Gozer es un antiguo demonio que ha venido a terminar con el mundo, sin embargo, deja a los cazafantasmas la oportunidad de escoger la forma del destructor. Ray, uno de los cazafantasmas, piensa en una payasada, un hombre de malvavisco. Así son los teóricos de la conspiración, destruyendo el mundo con malvaviscos pretendiendo sembrar el terror pero cosechando sonoras carcajadas, pues sus teorías, aparte de tontas, son grandes rompecabezas armados a fuerza de martillazos que, al ser mostrados, presentan grandes huecos que solventan con las mismas excusas del ignorante. Pero el peligro es latente aún, las masas no piensan y actúan por inercia. Antes se pensaba que eran inofensivos porque sólo se circunscribían a la red, pero hoy los chemtrailistas y los anti-vacunas están empezando a hacer estragos en el mundo real, y eso, ya no es cosa de juego. 


Hay quién juzga el escepticismo como una religión ideológica integrada por fanáticos poco amables, en cuanto a empatizar con ideas de mayor apertura, y de mirada casi inquisidora en su tratamiento, especialmente cuando se habla de misterios. Otras voces en cambio, encuentran en el escepticismo un camino válido para frenar tanta locura dando vuelta, que ofrece respuestas realistas ante tanto descalabro mediático ¿Te sentís parte de la corriente escéptica, o estamos ante un término que ya no refleja este tipo de postura? 
Desgraciadamente, al igual que el tema de los misterios se ha visto lleno de toda clase de ideas sin sentido, llevándolo al límite de la locura, el escepticismo se ha ido convirtiendo también en una especie de santo oficio que pretende cambiar esas ideas por medio de técnicas de choque, algo similar a los movimiento ateos militantes entre los jóvenes. Los verdaderos escépticos, entre los cuales me cuento, comprendemos que esas ideas son creencias, y como tales, no debemos atacar a las personas, sólo sus ideas; pero pocos entienden la diferencia y ninguno de los bandos saben cómo despersonalizarlas. A veces entiendo a una parte y a la otra, pues ambos exigen respuestas; los unos de las creencias de los otros y los otros de las refutaciones de los unos. Sin embargo, ciñéndonos a la ciencia, el poder de la prueba recae en quien afirma, no en quien niega, y esto es algo que también les resulta desconocido a la mayoría. ¿Por qué el peso de la prueba recae en quien afirma? Porque se supone que si lo afirma debe tener algo palpable que avale esa afirmación, por lo tanto no debería haber problema alguno para demostrarlo; pero raramente existe un fundamento tangible para una creencia, así que están en seria desventaja. Esta imposibilidad los hace actuar por instinto, usando argumentos ad hominem que no caen bien a los autodenominados escépticos. Si los escépticos son en realidad sólo negadores, responderán en el mismo tenor iniciando una diatriba que terminará como cualquier discusión ideológica en la que el punto de mira es el mensajero y no el mensaje. Es aquí donde tal vez ese “nuevo” movimiento escéptico se transforma en religión. Hace tiempo vi algo parecido entre los investigadores del tema OVNI. Empezó con una especie de dilución de conocimientos con el paso de las generaciones. El nuevo escepticismo parece padecerlo, de ahí viene el actuar casi salvaje ante situaciones fuera de su marco de referencia, formando colectivos, grupos, una militancia que ya no reflexiona, sino que actúa, pero no de la mejor forma. En ese momento recuerdo a Spock, el mejor exponente de que cuando existe la razón, la violencia no tiene sentido. 


Así que si hay violencia, no hay razón, sino hay razón, entonces no puede haber escepticismo. La razón trae armonía y para que exista la armonía derivada de la razón, debe haber invariablemente inteligencia. Como decía Leonardo Da Vinci, “Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz”. Fuera de esta lucha ideológica rebajada a un guerra entre creyentes y negadores, de hondas raíces en México gracias a la polarización creada en los viejos programas televisivos de “debate” sobre OVNIs, me he dado a la tarea de demostrar esos negativos, cosa que no debería hacer, pero ante la imposibilidad del creyente para poner en claro sus ideas en base a una idea racional, no queda más que demostrar el lado contrario de las creencias con evidencias, cosa que los nuevos escépticos, y algunos viejos no hacen. Como ejercicio me pongo en el lado del creyente y trato de hacer lo mismo que ellos hacen para saber cómo es que obtienen las “reliquias” de su creencia. No en todos los casos es posible porque muchas creencias parten de confusiones, así que la primera labor es separar la paja del trigo, quitar las especulaciones, las fantasías y añadidos del folclor popular para dejar desnuda la causa original. Para eso hay que tirase un clavado en la historia del fenómeno a estudiar, si es que la hay, cosa que raramente hacen los creyentes, acostumbrados a creer por contagio y tradición. Pero una vez encontrado el posible origen de la idea, es sencillo deducir los porqués o los cómos; como en el caso de “La Visión de Ezequiel”, los rods, los orbes y los OVNIs inadvertidos, pero hay algunos temas en los que prima la creencia de principio a fin, aunque también pudiera tener un origen claro aunque perdido en las arenas del tiempo. El gran pecado de la mayoría de los escépticos y, en algunos casos, de algunos representantes de la misma ciencia, es que son arrogantes, y creen que no deben explicar a los legos lo que no entienden porque, después de todo, no han hecho el menor esfuerzo ni tenido la iniciativa para buscar una explicación racional; pero muchas veces no lo hacen porque no tienen a su alcance las herramientas necesarias para hacerlo, entonces toman lo que tienen a la mano, el saber popular. 


Pero los escépticos no entienden que si no se les explica o se les pone al alcance la información, no se puede motivar un cambio ideológico. Es así como entonces esos escépticos actúan como un Jehová, castigando a justos por pecadores para erradicar de cuajo la creencia. Gracias a esto, el fondo del asunto toma un cariz de Guerra Santa, perdiéndose el objetivo real, desentrañar un misterio. Como consecuencia, en el caso contrario, los verdaderos escépticos sufrimos las consecuencias, pues así como los creyentes son puestos en el mismo saco para denostarlos, los creyentes hacen lo propio con los escépticos de buena fe y los negadores, repudiándolos y minimizando sus esfuerzos. Como consecuencia de toda esta reyerta ideológica, la confianza en lo que se lee en internet se va perdiendo, reduciendo a meras opiniones las ideas contrarias, por bien informadas que estén. La razón y la lógica llevan la de perder, pues las ideas tendientes al pensamiento mágico ganan terreno cada día con la cada vez mayor afluencia de internautas inexpertos a las redes sociales, todos quieren ser el centro de atención y muchos quieren ser líderes de opinión, los que no lo logran se convierten en seguidores. Por mi parte, evito las discusiones estériles, escribo lo propio y lo dejo como el mensaje en una botella a la deriva en el mar electrónico. Muchas veces no es necesario ser escéptico para explicar misterios, sólo se requiere algo de conocimiento, lógica y sentido común pero, desgraciadamente, cada bando tiene su propia idea de las 3 cosas. Lo más deplorable en todo este embrollo es que existan bandos cuyos miembros muchas veces no saben siquiera porqué antagonizan ni como argumentar sus posturas.

Te confieso que el regreso de X-Files me dejó un sabor de desilusión. Realmente esperaba mayor adhesión de mi parte pero no logró “atraparme” como en el pasado. Sentí los envíos muy pasteurizados, y tratando de encajar en una era donde la ingobernable red manda en la materia. Teniendo en cuenta tu pasado activo como fundador de uno de los grupos más importantes de fans dentro de México, ¿cómo evalúas esta vuelta de Scully y Mulder? así como un pedido personal de breve síntesis de los envíos emitidos, en esta su décima temporada.

También la vi un tanto pasteurizada, y eso tal vez se deba a que no lograron captar la esencia del entorno en que los personajes se movían. En los episodios 1 y 6 (My Struggle “Mi Lucha” 1 y 2), asistimos a un ya muy saturado tema, el caso Roswell y sus consecuencias en la sociedad de una realidad paralela. Me dio la impresión de estar viendo una versión libre de “El Día Después de Roswell” de Philip Corso o una variante del primer episodio de la miniserie “Taken” (Spielberg-2002). Lo que más me decepcionó de este doble episodio fue que la elegante conspiración vista en la serie original se transformó en la vulgar y corriente teoría de la conspiración que podemos ver hoy día en internet. Sin embargo, cabría hacer una reflexión interesante, ¿Se quiso dar un toque de realidad al episodio incluyendo las teorías de conspiración del mundo real o fueron incluidas para hacernos ver lo ridículas que son? Los personajes de Mulder y Scully resultan un tanto anacrónicos, su actuar casi ridículo, fue como ver una auto-parodia. 

La cosa no mejoró mucho con el segundo episodio (Founder’s Mutation “Mutación”), una mirada al
posible futuro de William, eterno misterio desde el término de la serie en 2002, y que no fue retomado en la segunda y esperada entrega cinematográfica “I Want To Believe” (2008), así que esta temporada motivaba grandes expectativas. No estuvo del todo mal, no trajo nada nuevo pero tampoco fue del todo ajeno a lo que estábamos acostumbrados en la serie original, pues tuvimos algunos adolescentes mutantes, como el chico que atraía los rayos (3x03 D. P. O.), el joven insecto (9x05 Lord Of The Flies), el adolescente caníbal (7x03 Hungry), el adolescente vampiro anormal (5x12 Bad Blood) o los jóvenes que se mueve rápido (7x05 Rush), sin embargo lo sentí flojo, forzado, tal vez merezca una segunda vista para entenderlo en su justa dimensión, pero por ahora me parece el segundo peor de la serie. 

El tercer episodio (Mulder y Scully conocen al monstruo) resulto mi primer episodio favorito de la nueva temporada. Me entusiasmó mucho, me hizo creer que estaban tratando de enmendar el soso inicio y lo disfruté como enano, fue sencillamente genial. La referencia al icónico personaje de Darren McGavin, Kolchack, fue una delicia, pero también fue el punto central para darle un genial giro a los relatos de monstruos. La serie “Kolchak: El acosador nocturno” (1974-1975), trataba de un reportero en un pequeño periódico independiente de Chicago donde se encargaba de la sección policíaca, sin embargo, se dedicaba a cazar notas sensacionalistas sobre monstros que acosaban la ciudad por las noches. En esta versión de Expedientes X vemos a Kolchak como el resultado de la conversión del monstruo, invirtiendo el viejo paradigma del hombre convertido en monstruo al ser mordido o herido por un engendro de la noche, de tal manera que el episodio es una narración dramática con tintes de humor negro sobre las vicisitudes por las que pasa el monstruo ante su nueva naturaleza. Es obvia la confusión de los investigadores al tratar de resolver el caso, dejando en el ambiente una pregunta de difícil respuesta ¿Quién es el verdadero monstruo? 

El escritor y director de este episodio fue Darin Morgan, uno de los responsables de los mejores episodios de la serie original, 2x20 Humbug, 3x04 Clyde Bruckman’s Final Repose, 3x12 War of the Coprophages, 3x20 Jose Chung’s From Outer Space y 3x22 Quagmire, incluso actuó en dos episodio, uno escrito por Vince Gilligan, responsable de la aclamada serie Breakin Bad (2008-2013) como un mutante de circo (4x20 Small Potatoes) y otro escrito por Chris Carter representando a un mutante anfibio (2x02 The Host). Esta es la razón por la cual hay muchos huevos de pascua de esos relatos en el episodio, y es el por qué resultó especialmente delicioso para los fans de la serie original. Fue el mejor episodio de la temporada a mi juicio. 

El episodio 4 (Home Again “De Nuevo en Casa”) fue el que llevó la carga emotiva de la serie, pues
tiene mucho que ver con la vida personal de Scully. Maggie, la madre de Scully, sufre un infarto que la tiene al borde la muerte; mientras tanto Mulder lidia con un engendro que desmembra a sus víctimas. Este episodio tampoco es desconocido para los fans, pues tiene reminiscencias de dos episodios, 6x15 Arcadia y 4x15 Kaddish, un monstruo creado para convertirse en el brazo vengador, también nos recuerda a 3 de la serie Kolchak, 1x02 The Zombie, 1x09 The Spanish Moss Murders y 1x11 Horror in the Heights. Me pareció un buen episodio y lo considero mi segundo episodio favorito de la temporada. 

El episodio 5 (Babylon “Babilonia”) no fue de los mejores pero también estuvo dentro del canon de Expedientes X, aunque no hay uno con el que se pueda comparar por completo, tal vez muy de lejos con algo de Wetwired (3x23) y algunos otros. La introducción de dos nuevos agentes, Einstein y Miller, creó el mismo rechazo que experimentamos cuando introdujeron a Doggett y Reyes en la temporada 8 pero, gracias a Mulder y Scully, seguimos fieles a la serie, lo que nos dio la oportunidad de involucrarnos en la vida de los nuevos agentes, que no resultaron tan planos como parecían, hasta que llegó un momento en que podíamos asumir, sin tanto drama, a Mulder y Scully tan sólo como asesores, mientras Doggett y Reyes hacían el trabajo pesado; de manera similar a cómo nos presentaron a Arthur Dales con Mulder en sus primeros años con los Expedientes X. 

Pero Chris Carter rompió el encanto con ese abrupto final. Con Einstein y Miller tal vez podría pasar lo mismo si la serie continúa, pero por ahora no me han hecho clic. La historia es un tanto bizarra, aunque interesante, una narración en tiempos post 911. Bastante simple, tal vez a eso se debió la escena alucinante en el salón de baile, sólo comparable, guardando las proporciones, a lo visto en Triángulo (6x03). Aquí haré referencia a lo que escribí en su momento al ver el episodio: El cierto "bouquet paranormal" del episodio se lo da Mulder, para variar, que se sume en una experiencia onírica causada por una droga (placebo) al más puro estilo de "Estados Alterados" (Ken Russell-1980), sólo que, a diferencia de este filme, Mulder no experimenta un contacto con su ser primitivo, sino más bien con una mezcla de sus fantasías, temores y deseos reprimidos que hacen aflorar su verdadera personalidad, mostrada en fragmentos durante la serie original con los mensajes eróticos en su contestadora, el espejo en el techo de su habitación, las revistas para adultos y los videos que nunca eran suyos y que Scully encontraba y guardaba junto con los otros videos que tampoco eran de Mulder. Hay cameos interesantes y referencias al fin del mundo, además de divagaciones sobre la naturaleza de la realidad. Disfrutable, pero no de lo mejor. 

Y es así como llegamos al final de la temporada. Un giro de 360 grados, pues es un volver al
principio, una especie de recapitulación o una revisión de hitos de la serie, de cuando el sindicato desaparece de escena, de cuando Mulder es secuestrado y Scully raptada, un final que resume el drama mitológico y una mini temporada que sintetiza la serie completa, así la definiría, como un resumen de las 9 temporadas en seis episodios con visión actual, pero sin rectificación alguna, lo que la convierte en un gran contenedor de gasolina vertido en el fuego de la mala información que circula en internet. Me recuerda a un episodio de la serie animada de Star Trek, “Más Peligroso que la ponzoña de una Serpiente” (1974). En ese episodio la Enterprise se topa con una extraña nave que los ataca, y esta toma la forma de una gran serpiente alada. La idea del episodio era darle una explicación a los viejos mitos de la humanidad. El nombre del agresor espacial, Kukulkán. Sin embargo, y a pesar de parecer dar la razón a las idea de antiguos astronautas, hace algunas reflexiones que lo convierten en un gran episodio, como por ejemplo, al ver una recreación de la ciudad del invasor, nos damos cuenta de que la arquitectura no sólo pertenece a la civilización Maya, sino que es una combinación de la Inca, China, Egipcia y muchas otras, manifestando la idea de que todas esas culturas tuvieron contacto con el mismo ser, pero plasmaron una visión parcial del todo, lo que contribuyó a que Kukulkán jamás regresara. La ausencia de Kukulkán respondió a que ninguna de esas culturas supo interpretar sus enseñanzas, lo que deja en el ambiente la idea de que la humanidad no es capaz de interpretar el pensamiento de Dios. El título del episodio es una referencia a la frase mencionada por el Rey Lear en la cuarta escena del primer acto de la obra del mismo nombre escrita por William Shakespeare: “¡Que sienta cuánto más punzante que el diente de un reptil es tener un hijo ingrato!”. ¡Tenía contenido! Me pregunto si desde entonces se estaría gestando la teoría de la distorsión. 

Hoy se habla de grandes conspiraciones, pero no hay nada que confirme la existencia de ese grupo conspirador, sin embargo, los defensores de las teorías de conspiración pretenden saber cuáles son sus intenciones y los medios que utilizan para alcanzar esos ilusorios objetivos, ya lo comenté, “El Efecto Gozer”. Eso es en lo que siento que falló Expedientes X, no deja moraleja o la explicación que podríamos espera de Scully. Pero tenemos el atenuante de que sólo se trata de una serie de televisión, mero entretenimiento pero, ¿todos lo vieron así? Desde que se emitió la primera parte de “My Struggle”, llovieron ríos de tinta aseverando que la serie confirmaba las teorías de conspiración vigentes, mostrándonos una vez más cómo ese tipo de ideas permean más allá de la barrera de lo virtual, pero no por eso son necesariamente ciertas. En definitiva, me quedo con los geniales episodios 3 y 4 como favoritos, 1 y 2 los catalogo como los peores de la temporada y los episodios 5 y 6 como tibios. En general, una probada para un posible reinicio. La pregunta es ¿Desaparecerán Mulder y Scully para dar paso a nuevas aventuras con Einstein y Miller? La verdad sigue estando ahí fuera… aunque por ahora velada. 

Luego de tantos años escudriñando la trastienda de los “llamados misterios”, especialmente ufológicos, ¿existe para vos algún caso del mundo ovni, que tu análisis desmitificador no haya podido resolver? 

Claro que sí, no son propios, pero tampoco son tan grandes como los más cacareados por los medios. Ya tienen años en la memoria de la ufología y sólo son referidos como grandes misterios. Uno de ellos es un caso brasileño, el llamado “Caso de la isla de Colares”, sucedido a finales del año de 1977, un curioso caso en el que se reportó la incursión de extrañas luces que además produjeron en los lugareños quemaduras. Es el caso que más ha llamado mi atención y del caso qué sé menos. El otro es el caso conocido como “Cash/Landrum”, sucedido el 29 de diciembre de 1980 en el que dos mujeres y un niño fueron testigos de un objeto en el cielo que además dejó rastro de una emisión radioactiva que terminó, al menos circunstancialmente, por provocarle cáncer a Betty Cash. Vickie Landrum sólo presentaba algunas quemaduras y Colby, nieto de Vicky, resultó ileso. Finalmente y tras una larga lucha por obtener ayuda del gobierno, pues pensaba que los militares tuvieron algo que ver en el asunto, Betty murió el 29 de diciembre de 1998. El caso sigue estando inconcluso. 

Antes tenía como mi top el caso Vidal, hasta que se descubrió que sólo fue una treta publicitaria para la película “Che Ovni” (1968) de Anibal Uset. Tengo uno en el tintero, de primera persona, pero no guardo esperanza de resolverlo. Lo refería alguna vez en los foros de Yahoo: Este suceso fue compartido con un compañero del grupo al cual pertenecíamos en ese entonces, "Fundación Cosmos, A. C.", mi compañero era el Sr. Ernesto Estrada Bustos. En ese entonces se decía que en la cima del Cerro de "Las Mitras" se veían luces por las noches, nosotros no habíamos tenido ninguna suerte en las varias vigilias que habíamos tenido desde nivel de piso. Así que ese verano decidimos formar un grupo de exploración que dividimos en 4 cuadrillas de dos miembros cada una. La idea era subir el cerro y hacer guardia nocturna en una de las cuevas que se encontraban cerca de la cima. El ascenso a ese punto se llevaba casi 4 horas sin equipo; con equipo, esperábamos estar ahí en 5. Cuando empezamos a subir, era un poco tarde, así que a medio camino ya nos había oscurecido; sin embargo, las luces de la ciudad iluminaban bastante bien el camino, era increíble la claridad con la sola iluminación citadina. Al llegar a un claro, decidimos descansar un poco. Frente a nosotros teníamos un espectáculo abrumador, bosque a la derecha e izquierda con una loma a la derecha, lo que nos impedía ver media ciudad, pero al frente, por el camino que veníamos subiendo, podíamos ver en todo su esplendor lo que parecía un terciopelo negro tachonado de diamantes. 

De pronto, una luz nos hizo voltear al mismo tiempo, era una esfera con un fulgor blanco azulado que se movía sin ruido alguno, como una burbuja de jabón, o al menos así la veíamos desde nuestro punto de observación rumbo a la ciudad y sobre ella, pero más cerca de nosotros. Es algo difícil, aún ahora, calcular tamaños y distancias, pero estimamos entonces que esa esfera tendría entre 80 y 100 cm de diámetro encontrándose a unos 300 metros al frente de nosotros. Los equipos que venían detrás no la vieron, así como tampoco el que iba más adelante de nosotros, pues al comunicarnos por radio nos refirieron que fue negativo el avistamiento para ellos. El evento duró unos segundos, tal vez 30 segundo, la esfera salió por el oriente moviéndose hacia el poniente, nosotros dábamos la cara al norte, regresó unos metros y quedó estática un momento, luego hizo un giro semicircular y se dirigió al poniente a velocidad media perdiéndose de vista entre los árboles y posteriormente tras la montaña. 

Esta experiencia me recordó a una vieja película donde un niño genio arma un sistema informático con el que crea una esfera virtual visible en el mundo real, (Los Exploradores Spielberg 1985). 
Perdón por la comparación, pero es lo más cercano que tengo como parangón para este evento: https://www.youtube.com/watch?v=Pfychq4vpe4&t=1m35s 

Nos quedamos petrificados, pero a la vez con gran curiosidad por saber qué demonios había sido eso. El fenómeno no despidió nada que pudiéramos percibir, sólo la luz. Tenía una apariencia sólida, color blanco opaco y con un resplandor blanco azulado. Veíamos que brillaba con luz propia, pero podíamos ver definidamente su forma esférica. No hubo sonido perceptible o cambio ambiental. Sólo nos dejó una sensación de: “Algo sucedió”. Sin embargo, nunca lo relacionamos con algún artefacto del espacio exterior, en todo caso sentimos que podía tratarse de un fenómeno terrestre no catalogado. No tengo evidencia para inclinar la balanza a una posible explicación o decir a ciencia cierta lo que era. 

Si tuvieras que hacer una proyección futurista en cuanto a la evolución de los llamados misterios, ¿cómo visualizás el panorama en los próximos años? 

No veo grandes cambios en el futuro a menos que el sistema educativo cambie radicalmente. Pero bajo la óptica actual el fenómeno OVNI, que es el que me toca más de cerca, no dista hoy mucho de cómo se manejaba el tema hace 10, 20, 30 o 40 años. En 2015 tuvimos el caso de la momia hecha pasar por alienígena, en 2005 tuvimos el caso del muchacho disfrazado de alienígena en Mérida, en 1995 el caso de la autopsia del monigote de goma hecho pasar por uno de los cuerpos de Roswell, en 1985 tuvimos el caso del globo meteorológico de Argentina, en 1975 el de Billy Meier, en 1965 los ovnis antárticos y el caso de Kecksburg, en 1953 la invención de los hombres de negro, en 1952 el caso Adamski y a finales de los 40’s ovnis estrellados por doquier en las cercanías de Roswell, la única diferencia la ha hecho la manera en que la información fluye, la forma de los OVNIs que se va adecuando con los tiempos y la cada vez mayor comercialización del tema. Sin embargo, la tendencia de los OVNIs modernos va rumbo a las manifestaciones etéricas; ya no son las grandes y brillantes carrocerías de los 50’s, supongo que porque era bastante obvia la mano del hombre y su asociación con los míticos platillos volantes originarios del Planeta Hollywood, ahora son nebulosos, esféricos, luminoso, intentando convertir el fenómeno en algo más sutil, casi espiritual, convergiendo de cierta forma con un pensamiento religioso que siempre ha estado en el trasfondo. Hoy muchos intentan meter el tema OVNI en el campo de la parapsicología pues, por un lado se piensa que son manifestaciones del subconsciente, por otro que son una manera demoníaca de engañar al ser humano. Otros lo relacionan con los Merkabah bíblicos y algunos más con las manifestaciones etéricas de las que hablaba Helena Blavatsky. Sin embargo, esta manera de pensar de unos y otros siempre ha estado presente, cada quien lo enfoca hacia su creencia, así que no creo que existan grandes cambios en la manera de ver los misterios, al menos entre la gente de a pie. Las creencias también sufren los estragos de la globalización, tal como sucedió a mediados de los 70 con la morfología de los extraterrestres que nos visitan. Antes teníamos todo un zoológico, hoy priman 3, los grises, los reptilianos y los seres de luz. Los de luz van ganando la partida. 

Pregunta final y obligada. Recomendaciones de Leopoldo Zambrano Enríquez, a todos aquellos que se inician en estos temas. 

Esta es una de las preguntas más difíciles de contestar puesto que el abanico de posibilidades en torno al fenómeno OVNI, o en general del mundo de los misterios, es bastante amplio. Así que mi primera recomendación sería tener una clara visión de qué es lo que se está buscando y bajo qué óptica se desea enfocar. Si la idea general es desentrañar un misterio, la segunda recomendación sería despojarse de toda idea preconcebida sobre el tema, ya que eso haría partir las pesquisas desde una base tal vez errónea. Como tercera recomendación podría sugerir ejercitar el pensamiento crítico, no creerse todo a la primera y verificar cada cosa que se vaya recopilando para tener una base firme desde la cual seguir, la lectura de temas que tal vez se relacionen a las pesquisas sería la siguiente recomendación. En el tema OVNI, por ejemplo, las lecturas recomendadas serían los trabajos de investigadores reconocidos, tratar de evitar a los mediáticos, pero leerlos con sentido crítico, pues nadie es infalible. La siguiente recomendación sería tener bases científicas, ya que muchas de las soluciones a los casos pueden venir de mano de la física, la psicología, la astronomía, la meteorología, etc. Puesto que las posibilidades de solución a un caso podrían ser variadas, podría tenerse la errónea visión de que el investigador debe ser un “todólogo”, pero es casi imposible saber todo de todo, por lo que la siguiente recomendación es recurrir a los expertos en cada tema para solicitar información. Si sospechamos que el caso tiene algo que ver con un fenómeno celeste, se consultará a un astrónomo, si creemos que el caso podría tener una explicación relacionada con algún fenómeno del clima, se consultará a un meteorólogo, y así según lo vayan requiriendo las pesquisas. Si no se tiene algún experto en el tema, la literatura ayudará. 

El trabajo de investigación es un 10% de trabajo de campo, un 20% de investigación de escritorio, más o menos un 40% de análisis y deducción, y el resto garrapatear los informes lo más detallados posible. Sería de gran ayuda leer textos referentes al desarrollo del método científico, la elaboración de reportes y algo de técnicas de laboratorio para intentar recrear situaciones en base a la lógica deductiva de lo más probable que pueda solucionar el caso. Lo más importante es no casarse con una sola hipótesis y probarlas todas, serán los datos los que dictarán qué rumbo tomar para comprobar las hipótesis de campo que se vayan elaborando, es importante ceñir las hipótesis a los datos y no forzar los datos a las hipótesis, que es lo que la mayoría hace, siempre empiezan al revés. Por ejemplo, si encuentran una vaca o un chancho muertos, en lo primero que se piensa es en buscar un animal mutante o cuatreros espaciales, una idea muy arraigada para la mutilación de ganado. Si por alguna razón desean partir de un trabajo ya realizado, se debe primero verificar que ese trabajo no tenga huecos, hipótesis forzadas y que cuente con todos los elementos que sustenten las conclusiones a las que se llegaron. Por otra parte, para alguien que está encaminado ya en la investigación, podría recomendar los 11 principios que publiqué en facebook y que Martín Fragoso, un meticuloso estudioso mexicano del tema, publicó en su blog: 


Saludos, Debby. Gracias por hacerme sujeto de entrevista. 

1 comentario:

  1. Toda esta tontera de los hermanos mayores, no es más que una especie de nueva mitología, que con el tiempo ha degenerado en una pseudoreligión, son pajas mentales, no sirven para nada, te da una esperanza que nunca llega. Hoy son los extraterrestres, mañana quien sabe.

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